El cantante británico y exintegrante de la banda juvenil One Direction, Liam Payne, murió el miércoles en Argentina, tras caer del tercer piso de un hotel.
El músico arribó a Buenos Aires a principios de este mes para presenciar un concierto de Niall Horan, excompañero de One Direction.
Carrera musical
Payne apareció por primera vez en el radar del pop cuando era un joven de 14 años con cara de niño que se presentaba a las pruebas del programa de TV “The X Factor” en 2008.
“Debería concentrarme en mis deberes de la escuela, pero pienso demasiado en cantar”, dijo antes de su primera audición. Su interpretación de “Fly me to the moon” impresionó a los jueces, pero Simon Cowell no estaba muy convencido de que estuviera preparado, así que le dijo que hiciera sus exámenes de bachillerato y volviera dentro de dos años.
Liam hizo precisamente eso y en 2010 volvió a audicionar con otra canción clásica, “Cry me a river”. Todas las piezas que faltaban se habían acomodado en su sitio.
Los jueces decidieron que podían conservar a cinco chicos juntándolos en un grupo. Liam, Zayn Malik, Louis Tomlinson, Niall Horan y Harry Styles fueron informados de que serían una boy band, y así nació One Direction.
Liam era considerado como el más sensato. La fama repentina era mucho para asimilar. Con el paso del tiempo, Liam descubrió un talento para componer canciones además de cantar. La mitad de los últimos dos álbumes tiene canciones suyas como “History”, “Steal my girl” y “Story of my life”.
Liam recurrió al alcohol y continuó bebiendo después de que la banda entrara en una “pausa temporal” en 2016. Luego, Liam inició una carrera como solista con el debut de su sencillo de 2017 “Strip that down”.
Payne tenía dificultades para mantener el éxito en su carrera como solista. El sencillo “Teardrops”, lanzado en marzo, no llegó a las listas de éxitos, y hubo noticias de que un segundo álbum como solista y un documental sobre su vida habían quedado en suspenso.