Silvia Pinal, la última gran diva de la época del cine de oro mexicano, que triunfó en la gran pantalla de la mano del director español Luis Buñuel y fue por largo tiempo actriz de teatro, de telenovelas y presentadora de televisión, falleció en Ciudad de México ayer. Pinal tenía 94 años.
Con ella muere un mito del cine, pero también una época de esplendor de una industria que lucha por sobrevivir en medio de los recortes públicos a las artes y la competencia de nuevas plataformas tecnológicas.
Pinal, una de las primeras actrices en hacer un desnudo en el cine y romper todos los cánones, celebró a lo grande sus 94 años el pasado septiembre, cuando afirmó que se sentía “como de 18 años” y que no le temía a la muerte.
La actriz acompañó en la pantalla a los grandes actores de la época, Pedro Infante, Germán Valdés Tin Tan, Gabriel Figueroa y Emilio El indio Fernández. También grabó cine en Europa, principalmente en España e Italia y tuvo reconocimiento internacional por su trabajo, aunque no llegó a brillar en Hollywood, pero afirmó no haberlo lamentado
Además del cine y del teatro, también incursionó en la política. Su último esposo fue el político y gobernador del Estado de Tlaxcala, Tulio Hernández Gómez, con quien se casó en 1982 y se divorció en 1995.
Pinal logró ser diputada en la presidencia de Carlos Salinas de Gortari, en 1991. “Ser diputada es el puesto más hermoso que pueda tener alguien. Puedes inventar, crear, estar en la Historia de tu país. Es una manera de ayudar, cosa que como actriz no puedo hacer”, dijo.