En materia de las relaciones con el gobierno del depuesto líder sirio, Bachar al Asad, la diplomacia del MAS estuvo alineada siempre con la posición promovida por el gobierno de Rusia y secundada, obviamente, por regímenes como los de Nicaragua, Cuba, Venezuela e Irán.
En 2012, por ejemplo, cuando la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó, por mayoría, una resolución de condena contra el régimen de Asad, unos cuantos países, entre ellos Bolivia, gobernada entonces por Evo Morales, votaron en contra.
El entonces embajador en la ONU, Rafael Archondo, justificó el voto boliviano aduciendo que la “resolución solo empeora el problema”, ya que su propósito “no es cesar la violencia sino derrocar al gobierno de Damasco.
Eso sucedió exactamente un año después de la manifestación pacífica y prodemocracia, germen de la guerra civil que provocó la muerte de más de medio millón de personas y la salida del país de más de 5 millones de sirios, que todavía permanecen en condición de refugiados o asilados, sobre todo en Turquía.
En febrero de 2017, la diplomacia del MAS, votó en contra de otra resolución que apuntaba a sancionar a Siria por el uso comprobado de armas químicas contra la población civil.
Sacha Llorenti, representante de Bolivia en la ONU, dijo en esa oportunidad que la propuesta no era otra cosa que “un intento de instrumentalización política del Consejo de Seguridad, cuyo objetivo no es la búsqueda de la paz en Siria, ni tampoco identificar a los responsables de manera independiente y objetiva del uso de armas químicas en esa región”.
Es decir, que ante múltiples evidencias de abusos y crímenes cometidos por al Asad en la guerra en Siria, incluido el uso de los agentes químicos, el gobierno boliviano optaba por acomodarse a la estrategia geopolítica y diplomática, particularmente de Rusia que, como se sabe, mantiene por lo menos dos importantes bases militares en territorio sirio.
El 21 de diciembre de 2017, en su columna publicada en Brújula Digital, el periodista Raúl Peñaranda advertía que en las 61 veces que Bolivia votó en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, lo hizo de la misma manera que Rusia, incluidas las cinco en la que se pronunció en contra de la sanción por el uso de armas químicas.
El voto de Bolivia es tan coincidente – explicaba Peñaranda – que incluso la vez que ese país se abstuvo en uno de los temas, la diplomacia del MAS asumió la misma posición.
La diplomacia de alquiler practicada por el MAS se manifiesta de diferentes maneras y no genera muchas retribuciones o compensaciones. La incondicionalidad con el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela sólo sirve para ubicar a Bolivia en el circuito cada vez más reducido de países que, por ejemplo, dan por válida la elección absolutamente fraudulenta que podría lleva mantener por una gestión más al dictador venezolano en el Palacio de Miraflores a partir de enero.
Ni qué decir de Nicaragua, el país donde los esposos Ortega Murillo, después de asesinar, desaparecer, desnacionalizar, perseguir o encarcelar a toda la oposición, incluidos sus viejos compañeros sandinistas, se inventaron la figura de la co-presidencia sólo para confirmar que su objetivo es quedarse en el poder, literalmente, hasta que la muerte los separe.
¿Qué se puede obtener a cambio de la obsecuencia que Bolivia demuestra con el régimen iraní? Desarrollo nuclear, tal vez, apoyo en tareas de inteligencia política o alguna cuestión similar, pero algo que verdaderamente sirva para mejorar el intercambio comercial o cultura, difícil.
Con Rusia los acuerdos seguramente son diferentes. Hay interés ruso en el Litio y en el campo nuclear se concretaron proyectos como el del Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología Nuclear (CIDTN), por ejemplo, que se está construyendo en la ciudad de El Alto y se tiene previsto concluir a mediados de 2025. Eso, además, del apoyo con importantes y oportunos cargamentos de diésel que han estado llegando al país desde agosto de este año.
No en vano, en abril de 2024, el canciller ruso Serguéi Lavrov reconoció que Bolivia era considerada “una de las prioridades” de Rusia en América Latina y uno de los “socios clave” en la región.
Pero detrás de todo hay siempre un interés de por medio en las relaciones internacionales. La “generosidad” rusa es compensada, como se ha visto, con el sometimiento de las relaciones exteriores y, eventualmente, podría serlo también por condiciones óptimas para inversiones de largo plazo en el litio. El tiempo lo dirá.
El recuento de la política exterior de Bolivia en los últimos 18 años es muy pobre y en algunos casos, como el de Siria, vergonzoso. No sólo se perdió una segunda y determinante batalla diplomática con Chile en La Haya, sino que se puso al país en el círculo rojo de las naciones que alquilan su diplomacia en escenarios internacionales para proteger a dictadores, a gobiernos autoritarios y a países que respaldan a organizaciones terroristas.
EMILIO MARTÍNEZ CARDONA
La caída del régimen de 50 años de los Assad en Siria demuestra una vez más que las tiranías no son eternas. “¿Es un imperio/esa luz que se apaga/o una luciérnaga?”, dice un haiku de Borges, palabras que vienen a la memoria ante la aparente facilidad con que se dio el derrumbe de esta sangrienta dictadura familiar, que no dudó en usar armas químicas en gran escala contra la población civil.
La caída del régimen de 50 años de los Assad en Siria demuestra una vez más que las tiranías no son eternas. “¿Es un imperio/esa luz que se apaga/o una luciérnaga?”, dice un haiku de Borges, palabras que vienen a la memoria ante la aparente facilidad con que se dio el derrumbe de esta sangrienta dictadura familiar, que no dudó en usar armas químicas en gran escala contra la población civil.
En diciembre de 2014, el entonces Ministro Luis Arce, publicó un manifiesto denominado “Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP)” en el que resumió las bases del programa económico que impuso el gobierno en 2006 y que continúa hasta hoy.
En diciembre de 2014, el entonces Ministro Luis Arce, publicó un manifiesto denominado “Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP)” en el que resumió las bases del programa económico que impuso el gobierno en 2006 y que continúa hasta hoy.
La guerra en Siria comenzó en marzo de 2011 con un grafiti que decía: “Te llegó el turno, doctor”. Terminó con la intervención de tropas rusas (al principio los hombres de Wagner) y la feroz participación de las milicias de Hezbollah, dejando al país dividido.
La guerra en Siria comenzó en marzo de 2011 con un grafiti que decía: “Te llegó el turno, doctor”. Terminó con la intervención de tropas rusas (al principio los hombres de Wagner) y la feroz participación de las milicias de Hezbollah, dejando al país dividido.
A pocos días de las elecciones judiciales, la inmensa mayoría de la población boliviana desconoce a los candidatos, no tiene las más mínimas condiciones de elegir informadamente y tampoco entiende porqué en la mayor parte de los departamentos del país debe participar en unas elecciones mutiladas, en las que en algunas partes podrán votar por todas las opciones y en otras, particularmente el oriente boliviano, los ciudadanos no podremos elegir a nuestros representantes al Tribunal Constitucional, y en Be
A pocos días de las elecciones judiciales, la inmensa mayoría de la población boliviana desconoce a los candidatos, no tiene las más mínimas condiciones de elegir informadamente y tampoco entiende porqué en la mayor parte de los departamentos del país debe participar en unas elecciones mutiladas, en las que en algunas partes podrán votar por todas las opciones y en otras, particularmente el oriente boliviano, los ciudadanos no podremos elegir a nuestros representantes al Tribunal Constitucional, y en Be
En materia de las relaciones con el gobierno del depuesto líder sirio, Bachar al Asad, la diplomacia del MAS estuvo alineada siempre con la posición promovida por el gobierno de Rusia y secundada, obviamente, por regímenes como los de Nicaragua, Cuba, Venezuela e Irán.
En materia de las relaciones con el gobierno del depuesto líder sirio, Bachar al Asad, la diplomacia del MAS estuvo alineada siempre con la posición promovida por el gobierno de Rusia y secundada, obviamente, por regímenes como los de Nicaragua, Cuba, Venezuela e Irán.
ENRIQUE VELAZCO RECKLING
La idea respecto a qué determina el crecimiento, orienta las políticas económicas lo que, a su vez, define los efectos sociales, políticos y ambientales del crecimiento. Para el capitalismo industrial, que consideraba que la producción definía el crecimiento, el nivel de empleo era un indicador fundamental, tanto por su vínculo y aporte directo a los procesos productivos, como por la capacidad de consumo que los salarios otorgan a los hogares (“la causa del desempleo es la falta de demanda”).
La idea respecto a qué determina el crecimiento, orienta las políticas económicas lo que, a su vez, define los efectos sociales, políticos y ambientales del crecimiento. Para el capitalismo industrial, que consideraba que la producción definía el crecimiento, el nivel de empleo era un indicador fundamental, tanto por su vínculo y aporte directo a los procesos productivos, como por la capacidad de consumo que los salarios otorgan a los hogares (“la causa del desempleo es la falta de demanda”).
En un contexto económico marcado por la escasez de dólares y su impacto en distintos sectores productivos, la frase “las exportaciones son el sueldo de Bolivia”, pronunciada por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), cobra una relevancia crucial. A pesar de la importancia de las divisas para sectores como la industria, la minería y los productores agropecuarios, el ingreso de dólares provenientes de exportaciones al sistema financiero boliviano es mínimo.
En un contexto económico marcado por la escasez de dólares y su impacto en distintos sectores productivos, la frase “las exportaciones son el sueldo de Bolivia”, pronunciada por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), cobra una relevancia crucial. A pesar de la importancia de las divisas para sectores como la industria, la minería y los productores agropecuarios, el ingreso de dólares provenientes de exportaciones al sistema financiero boliviano es mínimo.
El camino al infierno, dicen, está empedrado de buenas intenciones, y Marcelo Claure ha irrumpido cual elefante en la cristalería de la política. No cabe duda de sus buenas intenciones al encargar encuestas para orientar a la gente y descubrir cuál es “la voz del pueblo”.
El camino al infierno, dicen, está empedrado de buenas intenciones, y Marcelo Claure ha irrumpido cual elefante en la cristalería de la política. No cabe duda de sus buenas intenciones al encargar encuestas para orientar a la gente y descubrir cuál es “la voz del pueblo”.
Varios analistas mencionan que, salir de la crisis actual, necesitará “otro 21060”. El doctor Juan Antonio Morales, actor directo en el equipo que diseñó e implementó el ya famoso Decreto Supremo 21060, ha compartido lo que fue el proceso de análisis y de reflexión que culminó en la redacción de esa norma.
Varios analistas mencionan que, salir de la crisis actual, necesitará “otro 21060”. El doctor Juan Antonio Morales, actor directo en el equipo que diseñó e implementó el ya famoso Decreto Supremo 21060, ha compartido lo que fue el proceso de análisis y de reflexión que culminó en la redacción de esa norma.
En Bolivia, quizás por fuerza de las circunstancias, existen algunas palabras que son mágicas: basta decir Evo Morales o, incluso ,Luis Arce e inmediatamente se despierta el interés. Muchos vuelcan su atención sobre lo que hacen o no hacen los nombrados, actualizándolos consciente o inconscientemente en su imaginario. Hay otras formas de denunciar lo inaceptable.
En Bolivia, quizás por fuerza de las circunstancias, existen algunas palabras que son mágicas: basta decir Evo Morales o, incluso ,Luis Arce e inmediatamente se despierta el interés. Muchos vuelcan su atención sobre lo que hacen o no hacen los nombrados, actualizándolos consciente o inconscientemente en su imaginario. Hay otras formas de denunciar lo inaceptable.