Roger Mariaca Montenegro asumió ayer el cargo de Fiscal General del Estado con la consigna de erradicar la corrupción, la impunidad y la violencia de género que “dejaron profundas heridas en la sociedad”.
En su discurso de posesión, Mariaca subrayó que su gestión estará marcada por un “compromiso inquebrantable” con la justicia y el acceso equitativo para todos los ciudadanos, especialmente para los más vulnerables.
En la oportunidad, el vicepresidente David Choquehuanca tomó juramento a Mariaca, con la demanda de equilibrar los platillos de la balanza de la justicia con imparcialidad, objetividad, equilibrio y celeridad.
“El Ministerio Público es una institución que representa a la sociedad ante los órganos jurisdiccionales para velar por el respeto de los derechos y garantías. Su objetivo es proteger a las víctimas y resguardar las garantías constitucionales y respetar los derechos humanos”, dijo Choquehuanca.
Oposición
Los legisladores de la oposición denunciaron que la elección del nuevo Fiscal General del Estado, con más de dos tercios de los votos en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), fue resultado de un acuerdo entre las alas “evista” y “arcista” del Movimiento Al Socialismo (MAS), con el apoyo de “tránsfugas” de las fuerzas opositoras.
El líder de Comunidad Ciudadana (CC), Carlos Mesa, expresó su desacuerdo con el nombramiento, porque respondería a una estrategia del MAS para mantener el control del Ministerio Público.
Por su parte, el jefe de bancada de la Alianza Creemos, Henry Montero, expresó su sorpresa por cómo Mariaca pudo unir a los parlamentarios del ala arcista y evista, “cuando se pelean en las calles”. Además, cuestionó el apoyo de los disidentes, tanto de CC como de Creemos. “Se debe investigar lo que realmente ha ocurrido en esta elección muy turbia y muy cuestionada”, señaló.
Para el analista constitucionalista Israel Quino, Mariaca tiene como principales desafíos la reestructuración del Ministerio Público, la descongestión procesal y la institucionalización del Ministerio Público. “Debe construir una Fiscalía sólida, capaz de procesar a los poderosos y a los allegados de las esferas del poder, porque con los débiles es sagaz, tenebrosa e indolente, pero con los poderosos es dubitativa”, dijo.