La selección de Ecuador procurará frenar mañana (21:00 HB) a Brasil, con una propuesta de juego dinámica, agresiva y de protagonismo, en el encuentro que le enfrentará a la pentacampeona del mundo en la séptima fecha de las eliminatorias sudamericanas de clasificación para el Mundial de 2026.
El combinado ecuatoriano disputará este partido con apenas cuatro entrenamientos al mando del nuevo seleccionador, el argentino Sebastián Beccacece, que asumió las riendas de la Tri tras la salida del español Félix Sánchez.
Beccacece intentará sacar partido a todo lo aprendido por los jóvenes futbolistas de Ecuador con los dos anteriores seleccionadores, desde el dinamismo que le dio al equipo el argentino Gustavo Alfaro a la solidez defensiva que caracterizó a la etapa de Sánchez.
Para este partido, Beccacece lamentará la ausencia de Ángelo Preciado.
Con el avance de los trabajos de construcción de su Línea Amarilla, el Tren Metropolitana de Cochabamba está en vías de consolidarse como una opción conveniente para el transporte de pasajeros.
Tuvieron que vencerse muchas peripecias, todas resultantes de la oposición ciudadana, antes de que se defina el trazo de esa línea y se inicie su implementación, aunque con un alcance distinto del que tenía al principio pues no llegará hasta Sacaba.
MANFREDO KEMPFF SUÁREZ
Cuando ya se ha transitado bastante por la vida, y los problemas políticos domésticos producen dolor de cabeza y vergüenza, recordar algunas cosas que se van borrando con el tiempo es muy saludable. En mi actividad diplomática conocí a muchos personajes importantes, que, desde García Márquez a Mandela, sería imposible enumerar. Pero esta mañana he recordado a dos figuras que no se asemejan en nada, pero que me impresionaron: Francisco Franco y don Juan Carlos de Borbón.
Cuando ya se ha transitado bastante por la vida, y los problemas políticos domésticos producen dolor de cabeza y vergüenza, recordar algunas cosas que se van borrando con el tiempo es muy saludable. En mi actividad diplomática conocí a muchos personajes importantes, que, desde García Márquez a Mandela, sería imposible enumerar. Pero esta mañana he recordado a dos figuras que no se asemejan en nada, pero que me impresionaron: Francisco Franco y don Juan Carlos de Borbón.
GUILLERMO JORGE CHURME MUÑOZ
Una de las paradojas fundamentales de la representación democrática radica en la cuestión de la representatividad genuina. Aunque los representantes son elegidos para actuar en nombre del pueblo, ¿realmente reflejan las opiniones, intereses y diversidad del electorado? En la práctica, la representación puede está distorsionada por influencias económicas, desigualdades sociales y sistemas electorales que favorecen a ciertos grupos sobre otros.
Una de las paradojas fundamentales de la representación democrática radica en la cuestión de la representatividad genuina. Aunque los representantes son elegidos para actuar en nombre del pueblo, ¿realmente reflejan las opiniones, intereses y diversidad del electorado? En la práctica, la representación puede está distorsionada por influencias económicas, desigualdades sociales y sistemas electorales que favorecen a ciertos grupos sobre otros.
EMILIO MARTÍNEZ CARDONA
El antropólogo Claudio Lomnitz reunió siete conferencias dictadas en El Colegio Nacional de México, en un brillante libro titulado Para una teología política del crimen organizado, que ofrece varios conceptos analíticos que pueden ser de utilidad para nuevas aproximaciones a la interacción entre narcotráfico, Estado y sociedad, también aquí en Bolivia.
El antropólogo Claudio Lomnitz reunió siete conferencias dictadas en El Colegio Nacional de México, en un brillante libro titulado Para una teología política del crimen organizado, que ofrece varios conceptos analíticos que pueden ser de utilidad para nuevas aproximaciones a la interacción entre narcotráfico, Estado y sociedad, también aquí en Bolivia.
Uno de los desafíos mayores de la sociología y las ciencias políticas se presentó cuando ambas se dieron a la tarea de definir qué era el fascismo. La imposibilidad de darle una definición estriba en el hecho de que el fascismo se amalgama con la tradición política, la cultura e incluso la idiosincrasia de la sociedad donde se pretende imponerlo, de manera que el fascismo italiano de Mussolini no era exactamente igual al español de Francisco Franco, al alemán de Hitler o al japonés de Hirohito.
Uno de los desafíos mayores de la sociología y las ciencias políticas se presentó cuando ambas se dieron a la tarea de definir qué era el fascismo. La imposibilidad de darle una definición estriba en el hecho de que el fascismo se amalgama con la tradición política, la cultura e incluso la idiosincrasia de la sociedad donde se pretende imponerlo, de manera que el fascismo italiano de Mussolini no era exactamente igual al español de Francisco Franco, al alemán de Hitler o al japonés de Hirohito.