Les comparto una propuesta económica que hice para afrontar, de manera temporal, la vigente escasez de dólares y la presión inflacionaria creciente en el país, mediante la devaluación controlada, relativa y temporal de nuestra moneda.
Si bien, popularmente, una devaluación no es bien vista, no significa que sea mala.
De hecho nuestra moneda respecto al dólar paralelo se ha devaluado hasta en un 33 por ciento, ademas tenemos un tipo de cambio fijo de 6,96 por ya casi 13 años.
Las finalidades de esta propuesta económica son las siguientes:
1. Reducir las expectativas negativas, la incertidumbre y la sobre demanda del dólar en la economía de nuestro país.
2. Restarle competitividad al dólar paralelo o negro en el mercado cambiario, sobre todo en el informal.
3. Restituir o incrementar el estimulo (atractivo) para el sector exportador nacional, mediante un tipo de cambio favorable, para que el mismo inyecte sus dólares al sistema financiero nacional y de ahí al público del país.
Si bien esta propuesta es técnicamente viable, también tendrá un componente político importante para su implementación.
Ademas, aunque la misma no garantiza que resolverá plenamente esta crisis cambiaria, ya que es estructural, puede ayudar a que la coyuntura económica no se vuelva más critica.
Para que tenga mayor efectividad, debe venir acompañada de otras políticas fiscales y monetarias que permitan, por ejemplo, que los exportadores tengan los estímulos y las condiciones necesarias para traer sus dólares a nuestros sistema financiero.
Es sólo una propuesta, que puede tener defectos y criticas, pero en esta situación conflictiva, con miras a subir de escala, el país y la población necesita “propuestas y no más problemas”.