La Gran Final que se jugará este domingo (17:00) entre San Antonio de Bulo Bulo y Bolívar, en duelo programado en el estadio Félix Capriles, ya tiene la escala de precios definida, de acuerdo a la versión de Israel Claros, director deportivo del cuadro tropical, en declaraciones al programa OD Más Qué Fútbol.
“Se han fijado precios de entradas, se ha coordinado la logística que realizará la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) y esperamos ansiosos el día del partido”, declaró Claros.
El cuadro valluno hizo un propuesta sobre la escala de precios, pero al final se quedó en la propuesta de Bolívar: preferencia costará 200 bolivianos; general, 150 bolivianos, y curvas, 60 bolivianos. Las localidades serán comercializadas desde mañana.
“Ellos (la FBF) están encargados de la logística y definirán los lugares de la venta de las entradas”, agregó el directivo.
Sobre la recaudación, la misma será compartida entre San Antonio, Bolívar y la FBF a partes iguales (33,3 por ciento), deduciendo impuestos y alquileres. La curva norte será para San Antonio.
Mas allá de su impacto mediático, el caso Pelicot —cuyo juicio concluyó ayer en Aviñón, Francia, con sentencias de prisión para los 51 condenados por violación a la esposa de uno de ellos— motiva reflexiones acerca de este tipo de sucesos y la manera como la sociedad los percibe.
En materia de las relaciones con el gobierno del depuesto líder sirio, Bachar al Asad, la diplomacia del MAS estuvo alineada siempre con la posición promovida por el gobierno de Rusia y secundada, obviamente, por regímenes como los de Nicaragua, Cuba, Venezuela e Irán.
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ENRIQUE VELAZCO RECKLING
La idea respecto a qué determina el crecimiento, orienta las políticas económicas lo que, a su vez, define los efectos sociales, políticos y ambientales del crecimiento. Para el capitalismo industrial, que consideraba que la producción definía el crecimiento, el nivel de empleo era un indicador fundamental, tanto por su vínculo y aporte directo a los procesos productivos, como por la capacidad de consumo que los salarios otorgan a los hogares (“la causa del desempleo es la falta de demanda”).
La idea respecto a qué determina el crecimiento, orienta las políticas económicas lo que, a su vez, define los efectos sociales, políticos y ambientales del crecimiento. Para el capitalismo industrial, que consideraba que la producción definía el crecimiento, el nivel de empleo era un indicador fundamental, tanto por su vínculo y aporte directo a los procesos productivos, como por la capacidad de consumo que los salarios otorgan a los hogares (“la causa del desempleo es la falta de demanda”).
En un contexto económico marcado por la escasez de dólares y su impacto en distintos sectores productivos, la frase “las exportaciones son el sueldo de Bolivia”, pronunciada por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), cobra una relevancia crucial. A pesar de la importancia de las divisas para sectores como la industria, la minería y los productores agropecuarios, el ingreso de dólares provenientes de exportaciones al sistema financiero boliviano es mínimo.
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El camino al infierno, dicen, está empedrado de buenas intenciones, y Marcelo Claure ha irrumpido cual elefante en la cristalería de la política. No cabe duda de sus buenas intenciones al encargar encuestas para orientar a la gente y descubrir cuál es “la voz del pueblo”.
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