La alegría de la primavera que llega a Cochabamba se encuentra este año ensuciada por una cruda realidad: la basura que se acumula en las calles debido al conflicto con los vecinos de K’ara K’ara y la persistente humareda causada por los incendios forestales en el oriente boliviano.
IGNACIO VERA DE RADA
Parecía que, con el fin de los regímenes totalitarios del siglo XX, el tiempo de la censura cultural había terminado… pero no. Hoy, a la par que las fecundaciones in vitro, los cohetes en el espacio, los intentos de transhumanismo y la comunicación instantánea, el mundo todavía se divide en grupos de rivales fanáticos que creen detentar la verdad.
Parecía que, con el fin de los regímenes totalitarios del siglo XX, el tiempo de la censura cultural había terminado… pero no. Hoy, a la par que las fecundaciones in vitro, los cohetes en el espacio, los intentos de transhumanismo y la comunicación instantánea, el mundo todavía se divide en grupos de rivales fanáticos que creen detentar la verdad.
CARLOS DERPIC SALAZAR
El 3 de julio pasado, el inefable ministro de Gobierno convocó a una conferencia de prensa, con la clara intención de instruir a los asistentes (y también a los no asistentes, de Bolivia y el mundo) acerca de lo que es un golpe de Estado.
El 3 de julio pasado, el inefable ministro de Gobierno convocó a una conferencia de prensa, con la clara intención de instruir a los asistentes (y también a los no asistentes, de Bolivia y el mundo) acerca de lo que es un golpe de Estado.
GARY A. RODRÍGUEZ
Habían pasado tan solo cinco días desde nuestro último encuentro en la Reunión de Directorio del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), cuando, de una forma inesperada, se produjo el infausto suceso que marcaría la vida de muchísima gente.
Habían pasado tan solo cinco días desde nuestro último encuentro en la Reunión de Directorio del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), cuando, de una forma inesperada, se produjo el infausto suceso que marcaría la vida de muchísima gente.
En la truculenta historia de Bolivia, el asesinato político ha sido una constante. Desde el motín del 18 de abril de 1828, cuando se intentó asesinar a Sucre, y el horrendo crimen del 1 de enero de 1829, en el que se victimó a Pedro Blanco, la lista de crímenes es larga.
En la truculenta historia de Bolivia, el asesinato político ha sido una constante. Desde el motín del 18 de abril de 1828, cuando se intentó asesinar a Sucre, y el horrendo crimen del 1 de enero de 1829, en el que se victimó a Pedro Blanco, la lista de crímenes es larga.