La Asociación de Beneméritos de la Guerra del Chaco Tres Pasos al Frente, cumplió 60 años y a lo largo de su trayectoria se ha dedicado a mantener viva en la memoria de la población la historia del conflicto bélico entre Paraguay y Bolivia, librado entre 1932 y 1935, por el control del Chaco Boreal.
Por esa importante labor, la Asociación recibió el 4 de mayo un reconocimiento por parte de la Cámara de Senadores de la Asamblea Legislativa Plurinacional. La institución acumula más de 10 distinciones, entre ellas se encuentra el Cóndor de los Andes, que fue otorgada hace algunos años atrás.
Bertha Alarcón de Guillen es la presidenta de la Asociación Tres Pasos al Frente y además es hija de uno de los 163 cadetes del Colegio Militar que fueron a la Guerra del Chaco.
La adulta mayor, junto a otros hijos, nietos y bisnietos de los integrantes de la Asociación Tres Pasos al Frente, cumplen la tarea de mantener viva la historia al recordar el sacrificio de los bolivianos que lucharon en el conflicto bélico.
Durante la Guerra del Chaco, Bolivia movilizó alrededor de 250.000 soldados y unos 60.000 bolivianos perdieron la vida, además hubo gran cantidad de heridos, mutilados y desaparecidos.
La presidente de la Asociación Tres Pasos al Frente, Bertha Alarcón de Guillen conversó con OH! sobre la importancia de tener en la memoria a los soldados que expusieron su vida en el conflicto bélico para defender el territorio boliviano.
- ¿Qué función cumple la institución?
- Ya estoy siete años a la cabeza de la Asociación Tres Pasos al Frente, que se fundó un 4 de mayo de 1964, con la misión de mantener viva la historia, informando permanentemente a las nuevas generaciones sobre la historia de la Guerra del Chaco y el sacrificio de jóvenes que participaron en ella. Ya tenemos 60 años y hemos cumplido aniversario de diamante. Tenemos un directorio y siempre hacemos reuniones, tenemos actividades, más que todo en los aniversarios, como en la fecha del inicio de la guerra y del cese de hostilidades. Hemos recibido muchas condecoraciones, como la de la Alcaldía de La Paz, Colegio Militar, Amigos de la Ciudad, Cámara de Diputados y la última es la de la Cámara de Senadores y también tenemos el Cóndor de los Andes que nos han entregado hace muchos años.
- ¿Considera que se sabe muy poco de la Guerra del Chaco?
- Nosotros siempre hemos tenido mucha actividad con colegios, explicando a los alumnos como fue la Guerra del Chaco, como se ha iniciado y como terminó, esa es nuestra labor, hacer conocer todo esto que ha sido una guerra desigual en la historia de Bolivia.
Nosotros vamos a las escuelas, llevamos diapositivas, CDs, damos charlas para que ellos conozcan más sobre la Guerra del Chaco.
De los 163 cadetes de la Escuela Militar que fueron a la guerra ya no se sabe nada. Ya no se enseña esa parte de la historia y nosotros como hijos debemos mantenerla y siempre homenajearlos, mantener el recuerdo vivo.
Lo que a mí me interesa es pedir a las autoridades castrenses que se preocupen un poquito de dar esa enseñanza a los jóvenes, a los mismos soldaditos, ya no les enseñan la historia de Bolivia, si usted pregunta a un bachiller no saben, incluso mismas autoridades que están ahora en el Gobierno no saben qué es la Guerra del Chaco.
Los héroes en todas partes del mundo son venerados y recordados, pero aquí prácticamente se han olvidado si no fuéramos nosotros, los hijos, ya se hubieran perdido.
Yo veo que los militares se han vuelto políticos, no tienen que ser políticos, el militar está para defender a su patria.
- ¿Cómo se conforma la Asociación?
- Los cadetes de la Escuela Militar que retornaron de la guerra formaban parte de la Federación de Beneméritos de la Patria, en la que estaban todos incluidos ahí (tropa, civiles y Colegio Militar), pero cuando ya se jubilaron decidieron formar su propia asociación, entonces se separaron de la federación y formaron las Asociación Tres Pasos al Frente.
Ahora los hijos estamos a cargo y Dios quiera que esto siga con los nietos y bisnietos.
A nivel nacional y en el exterior existen 120 descendientes directos (hijos) de los beneméritos de la Escuela Militar, nosotros nos mantenemos comunicados, damos una cuota anual para mantener los nichos de perpetuidad de nuestros padres y realizamos otras actividades.
- ¿Hay algún benemérito fundador de la Asociación vivo?
- Lamentablemente el último murió hace 3 años a los 103 años, se llamaba Numa del Carpio.
- ¿Quién fue su padre?
- Mi padre era Jorge Alarcón Muñoz, era cadete de la Escuela Militar y con 17 años de edad dio tres pasos al frente para enlistarse y pelear en la Guerra del Chaco.
Él cayó prisionero con un grupo de cadetes y se hizo un diario con los nombres de todos los que estaban como prisioneros de guerra, ese diario yo lo tengo hasta la fecha, para mí eso es una reliquia. El diario tiene frases muy lindas y emotivas de los que estaban presos y detalla lo que ha pasado ahí, ha sido terrible, por eso tiene mucho valor sentimental.
Él tenía una medallita de Santa Teresita en su cuello y cuando empezaron los disparos, una bala rebotó en la medallita y gracias a eso mi papá regresó vivo, eso me conmovió mucho.
Mi papá volvió tres años después de iniciada la guerra. Al retornar continuó con su carrera de ingeniería en el Colegio Militar y después conoció a mi madre en Santa Cruz, formó su familia y tuvo seis hijos. El murió hace 26 años, a sus 85 años.
Mi progenitor y los que retornaron con él de la guerra tenían un grupo, con ellos íbamos de excursiones, todos estaban casados, eran muy unidos, siempre estaban juntos, hacían sus reuniones. Fue una vida bonita con mi papá, como era militar lo destinaban a diferentes destinos del país por eso conozco toda Bolivia y mis hermanos han nacido en diferentes departamentos.
- ¿Qué le contó su padre de la guerra?
- Los que fueron a la guerra del chaco en esa época eran muy jóvenes tenían entre 15,16 y 17 años, en realidad eran niños y no sabían a lo que estaban yendo, para ellos fue un cambio bien brusco y en su juventud ellos tuvieron que luchar en una guerra tan desigual, en cuanto a número de soldados y armamento.
Lo único bueno de esa guerra es que han logrado defender los pozos petrolíferos del Chaco boliviano y gracias a ellos no nos han quitado eso más y tuvimos el petróleo.
Ellos volvieron muy trastornados psicológicamente y físicamente afectados, ese cambio tan brusco les afectó a muchos. Mi papá perdió la audición y todo eso ha sido una experiencia muy amarga, no tienen un buen recuerdo, por eso nosotros los recordamos como héroes.
El origen del nombre del batallón
La historia relata que el 6 de octubre de 1933, los cadetes del Colegio Militar fueron convocados al patio de honor. Eran alumnos de primero, segundo y tercer curso del Colegio Militar, de entre 15 y 17 años, que se formaron en el patio del colegio y el Comandante pidió que den tres pasos al frente quienes estaban dispuestos a ir a la guerra del Chaco. Todos lo hicieron. La pregunta se repitió tres veces y en tres ocasiones los cadetes dieron los tres pasos, pese a que fueron advertidos del peligro de perder la vida. De ahí el nombre Batallón “Tres pasos al frente”.
Una vez que llegaron a Tarija, fueron agasajados. Bailaron y luego los cadetes fueron a las arenas del Chaco para enfrentarse con la muerte, cara a cara, en diferentes unidades militares.
En total fueron 174 cadetes a la guerra, solo volvieron 110. Algunos retornaron inválidos y con traumas psicológicos, otros fueron tomados prisioneros en Paraguay.
Historia
El conflicto bélico entre Paraguay y Bolivia inició el 9 de septiembre de 1932 y el cese de las hostilidades se acordó el 14 de junio de 1935, por la presión de Estados Unidos, por un tratado secreto firmado el 9 de julio de 1938, Paraguay renunció a 110.000 kilómetros ocupados por su ejército al cese de las hostilidades. El Tratado de Paz, Amistad y Límites se firmó el 21 de julio de 1938 y el 27 de abril de 2009 se estableció el acuerdo de límites definitivo. La zona en litigio quedó dividida en una cuarta parte bajo soberanía boliviana y tres cuartas partes bajo soberanía paraguaya. Bolivia recibió una zona a orillas del alto río Paraguay, denominada Triángulo Dionisio Foianini.
La guerra consumió ingentes recursos económicos de ambos países. Además, las tropas fueron afectados por distintos tipos de enfermedades tanto físicas como psicológicas, la característica hostil del teatro de operaciones, la falta de agua y mala alimentación produjeron el mayor porcentaje de bajas y afectaron la salud de los soldados sobrevivientes, a muchos de por vida.
Cuando Bolivia y Paraguay se volvieron estados independientes heredaron de la época colonial una vaga determinación de los límites de esa zona inhóspita y despoblada por lo que tuvieron que fijar sus respectivas jurisdicciones de acuerdo con documentos muchas veces contradictorios o mediante el trazado de líneas geodésicas. Los cuatro tratados de límites que se acordaron entre 1879 y 1907 no fueron aceptados definitivamente por ninguna de las partes.