El reiki es una técnica de sanación creada por el maestro Mikao Usui en el año 1922 y significa “Energía Universal”, consiste en la imposición de manos en ciertos puntos del cuerpo de importancia, puntos energéticos, meridianos y chacras.
Se trabaja canalizando la energía universal, todas las personas disponen de un cuerpo o campo energético, que en muchos casos se encuentra en desequilibrio o desorganizado, provocando enfermedades y desequilibrios, tanto físicos como emocionales.
A través de la armonización y canalización, se consigue que este campo energético se equilibre, dando lugar a un estado de paz y armonía en todo el organismo.
El reiki trata a la persona de manera holística, como un todo, con la premisa de que un cuerpo enfermo nos está queriendo decir que también a otros niveles hay algo que no está funcionando del todo bien.
En las sesiones se puede tratar cualquier desequilibrio tanto físico como emocional, porque se trabaja con la energía vital de la persona y la energía universal.
La persona, a través de esta canalización, desbloquea síntomas físicos y también emocionales, lo que le llevará a ser más consciente del problema o desequilibrio que atraviesa, sucediendo así los cambios que necesite experimentar.
Es una energía inofensiva, sin efectos secundarios, es práctica, segura, eficiente y compatible con cualquier otro tipo de terapia.
El reiki llega mucho más allá del cuerpo físico. Puede resultar eficaz, en manos expertas, en multitud de molestias y trastornos tanto físicos como psicológicos, como la ansiedad, el estrés, el insomnio, la artritis, las jaquecas, los problemas gástricos y también actúa como sanador de bloqueos emocionales profundos.
Es una energía preventiva y curativa. Puede ayudar en las terapias de desintoxicación, reduce los efectos secundarios de todo tipo de tratamientos, incluyendo la quimioterapia, por ejemplo. Acelera los tiempos de recuperación y mejora el estado general de personas sanas o enfermas, ya que equilibra las energías, libera las emociones, desarrolla la conciencia, aumenta la creatividad y eleva la energía vital.
Aplicaciones concretas del reiki
El reiki se emplea actualmente en algunos hospitales de reconocido prestigio donde se están realizando estudios sobre su efectividad. Como ejemplo de utilización del reiki, en el documento “Pautas de atención integral para personas que viven con VIH/SIDA en las Américas”, preparado por el Programa Regional sobre VIH/SIDA/ITS de la Organización Panamericana de la Salud, Oficina Regional de la Organización Mundial de la Salud, se menciona el reiki en el apartado de “Manejo del dolor y cuidados paliativos”.
- Lesiones: para acelerar el proceso de cicatrización y para soldar lesiones óseas. Reducir la inflamación en esguinces, sanar músculos desgarrados etc.
- Infecciones: ayuda al cuerpo a aumentar su capacidad para luchar contra enfermedades virales, reforzando su sistema inmunológico.
- Cáncer: se ha usado con éxito en combinación con quimioterapia para ayudar al organismo a mantener la fortaleza física necesaria para los tratamientos.
- Depresión y agresividad: el reiki sirve para equilibrar energéticamente y espiritualmente a las personas.
El reiki, más que tratar enfermedades específicas, consigue un equilibrio completo a través de la Energía Universal. De esta forma, el mismo paciente “toma las riendas” de su propia sanación.
Se debe dejar en claro que el reiki no puede reemplazar al tratamiento médico, aunque sí se puede utilizar de forma complementaria.