Hace 43 años fueron identificadas por primera vez algunas manifestaciones de la enfermedad conocida actualmente como Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (sida) y que hasta ahora ha provocado la muerte de más de 40 millones de personas. Su causa, el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), se identificó en 1983.
Esa infección era irremediablemente mortal hasta hace unas décadas, pero hoy puede tratarse con resultados positivos, gracias a los avances médicos.
Sin embargo, su incidencia continúa siendo alta, entre otros factores, porque la percepción de riesgo ha bajado.
Con todo, el mundo está en camino de eliminar el sida para 2030. Así lo asegura un informe de Programa conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (Onusida), publicado en julio de este año.
Pero, en Bolivia, las cifras de nuevos contagios no parecen ir en esa dirección, aunque los datos oficiales publicados por el Ministerio de Salud no mencionan el número de casos de esta enfermedad detectados este año a escala nacional. En 2023, desde el 1 de enero hasta fines de noviembre se habían registrado 39.254 casos de VIH-sida en todo el país.
“La cantidad de pacientes con VIH está en aumento. En la presente gestión, hasta la semana pasada, se tienen 734 casos nuevos notificados”, señalaba hace unos días el responsable del Programa ITS-VIH/SIDA del Servicio Departamental de Salud (Sedes) La Paz.
Y el Ministerio del sector corrobora esa tendencia: “En 2024, se reportaron 158 mujeres embarazadas con VIH, lo que representa un desafío clave para erradicar la transmisión materno-infantil, con 659 casos históricos en menores de 5 años” señala esa instancia del Estado en su página web.
De acuerdo con el informe VIH y sida en Bolivia: Reflexiones sobre una epidemia en evolución, del Instituto para el Desarrollo Humano IpDH-Bolivia, “la incidencia de VIH en Bolivia ha experimentado un aumento del 146,45 por ciento entre 2010 y 2023, superando notablemente los promedios latinoamericanos. Ese documenta constata que “cada año hay una mayor cantidad de nuevos diagnósticos; en 2023 fueron 3.406 nuevos casos, 10 por ciento más que en 2022”.
En Bolivia, actualmente 18.680 personas diagnosticadas con VIH “tienen acceso gratuito al tratamiento antirretroviral, exámenes complementarios y monitoreo clínico, lo que prolonga su vida y les permite vivir en condiciones de igualdad y dignidad”, afirma el Ministerio de Salud.
Pero la Defensoría del Pueblo de Bolivia denunció el domingo que “las personas que viven con el virus de inmunodeficiencia humana continúan enfrentando una serie de barreras que limitan que la respuesta al VIH sea efectiva”.
Es tiempo de que, como lo recomienda Onusida, “las autoridades, las personas miembros de la comunidad y quienes gestionan los programas trabajen conjuntamente para cerrar las brechas significativas que persisten en el acceso a los servicios relacionados con el VIH”.