En el marco del Día Internacional de la Fotografía, la Fundación Patiño de Cochabamba prepara la exposición fotográfica “Mirar para volar”, una colección que ilumina la obra del fotógrafo alemán Georg Stege -sí, el nombre de los embutidos-, quien documentó con esmero y pasión la transformación de Bolivia a lo largo de cuatro décadas.
La muestra se inaugurará este jueves 22 de agosto, a las 19:00, en el Centro de Exposiciones del Palacio Portales, un escenario perfecto para revivir el legado de un hombre que, con su cámara en mano, capturó la esencia de un país en constante cambio.
La historia de la exposición es, en sí misma, un viaje en el tiempo. Las imágenes de Stege (1917-2000), cuidadosamente guardadas en cajas y clasificadas meticulosamente, han esperado por décadas para volver a ver la luz. Estas fotografías no son simplemente recuerdos del pasado; son ventanas a una Bolivia que, durante las décadas de 1950, 1960, 1970 y 1980, estaba inmersa en un proceso de transformación profunda. Los paisajes, los rostros, las calles y las tradiciones capturadas por Stege reflejan un país diverso que estaba forjando su identidad en medio de cambios sociales, políticos y económicos.
Una mirada íntima a la Bolivia del siglo XX
Georg Stege llegó a Bolivia siendo muy joven, y aunque sus padres tenían otros planes para él en la fábrica familiar de embutidos, su verdadera pasión siempre fue la fotografía. Desde el momento en que adquirió su primera cámara Rolleiflex en 1938, Stege supo que había encontrado una herramienta que lo acompañaría durante toda su vida. Aunque no pudo dedicarse profesionalmente a la fotografía, su dedicación fue tan profunda que llegó a acumular uno de los acervos fotográficos más grandes y plurales de la segunda mitad del siglo XX en Bolivia.
Su cámara capturó desde los nevados y paisajes andinos hasta los mercados bulliciosos de La Paz, pasando por retratos íntimos de personas de diversas culturas bolivianas y escenas de la fauna y flora de diferentes regiones del país.
Legado familiar
El archivo fotográfico de Stege, compuesto por más de 8,000 imágenes, fue donado en dos etapas por sus hijos, Klaus y Christine Stege, a la Fundación Flavio Machicado Viscarra (FFMV).
“Estas fotos contienen la historia y la cultura de Bolivia, entonces deben permanecer aquí. A través de estas imágenes podemos ver los cambios que han ocurrido en el país, son la memoria de una época”, señalaron sus hijos al realizar la donación.
En 2022, la FFMV, con el apoyo y financiamiento del Centro Cultural España La Paz (CCELP) y el Goethe Institut La Paz, inició un proyecto para la recuperación y catalogación del archivo fotográfico de Georg Stege. Este proyecto, dirigido por la curadora Claudi Carreras, culmina ahora con la exposición “Mirar para volar”, una muestra que invita a redescubrir Bolivia a través de los ojos de Stege.
El arte de capturar el tiempo
Stege fue un fotógrafo autodidacta, pero su amor por la fotografía lo llevó a desarrollar una habilidad extraordinaria para capturar la luz, los colores y los detalles. Sus cámaras favoritas, la Rolleiflex y la Edixa-mat Reflex, le permitieron explorar diferentes técnicas y estilos.
Stege era un hombre curioso y creativo, con intereses que iban más allá de la fotografía. Le fascinaban la zoología, la botánica y la ciencia en general, y su biblioteca personal en La Paz estaba llena de libros que leía con avidez desde tempranas horas de la mañana. Sus hijos lo recuerdan como un hombre meticuloso y apasionado, que dedicaba tiempo a estudiar y experimentar con diferentes medios, como la carpintería y la metalurgia.
Para quienes deseen profundizar en la obra de Stege, la Fundación Patiño también organiza la conferencia, a cargo de Cristina Machicado, “Bolivia fotográfica; salvaguarda y puesta en valor del archivo Georg Stege”. El evento se realizará el 23 de agosto en el salón principal del Palacio Portales, a las 19:00. El ingreso es libre.