El acuerdo firmado ayer entre líderes de organizaciones políticas, sectores sociales, Gobierno y el Tribunal Supremo Electoral (TSE) es un paso significativo, aunque no suficiente para evitar las primarias rumbo a las elecciones generales de 2025.
Entre los principales reparos para no llevar adelante este proceso está el artículo 87 de la Ley del Régimen Electoral, el cual establece que el TSE “no podrá organizar, dirigir, supervisar, administrar o ejecutar procesos electorales cuyo calendario electoral se superponga con el de otros procesos electorales”. En este contexto, si las elecciones primarias continúan, coincidirían con las elecciones judiciales.
Otro dato importante es el que mencionó, en varias oportunidades, el vocal Tahuichi Tahuichi, que en 2019 se gastaron 29 millones de bolivianos en la realización de elecciones primarias que sólo sirvieron para “ratificar” a los candidatos únicos de ocho organizaciones políticas.
Esos recursos podrían haberse destinado a obras sociales. En ese momento, los partidos de oposición coincidieron en pedir la suspensión del proceso, mientras que el oficialismo insistió en realizarlo para determinar qué partidos contaban con un verdadero apoyo de la población.
El TSE informó que dicho proceso reflejó niveles muy altos de abstención, con partidos que no lograron ni el 6% de participación de sus miembros, e incluso el frente oficialista, principal promotor de la votación, apenas consiguió que el 40% de sus seguidores acudieran a las urnas.
Varios actores políticos coinciden en que se trató de un “gasto innecesario” para la población boliviana, que prácticamente financia todos los procesos electorales. Sin embargo, resulta llamativo que en la foto de la conferencia ofrecida por los vocales del TSE aparezcan representantes de todas las organizaciones políticas y sociales que apoyaron la eliminación de las primarias, con excepción de Evo Morales, como representante del MAS, y Andrónico Rodríguez, como presidente del Senado.
Esta situación podría complicar el tratamiento ágil y la aprobación en el Senado del proyecto de ley que modifica el artículo 29 de la Ley de Organizaciones Políticas 1096 para dejar sin efecto las elecciones primarias.
Pese a ello, aparece una pequeña esperanza con el tuit de Rodríguez: “El acuerdo político en el encuentro representa un paso crucial, reflejando el compromiso unánime hacia la realización de las elecciones judiciales y la garantía de las elecciones generales en los tiempos oportunos”.
Esperemos que prevalezca la voluntad política, velando siempre por el bienestar general y no sólo por los intereses particulares que puedan perjudicar a aquellas personas que madrugan cada día para llevar un plato de comida a sus hogares.