El huevo atesora un caudal de proteínas de calidad insuperable, su composición abarca los nueve aminoácidos esenciales, convirtiéndolo en una proteína completa. Pese a que por años fue despreciado por su supuesto impacto en los niveles de colesterol, hoy se reconoce su papel benéfico en una dieta equilibrada y cada vez más expertos aconsejan su ingesta cotidiana.
Cómo cocinar el huevo para absorber sus nutrientes
Para una óptima asimilación de las proteínas del huevo, es necesario desnaturalizarla. Esto se logra haciéndola más digerible mediante el calor.
Cuando se consume cruda, una gran cantidad de proteína se desperdicia al no ser digerida completamente por el organismo. Mientras que los batidos crudos son una opción, la desnaturalización térmica, ya sea cocinando el huevo a la plancha, revuelto o duro, es la forma más efectiva de aprovechar al máximo las proteínas del huevo.
Ideas para incorporar el huevo a la dieta diaria
El huevo es un ingrediente sumamente versátil en la cocina, que aporta proteínas tanto en platos principales como en guarniciones. Puede integrarse como complemento en ensaladas al incorporar trozos de huevo duro, o bien ser el protagonista en platos como tortillas para almuerzos o cenas, o revuelto para meriendas y desayunos.
¿Qué parte del huevo tiene más proteínas?
En su sitio web, la Academia Española de Nutrición y Dietética indica que la cantidad de nutrientes que contiene el huevo es directamente proporcional a su tamaño. Tomando como referencia un huevo de tamaño mediano, entre 53 y 63 gramos de peso total, se estima que la parte comestible es de aproximadamente 50 gramos.
Con estas cantidades, el contenido proteico sería de 6,4 gramos por unidad. Por lo tanto, en una ración diaria de dos unidades, se estaría consumiendo alrededor de 12,8 gramos de proteína proveniente de los huevos, resaltan los expertos.