José Martí dijo cierta vez: “Hay tres cosas que cada persona debería hacer durante su vida: Plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro”. El poeta se refería al legado que dejaremos al partir de este mundo. Nuestras obras darán cuenta de ello. En lo que a mí respecta, con el favor de Dios, planté más de un árbol; tengo dos hijos y sus esposas son dos hijas más para mí, y escribí más de un libro. De tal manera que debo considerarme una persona muy bendecida, especialmente, cuando, respecto a lo tercero, fui coautor del libro Modelo de Desarrollo Cruceño: Factores y valores que explican su éxito, el mismo que superó de lejos, muy de lejos, lo esperado. Sé que no soy el mejor y tampoco pretendo parecerlo, por eso, todo lo atribuyo a Dios: Él es bueno conmigo, demasiado, diría yo; es por su gracia que soy lo que soy, para la gloria y honra del Altísimo.
Pero si hay algo por lo quisiera que un día se me recuerde es, primeramente, porque fui un seguidor de Jesucristo y traté de agradar a Dios; en segundo lugar, por mi entrega a Santa Cruz, que me acogió de pequeñito, de sólo 6 años, cuando llegamos del interior con mi mamá Emma y mis dos hermanas para encontrarnos con mi papá Héctor que había migrado años antes para trabajar.
No voy a decir que las cosas fueron fáciles al principio, pero, a estas alturas de mi vida, haciendo un recuento —viendo a la región y al país, además— puedo dar fe que es más doloroso ser pobre en otros lugares, que ser pobre en Santa Cruz.
Ciertamente, esto es lo que los autores del libro quisimos reseñar al momento de escribirlo, siendo que los cuatro verdaderamente “migramos” a la capital cruceña —Oscar Soruco, desde Brasil; Pablo Mendieta, desde Potosí; Carlos Hugo Barbery, desde Montero, y, yo, desde Cochabamba— por tanto, sabemos lo que decimos, nadie nos lo contó, lo vivimos: Hablamos de lo que fuimos, de lo que somos y de lo que queremos ser y hacer, porque ¡somos Santa Cruz, somos Bolivia!
Por eso decidí escribir esta columna, porque una vez más llega septiembre, el mes de la Efeméride de Santa Cruz y hoy más que nunca resulta imposible no hablar del modelo de desarrollo cruceño, porque en medio de todas las turbulencias que afectan al país, nuestro futuro, nuestra forma de ver y hacer las cosas, de una u otra manera están en juego, por eso, ahora más que nunca, quienes vivimos en esta generosa tierra, debemos pensar en serio:
¿Quiénes somos? ¿Qué hemos hecho en el pasado? ¿Qué nos resta hacer para engrandecer aún más a Santa Cruz y desde Santa Cruz a Bolivia, siendo que el futuro de nuestros hijos y el de los hijos de nuestros hijos está de por medio?
Cuando escribimos el libro mostramos con hechos históricos y cifras socioeconómicas irrefutables que la región es una verdadera tierra de oportunidades, la tierra prometida para muchos, porque en ella se puede “hacer” dinero (progreso económico), pero no sólo eso, Santa Cruz permite llegar a “ser” (realización personal) por medio del “espíritu cruceño” que es emprendedor, que lleva a la gente a ser empresaria.
Dijimos que el modelo cruceño existe, que no es perfecto, pero es exitoso porque no sólo dan cuenta de ello las cifras económicas, sino también las demográficas y de calidad de vida, por eso la migración interna no para, habiendo llegado Santa Cruz de la Sierra, de ser una inhóspita aldea, hace 70 años, a ser una ciudad cosmopolita ¡una potente señal de que el modelo funciona!
Dijimos también que Santa Cruz destaca a la hora de crear instituciones gracias a su “alma instituyente”, llevando al departamento a ser resiliente frente a las adversidades, haciéndolo capaz de resolver por sí mismo sus necesidades, pero también, a su gente, aguda y despierta, a capitalizar las oportunidades que se presentan. De ahí que, quien trabaja esforzadamente en la región, progresa y no quiere volver a su lugar de origen porque ha pasado a ser un cruceño más, siendo que, como definimos en la obra, el “ser cruceño” no sólo es quien nace en Santa Cruz, sino, todo varón o mujer que ama y respeta a la región.
Finalmente, explicamos que el modelo de desarrollo cruceño se basa en 5 factores (recursos naturales, humanos, financieros tecnológicos e institucionales) y está sustentado en 5 valores (libertad, individualidad, competitividad, cooperativismo e integración), existiendo claras evidencias de su funcionamiento que demuestran que existe y que es exitoso, aunque, como toda obra humana, puede ser perfeccionado.
Van a cumplirse tres años desde que el 22 de septiembre de 2021 el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) y la Sociedad de Estudios Geográficos e Históricos de Santa Cruz (SEGH-SC) -la insigne entidad que lanzó el célebre Memorándum de 1904- pusieran en circulación el libro “Modelo de Desarrollo Cruceño: Factores y valores que explican su éxito”, con un inédito abordaje histórico, filosófico, social y económico, queriendo enamorar a Bolivia. Le invito a descargar el libro y, si puede, reenvíe el link, por favor: https://t.ly/dEJqa
En aquella tarea, en la mayor parte de los casos un tanto mecánica y dicotómica, de buscar causas y responsables del mayor ecocidio y desastre ecológico producido en Bolivia, hay muchos puntos de vista.
En mi anterior columna, había adjudicado esa ignominiosa responsabilidad al expresidente Morales, al régimen y su partido. Los datos son elocuentes. Con el discurso del “vivir bien” se convirtieron en los más perversos depredadores de la Madre Tierra.
En aquella tarea, en la mayor parte de los casos un tanto mecánica y dicotómica, de buscar causas y responsables del mayor ecocidio y desastre ecológico producido en Bolivia, hay muchos puntos de vista.
En mi anterior columna, había adjudicado esa ignominiosa responsabilidad al expresidente Morales, al régimen y su partido. Los datos son elocuentes. Con el discurso del “vivir bien” se convirtieron en los más perversos depredadores de la Madre Tierra.
Escenas apocalípticas surcan incesantes y veloces por medios y redes sociales imprimiendo horror en las pupilas y en la conciencia de los usuarios, sean quienes sean. Se integran en una saga de largometrajes anuales sobre la base de la cual Bolivia ocupa el tercer lugar en el mundo en materia de incendios, luciéndose como un hueco en hundimiento sostenido. Imágenes satelitales y fotografías aéreas tiñen de rojo Bolivia en el centro del espacio de Sudamérica.
Escenas apocalípticas surcan incesantes y veloces por medios y redes sociales imprimiendo horror en las pupilas y en la conciencia de los usuarios, sean quienes sean. Se integran en una saga de largometrajes anuales sobre la base de la cual Bolivia ocupa el tercer lugar en el mundo en materia de incendios, luciéndose como un hueco en hundimiento sostenido. Imágenes satelitales y fotografías aéreas tiñen de rojo Bolivia en el centro del espacio de Sudamérica.
HUMBERTO VACAFLOR GANAM
Dar de comer a los bomberos voluntarios que tratan de apagar los incendios de los bosques es un pecado que debe castigarse con la muerte, según los incendiarios.
La profesora Marisabel Moirenda Urape, de 28 años, fue asesinada en Guarayos por los sicarios de la transnacional del crimen organizado que maneja estos incendios.
Dar de comer a los bomberos voluntarios que tratan de apagar los incendios de los bosques es un pecado que debe castigarse con la muerte, según los incendiarios.
La profesora Marisabel Moirenda Urape, de 28 años, fue asesinada en Guarayos por los sicarios de la transnacional del crimen organizado que maneja estos incendios.
IGNACIO VERA DE RADA
Como dice el filósofo H.C.F. Mansilla en su libro Filosofía occidental y filosofía andina (2016), “la idea del necesario equilibro entre el Hombre y la Tierra y la consciencia de la violación del medio ambiente por la civilización industrial, trajeron consigo por aquellos años una reevaluación de la ‘sabiduría indígena’, la que se expandió desde las selvas amazónicas hasta la zona montañosa de los Andes, dando una nueva oportunidad a la filosofía andina”.
Como dice el filósofo H.C.F. Mansilla en su libro Filosofía occidental y filosofía andina (2016), “la idea del necesario equilibro entre el Hombre y la Tierra y la consciencia de la violación del medio ambiente por la civilización industrial, trajeron consigo por aquellos años una reevaluación de la ‘sabiduría indígena’, la que se expandió desde las selvas amazónicas hasta la zona montañosa de los Andes, dando una nueva oportunidad a la filosofía andina”.
GABRIELA CANEDO VÁSQUEZ
En este mismo instante en el que usted está leyendo estas líneas, las llamas avanzan y continúan devorando hectáreas y hectáreas de bosque, en los departamentos de Santa Cruz, Beni, Pando y parte de La Paz.
En este mismo instante en el que usted está leyendo estas líneas, las llamas avanzan y continúan devorando hectáreas y hectáreas de bosque, en los departamentos de Santa Cruz, Beni, Pando y parte de La Paz.
Dicen que el presidente Hilarión Daza postergó la difusión de la noticia sobre la invasión chilena a las costas bolivianas para no entorpecer la celebración carnavalera. Otras versiones aseguran que ese dato es un mito tejido por los chilenos y sus oponentes. También aseguran que, aunque hubiese circulado la noticia, igual los bolivianos habrían seguido con la fiesta. Lo cierto es que en 1879 la República de Bolivia perdió su cualidad marítima y el riquísimo territorio del Litoral.
Dicen que el presidente Hilarión Daza postergó la difusión de la noticia sobre la invasión chilena a las costas bolivianas para no entorpecer la celebración carnavalera. Otras versiones aseguran que ese dato es un mito tejido por los chilenos y sus oponentes. También aseguran que, aunque hubiese circulado la noticia, igual los bolivianos habrían seguido con la fiesta. Lo cierto es que en 1879 la República de Bolivia perdió su cualidad marítima y el riquísimo territorio del Litoral.
JUAN JOSÉ TORO MONTOYA
Los bolivianos sabíamos que nuestra clase política sería la que destruiría el país, pero no vislumbramos cómo… hasta ahora.
Los bolivianos sabíamos que nuestra clase política sería la que destruiría el país, pero no vislumbramos cómo… hasta ahora.
La reciente muerte de Eduardo Pérez Iribarne nos invita a reflexionar sobre su vida y el rol que él, como sacerdote jesuita, desempeñó en Bolivia durante los últimos 50 años. Además, nos trae la necesidad de explorar el sentido y el papel que los miembros de la Compañía de Jesús han jugado en la construcción del socialismo y el ascenso del Movimiento al Socialismo (MAS) al poder en Bolivia.
La reciente muerte de Eduardo Pérez Iribarne nos invita a reflexionar sobre su vida y el rol que él, como sacerdote jesuita, desempeñó en Bolivia durante los últimos 50 años. Además, nos trae la necesidad de explorar el sentido y el papel que los miembros de la Compañía de Jesús han jugado en la construcción del socialismo y el ascenso del Movimiento al Socialismo (MAS) al poder en Bolivia.
“Se autoriza el desmonte para actividades agropecuarias en tierras privadas y comunitarias…”. Con esas palabras firmó Evo Morales el decreto que inició el año 2019 este terrible infierno, poco antes de los conflictos que provocaron varias muertes. “Las pequeñas familias, si no chaquean, ¿de qué van a vivir?”, justificó la demagógica e irresponsable medida que buscaba votos, renunciando a sus banderas defensoras de la Pachamama, con las que sedujo años atrás a los bolivianos.
“Se autoriza el desmonte para actividades agropecuarias en tierras privadas y comunitarias…”. Con esas palabras firmó Evo Morales el decreto que inició el año 2019 este terrible infierno, poco antes de los conflictos que provocaron varias muertes. “Las pequeñas familias, si no chaquean, ¿de qué van a vivir?”, justificó la demagógica e irresponsable medida que buscaba votos, renunciando a sus banderas defensoras de la Pachamama, con las que sedujo años atrás a los bolivianos.
GARY ANTONIO RODRÍGUEZ
Qué difícil escribir sobre nuestro país en medio de sucesos que aumentan la conflictividad, como si lo que no necesitáramos fuera paz a fin de que todo mejore…
Qué difícil escribir sobre nuestro país en medio de sucesos que aumentan la conflictividad, como si lo que no necesitáramos fuera paz a fin de que todo mejore…