Cada vez es más frecuente que las mujeres profesionales posterguen su maternidad para destacarse en el trabajo o consolidarse económicamente. Sea cual fuera el motivo, hoy por hoy, tres exitosas comunicadoras Marcela Gonzales, Dennis Quiroga y Sandra Alcázar viven su anhelado momento.
Todas son madres primerizas después de los 36 años y contaron a la revista OH! sus temores, alegrías y travesías para cumplir el sueño de tener un hijo. Todas planificaron ser madres y algunas lo consiguieron de manera inmediata y otras enfrentaron procesos más complicados para lograrlo.
Ser madre después de los 36 años es más difícil porque la fertilidad en la mujer disminuye considerablemente.
Dennis Quiroga
Tras 11 años de casados, Denisse Quiroga y su esposo, Juan Carlos Monrroy, anunciaron, hace una semana, la llegada de su primer bebé en un video publicado en redes sociales. La presentadora de 41 años tiene 12 semanas de gestación.
Dennis buscó quedar embarazada desde los 35 años. Pero al no conseguirlo de forma natural, la pareja recurrió a ayuda profesional y, tras seis años de tratamientos interrumpidos, logró la gestación con fertilización in vitro, realizada en el Centro Vida Fivgo, en la ciudad de La Paz.
“Comenzamos hace seis años congelando óvulos y embriones, con tratamiento, logramos hacer una primera fertilización, pero no funcionó. Tuvimos que hacer otra que con ayuda de la ecnología dio buenos resultados. Seis años habíamos buscado naturalmente, unos cuantos años dejamos de insistir”, cuenta.
La comunicadora indica que todo ese proceso fue muy estresante y todavía lo sigue siendo. “En el proceso te da miedo cuando no logras embarazarte, cuando lo logras sigues con miedo los nueve meses. En este proceso muchas parejas prefieren mantenerlo en reserva para evitar el dolor de las familias”, explica.
Ahora, con un embarazo de 12 semanas, la pareja se encuentra muy feliz y recibe el apoyo y amor de sus seres queridos. “Me siento muy feliz, muy bendecida, es un bebito muy esperado, muy anhelado, estamos con ansias, sabemos que cambiará nuestras vidas”, cuenta la presentadora.
Dennis señala que el apoyo de su esposo en todo este proceso fue fundamental para ella. “Eso fue lo más importante porque te acompaña, tuvo que ser fuerte y comprensivo. También agradezco a la gente que sabía del caso y sin conocernos nos apoyaban, oraban por nosotros y nos brindaron palabras de aliento”.
Marcela Gonzáles
En diciembre de 2023 y a sus 35 años, Marcela Gonzales, presentadora de televisión, anunció su embarazo. Actualmente, ya tiene 36 semanas de gestación y espera en los próximos días el nacimiento de su hija, a la que llamará Natalia.
La cochabambina ya tiene 36 años y asegura que siempre estuvo enfocada en su trabajo y ser madre nunca estuvo dentro de sus prioridades, hasta que conoció a su pareja Fernando Velázquez, con quien estuvo segura de que podría formar una familia.
“He decidido ser mamá porque me nació un sentimiento muy lindo, todo fue muy bien planificado y es una bebé deseada. Estaba asustada porque no sabía si el embarazo tenía que ser normal por la edad, pero no tuve ninguna dificultad para embarazarme. Desde antes de quedar en gestación ya tomaba ácido fólico, dejé de consumir bebidas alcohólicas, no fumaba, hacía ejercicio, siento que he hecho las cosas correctas, y gracias a Dios se dio todo en el momento indicado”, dice.
La presentadora, además, asegura que su embarazo es maravilloso, sin ningún malestar físico, rodeada del amor de su familia y compañeros de trabajo. “Sentí el cariño de mucha gente, y todas las mujeres deberían sentirse así en esa etapa de sus vidas. No he tenido muchas molestias, fue un embarazo hermoso, estoy ansiosa por conocer a Natalia, a ella la esperan corazones llenos de amor”, afirma.
La comunicadora retornará a las pantallas el 15 agosto.
Sandra Alcázar
La reconocida presentadora de televisión Sandra Alcázar también fue madre a los 36 años, después de la pérdida de un embarazo, por lo que su hija de nueve meses, María Valentina, es una bebé arcoíris.
“Es una bebé arcoíris, yo tuve una pérdida, ahí pensé que ya no podría ser mamá. Cuando decidimos ser papás con mi pareja, pensé que iba a tardar en embarazarme, que no sería tan rápido, pero en el momento que lo decidimos llegó y desde que nació cambió por completo mi vida. Vino a iluminar y llenarme de esperanza y confirmar que los sueños se hacen realidad, a volverme una mujer más fuerte, más sensible”, dice.
Sandra considera que la maternidad llegó a su vida en el tiempo perfecto. “A veces digo que tal vez me hubiese gustado ser mamá más joven, pero uno no puede ir en contra de los planes de Dios. Creo que también hay que prepararse muy bien económicamente para darle (a los hijos) una vida de calidad y cuando existe una planificación familiar la situación es más llevadera”.
Ahora Sandra combina la maternidad con el trabajo.
“Me siento realizada como mujer: el poder dar vida es algo hermoso, ver cómo cada día Valentina crece y nos sorprende es un sueño hecho realidad, pero no podemos negar que la maternidad es un trabajo demandante y me tocó hacer a un lado muchos trabajos, pero, como dicen, los bebés vienen con la marraqueta bajo el brazo, y todo en mi vida se va encaminando de la mejor manera y no hay nada más gratificante saber que mi bebé está sanita y todo marcha bien”.
Sandra y su pareja, Ulises Guallanez, no descartan tener un segundo hijo. “Estaba con la idea de tener sólo un hijo, pero creo que poco a poco voy cambiando de decisión. Me gustaría darle un hermanito, pero el tiempo dirá si es el momento o no, ahora nuestra prioridad, como papás, es hacer todo para que nuestra hija sea una bebé feliz y tener la mejor familia”.
Fertilización
Gracias a los avances de la medicina, las parejas que no logran tener hijos pueden hacerlo. Además, las mujeres pueden congelar sus óvulos para retrasar sus embarazos, y así se desarrollan profesionalmente y, al mismo tiempo, cumplir con su deseo de ser madres.
En Bolivia eso es posible gracias a los centros que trabajan con las fertilizaciones, uno de ellos es el Centro Vida Fivgo, al que acuden diariamente entre 40 a 60 mujeres y parejas con problemas de fertilidad. En 2023, lograron que 520 mujeres se embaracen con fertilización in vitro. De esa cantidad, el 75% son mujeres mayores de 35 años, así lo señala el especialista de la institución, Luciano Gutiérrez Pérez.
Las mujeres optan por la congelación de óvulos para postergar su embarazo, en su mayoría se trata de profesionales que ocupan altos cargos o cursan cursos de especialización y no pueden interrumpir su vida profesional con un embarazo, explica Gutiérrez.
“Todos los días recibimos mujeres que tienen dificultad para lograr el embarazo de los nueve departamentos y de otros países. Muchas de ellas necesitan tan solo mejorar las hormonas o ayudar a los espermatozoides, otro grupo de pacientes necesitará un acompañamiento más detallado para poder lograr el embarazo y un grupo reducido de pacientes necesitará realizarse algún tratamiento de medicina reproductiva de alta complejidad”, dice.
Asimismo, acuden mujeres solteras que desean ser madres y para ello se recurre al banco de semen. El Centro Vida Fivgo es el único en el país que tiene una sociedad con Ovobank (el banco de ovocitos y esperma más grande de Europa), que provee muestras de semen u ovocitos cuando así lo desea la madre.
“También existen mujeres jóvenes solteras que desean conservar la fertilidad y deciden congelar sus ovocitos para poder ser madres cuando así lo dispongan, también hay hombres que fueron diagnosticados con un cáncer o que desean hacerse una vasectomía que congelan muestras de semen”.
El médico explica que uno de los motivos principales que impide el embarazo es la edad. En su mayoría se trata de mujeres de 40 años que buscan su primera gestación.
“Cuando abordamos a las parejas con infertilidad consideramos que el problema es de ambos. Ahora bien, en rigor de la literatura, 33% es de causa femenina, 33% es de causa masculina y el otro 33% corresponde a problemas de ambos”, indica.
Gutiérrez señala que la tecnología avanzó mucho para ayudar a las parejas que no pueden embarazarse. “La tecnología en laboratorio y las incubadoras con las que contamos en Centro Vida tienen la tecnología Time Lapse, permite monitorear al embrión de forma continua sin necesidad de moverlo. Esto genera menor estrés para el embrión y mejor calidad del mismo, los medios de cultivo donde se desarrollan los embriones cada vez son mejores, como las técnicas para buscar el mejor espermatozoide. Podemos citar también el estudio genético, saber que tu embrión está genéticamente bien antes de ser madre brinda mucha tranquilidad”.
Cifras
En América Latina, el 38% de las mujeres trabajadoras abandonan la fuerza laboral después de tener hijos, y el 37% aún no ha regresado después de diez años.
En promedio, el 24% de las mujeres abandonan la fuerza laboral durante el primer año después del nacimiento de su primer hijo. Después de cinco años, el 17% aún no ha regresado al trabajo.
Después de diez años, el 15% sigue ausente de la fuerza laboral.
Según la Organización Internacional del Trabajo, en 2018, 606 millones de mujeres en edad laboral en todo el mundo no pudieron considerar trabajar por las responsabilidades de cuidado familiar, en comparación con 41 millones de hombres.