El sábado pasado, se desarrolló en Santa Cruz de la Sierra el “Encuentro por la libertad”, que congregó a economistas, analistas, dirigentes políticos, empresarios, activistas y estudiantes, con el objetivo de plantear una alternativa liberal para Bolivia.
El congreso fue por demás nutrido, superando por mucho la expectativa de 300 participantes que preveían sus organizadores.
Entre las disertaciones, destacó la del economista Antonio Saravia, quien mostró un amplio dominio escénico, como corresponde a un potencial presidenciable. Jaime Dunn, uno de los principales analistas financieros del país, planteó la necesidad de entender y promover al capitalismo popular (un rótulo que algunos venimos empleando desde hace años y una idea a la que parece haberle llegado, finalmente, su hora).
Dos notas de color: 1) al margen de sus sólidos conocimientos de la teoría económica, el profesor Marco Antonio del Río hizo una notable imitación de Marlon Brando en ==El Padrino, mostrando sus dotes histriónicas; y 2) cuando alguien intentó descalificar el encuentro por su “poca diversidad” y “presencia de miembros de la clase privilegiada”, la entrada tumultuosa de un gran contingente de universitarios de El Alto sirvió de respuesta contundente a las falacias. Fue la realidad contestando al discurso.
En lo que toca a mi disertación, enmarcada en un panel sobre “el liberalismo como filosofía política”, hablé brevemente sobre los orígenes de las ideas de la libertad, sobre todo en su relación con la ilustración escocesa, remarcando las diferencias con el camino que siguió la ilustración continental, que acabó sentando las bases para el socialismo.
El liberalismo como crítica del principio de autoridad, del pensamiento mágico en la política y de las mitologías del poder, fueron otros de los ejes.
Aterricé en lo concreto, comentando la crisis ambiental que sufrimos por estos días, y señalé la necesidad de impulsar un “liberalismo verde” que, ante el fracaso de las posturas eco-místicas del pachamamismo, postule mecanismos racionales basados en la protección privada o desde la sociedad civil de bosques y selvas, el arancel cero para tecnologías limpias y la eliminación de la intervencionista FES que incentiva los desmontes.
Por supuesto, el encuentro tuvo lugar en medio de grandes expectativas por lo que iba a suceder en las elecciones de Argentina del día siguiente, teniendo en cuenta que Javier Milei es un referente para muchos de los participantes.
Después de sus errores de campaña en primera vuelta, donde se había estancado en el mismo 30% de las primarias, el libertario dio un giro a la moderación para el balotaje, que evidentemente dio frutos. Y no se trataba de ningún “amordazamiento” o cambio de posturas, sino de algo tan simple como usar más argumentos que vociferaciones y archivar las ocurrencias sobre la venta de órganos.
En todo caso, si el entusiasmo era palpable el sábado, hoy el “viento del sur” está animando aún con más fuerza a las banderas de la libertad.
El autor es escritor y analista político