Conocida por su rol de Penny en The Big Bang Theory, la actriz empezó a actuar a los 5 años, y recorrió un largo camino desde entonces. La adorable amiga y novia de los nerds, rankeada en el puesto número 13 de las mujeres más sexys del planeta, Kaley Cuoco lleva 39 años de extrañas decisiones y sucesos tumultuosos en su vida.
Kaley Christine Cuoco nació el 30 de noviembre de 1985 en Camarillo, California, Estados Unidos, hija de Layne Ann Wingate y Gary Carmine Cuoco, un agente inmobiliario. Cursó el colegio desde su casa y se recibió en el secundario a los 16 años. Además de un don para la actuación, Kaley también tiene habilidad para el tenis, una pasión que descubrió de niña.
Sus padres la animaron a tener un hobby además del teatro: “Mi mamá me puso una regla: si quieres actuar, tienes que elegir otra cosa también”. Y el tenis fue su elección, hasta tal punto que se convirtió en una tenista amateur clasificada regionalmente. “Por muy cursi que suene, no tenía todos los huevos en la misma canasta. Tenía como mil canastas”, contó la rubia que finalmente se dio cuenta de que ya no podía dividir su tiempo y tuvo que elegir entre sus dos amores. Así que a los 16 años, decidió dejar el tenis y centrarse en su futuro como actriz.
Trabajó como modelo publicitaria desde los 6 años y pasó gran parte de su infancia y adolescencia, en la década de 1990 y principios de los 2000, apareciendo en cine y televisión. Su primer papel fue en Quicksand: No Escape (1992) con Donald Sutherland y Tim Matheson. Luego estuvo en la serie Ellen (1994), donde interpretó a Ellen DeGeneres de chica. Actuó en El mundo de Ángela (1994), Asesino virtual (1995), El retrato perfecto (1997) e interpretó un papel principal en la miniserie Mr. Murder (1998). Todo la condujo a conseguir su primer papel importante en el 2002, cuando hizo de Bridget Hennessy, la hija mayor de los personajes de John Ritter y Katey Sagal, en la serie 8 Simple Rules.
Las bodas y no-bodas
A los 25 años, Cuoco aceptó una propuesta de matrimonio sorpresa de su entonces novio, el especialista en adicciones y ex bajista de la banda de heavy metal Danzig, Josh Resnik. Él ya había estado casado antes, pero fue el primer compromiso para Cuoco. La pareja mantuvo en secreto los detalles de su relación y nunca revelaron la fecha de la boda. Pero pocos meses después del anuncio, decidieron separarse. Mientras ella aparecía en una ceremonia para honrar al cocreador de The Big Bang Theory, Chuck Lorre, se le preguntó sobre sus inspiraciones para planear la boda, a lo que respondió que ya no estaba comprometida.
Pasar de una relación a otra no ha sido problema para Cuoco. Apenas unas semanas después de cancelar su compromiso con Resnik, fue vista con un hombre misterioso en una discoteca en Hollywood. Según People, Kaley y el desconocido se divirtieron toda la noche en la sección VIP, donde se besaron, bailaron e incluso hicieron una sesión de fotos improvisada. Luego, tuvo una aventura pública con Henry Cavill, la estrella de El hombre de acero (2013) y Batman v Superman: Dawn of Justice (2016).
Pero sólo duró dos semanas, lo cual llevó a que la prensa se preguntara si todo fue sólo un truco publicitario, ya que ambos eran representados por la misma agencia, además de las sospechosas declaraciones de ella: “Antes nunca me seguían pero luego conocí a Superman. Llevo 20 años en este negocio, y toda mi vida he podido ir a cualquier lugar. No había ni una sola foto mía de los paparazzi hasta hace unos meses. Ahora me empezaron a seguir a todas partes”, dijo.
En el 2013, un amigo le presentó a Cuoco al tenista Ryan Sweeting. Después de salir por tres meses, empezaron a planear su casamiento. Se casaron el 31 de diciembre de ese año en una ceremonia secreta que según la actriz fue “la octava maravilla del mundo, la mejor boda de todos los tiempos”. Ella usó un vestido diseñado por Vera Wang y cambió su nombre a Kaley Cuoco-Sweeting. Pero en menos de dos años la pareja se divorció.
De hecho, en el Instagram de Cuoco no hay ninguna foto de su ex-marido, el tenista. Kaley borró todo rastro de Sweeting el día antes de que anunciaran su divorcio en septiembre del 2015. También dejó de seguirlo y eliminó toda mención a él en su biografía, además de borrarse el tatuaje de la fecha de la boda que se había hecho en la espalda. Y Sweeting siguió su ejemplo: mientras su matrimonio de casi 21 meses se desmoronaba, el ex tenista desactivó su perfil de Facebook y ocultó todas las fotos de su cuenta de Instagram.
Cuando el divorcio salió a la luz, se presumió que tenía relación con la conocida adicción de Sweeting a los analgésicos. El deportista, que fue arrestado en el 2006 por conducir alcoholizado y por posesión de drogas, se volvió adicto a los analgésicos luego de una cirugía de la columna. En su momento, ella lo apoyó pero dijo que no podía comprometerse a estar sobrio. Él le dijo que estaba intentándolo pero seguía emborrachándose. Aunque por otro lado, los medios afirmaron que fue la afición a las fiestas de Cuoco lo que terminó con el matrimonio.
El rumor era que Kaley salía con “amigos”, sin su anillo de bodas, y se emborrachaba. Se tomaba dos botellas de vino ella sola. Y por otro lado, los medios decían que la pareja “se veía miserablemente” justo antes de divorciarse. Pero el hecho concreto es que Cuoco se había casado con un hombre con el que salía desde hacía sólo seis meses. “Es esencial que la persona quiera ayudarse a sí mismo. Tu puedes amar a alguien, pero si no te amas a ti mismo, no importa, porque no puedes aceptar el amor”, declaraba ella en los medios y juraba que ya no pensaba en el casamiento: “Mi ex arruinó esa palabra para mi. Me casé con alguien que cambió completamente. La persona con la que terminé no fue la persona que conocí originalmente. Y eso no fue mi culpa, sino la de él”. Lo interesante de estos comentarios es que ni siquiera le habían preguntado por Sweeting. La pregunta era “si caminaría al altar por segunda vez”, y Cuoco seguía empecinada en hablar mal de su ex.