Todos (as) los (as) que estuvimos con RAMÓN ROCHA MONROY (Ojo de vidrio), el viernes 15/12/23 lo recibimos de pie y entre aplausos y felicitaciones. Entró Ramón con un caminar muy lento, sereno y con una sonrisa de felicidad. Muy satisfecho, ya que recibía el afecto, cariño, respeto, admiración y valoración por su gran contribución a la literatura y cultura del país.
Lo grandioso es que el homenaje ha sido en vida, si señores (as) ¡EN VIDA!. KAWSASPA KAWSANA, RAMÓN JINA KAWSANA.
Para empezar, tuvimos un lujo de conductora, la linda y carismática Alejandra Carranza, gran prestancia en todo momento.
Ramón sentado serio, solemne y con la mirada de agradecimiento a todos (as), giraba la cabeza a todo lado, dando gracias, muy especialmente a las personalidades que estaban sentados junto a él, los mejores escritores del país.
Gonzalo Lema, Vilma Tapia, Xavier Jordán, Alex Aillón, Issac Kukoc, Ricardo Bajo y Fernando Molina (que valoro por video).
Sus “cuates”, sus “carnales” hablaron con la calidez de amigo, con palabra veraz, dijeron de Ramón su grandeza, virtudes, defectos y gran don de persona que hasta ahora es.
Cambió el escenario, aparecieron las escenas ramonezcas, teatro basado en la obra de Ramón. “El run, run de la calavera”. Gran calidad de los actores, intercalado con música y cantos. Admirables Cristian Mercado, Pedro Grossman, Erika Andia y otro actor que no recuerdo. Presentación magistral, brotaron cienes de aplausos.
Y el homenaje continua, llega la parte musical, voces e instrumentos de sus mejores “cuates del alma”, como Willy Claure y sus cuecas. El Papirri (primo hermano), cantando “Ahora que tenemos, ahora que tenemos, Bien le cascaremos…” Ramón no pudo contenerse y brotaron como dos o tres gotas de cristal, lágrimas de agradecimiento y surcando por sus mejillas, dijo en silencio: ¡Gracias a todos y todas!
Luego un ensamble musical, con músicos de gran nivel. También Chinchilla Jazz Band, voz de la srta. Cardozo, que voz, Dios mío. Serás grandiosa lindura… Y la grata presencia de Chela Rivera, su comadre, confidente y hasta cuñada (no perdió el tiempo Ramón en su años mozos), recordando cantó las canciones que interpretaban con Ramón en tardes y noches de tertulia, hasta amanecer.
Desde el inicio hasta el final las distinciones y reconocimientos: la Asamblea nacional, Los Tiempos, Opinión, UMSS, Alcaldía, Banco Central y varias instituciones culturales. Colgaba de su pecho medallas y entre sus manos plaquetas de homenaje. Un justo reconocimiento a un Cochabambino más auténtico que el Río Rocha.
La satisfacción queda Ramón, que luchando, dando toda una vida, sin dar paso atrás, como el Cid campeador, nos enseñaste con tu pluma que cada uno es deudor con su pueblo y tú cumpliste en demasía. Pero además sabemos que todavía hay mucho que publicar. Ójala las autoridades asuman esa responsabilidad.
Quién organizó y comprometió a tanta intelectualidad y músicos para que estén presenten en La LLajta, fue Raquel Rocha (a su grandioso papá). Hiciste lo que pocos (as) hacen, agradecerle en vida y rendirle gratitud y amor, por ser un ejemplo de vida.
Y culminaron con saludos, cariños y besos de los hijos (as), nietos (as). Con y por ellos se vive.
Lo que vale: ¡TODO EN VIDA!...¡TODO EN VIDA!