El censo “arcista” pasará a la historia como el más criticado, atacado y conflictivo.
Los problemas comenzaron cuando se lo postergó, desatando la huelga más larga que ejecutó Santa Cruz: 36 días. Este Departamento era el más interesado en que se lo realice debido a que estaba convencido, como el resto del país, de que su crecimiento poblacional fue elevado, ayudado, entre otros factores, por la inmigración de gente originaria del occidente.
Por ello, los resultados del censo fueron un balde de agua fría, puesto que determinaron que tiene 3.115.386 habitantes, una cantidad muy baja en relación a las cifras proyectadas por el propio Instituto Nacional de Estadísticas (INE) que eran de por lo menos medio millón más.
La explicación del ministro de planificación del desarrollo en el sentido de que ha bajado la natalidad, por decisión propia de las parejas; que la mortandad subió a causa de la pandemia de Covid-19 y subió la migración hacia el exterior es técnicamente aceptable, pero no coincide con análisis igualmente técnicos.
Santa Cruz hizo bien la tarea y la presentó en una última Asamblea de la Cruceñidad: una conciliación demográfica basada en los datos, también oficiales, de los nacidos vivos en el último periodo intercensal, que están registrados en 826.633 partidas de nacimiento, y 142.749 partidas de defunción, que testimonian la cantidad oficial de fallecidos. La diferencia es de 683.884 personas, una cifra que está por encima de la que registró el censo. Con razón, los cruceños declararon un paro de 24 horas.
¿Les robaron habitantes? Las cifras demuestran que sí, pero no son las únicas víctimas.
Un dato del que el INE fue debidamente advertido, y sobre el que no tomó las debidas previsiones, es el engaño censal que ya se registró en los anteriores conteos poblacionales: el retorno de los migrantes a sus lugares de origen, pero sólo para el día del censo.
Esto se debió a las amenazas lanzadas por autoridades originarias y dirigentes sindicales del área dispersa: se advirtió a los migrantes que viven en las ciudades —donde usan sus servicios básicos y transporte y no pagan impuestos en gran proporción— que, si no se hacían censar en los lugares donde nacieron, les quitarían sus tierras o el acceso a ciertos beneficios. El resultado de esta acción ilegal es que grandes cantidades de migrantes se hicieron censar donde no viven, lo que es un gran engaño.
Potosí, que es un municipio que ha registrado una gran inmigración rural como consecuencia del nuevo boom de la minería, ha sido el más afectado: barrios enteros de migrantes se vaciaron el día del censo y, si bien su población capitalina creció en relación a 2010, puesto que llegó a 218.336 habitantes, está muy lejos de los por lo menos 300.000 habitantes que en realidad tiene.
Entonces sí: hubo robo de habitantes, por diferentes vías y razones, y eso justifica las protestas. Pero el conflicto no se inflamará sólo por esto. A todos se nos pasó el gran detalle de que los escaños parlamentarios no se asignan sólo por población, sino aplicando las interpretaciones establecidas en ley expresa, así que la redistribución tampoco convencerá a nadie.
Se viene un quilombo de grandes proporciones.
En aquella tarea, en la mayor parte de los casos un tanto mecánica y dicotómica, de buscar causas y responsables del mayor ecocidio y desastre ecológico producido en Bolivia, hay muchos puntos de vista.
En mi anterior columna, había adjudicado esa ignominiosa responsabilidad al expresidente Morales, al régimen y su partido. Los datos son elocuentes. Con el discurso del “vivir bien” se convirtieron en los más perversos depredadores de la Madre Tierra.
En aquella tarea, en la mayor parte de los casos un tanto mecánica y dicotómica, de buscar causas y responsables del mayor ecocidio y desastre ecológico producido en Bolivia, hay muchos puntos de vista.
En mi anterior columna, había adjudicado esa ignominiosa responsabilidad al expresidente Morales, al régimen y su partido. Los datos son elocuentes. Con el discurso del “vivir bien” se convirtieron en los más perversos depredadores de la Madre Tierra.
Escenas apocalípticas surcan incesantes y veloces por medios y redes sociales imprimiendo horror en las pupilas y en la conciencia de los usuarios, sean quienes sean. Se integran en una saga de largometrajes anuales sobre la base de la cual Bolivia ocupa el tercer lugar en el mundo en materia de incendios, luciéndose como un hueco en hundimiento sostenido. Imágenes satelitales y fotografías aéreas tiñen de rojo Bolivia en el centro del espacio de Sudamérica.
Escenas apocalípticas surcan incesantes y veloces por medios y redes sociales imprimiendo horror en las pupilas y en la conciencia de los usuarios, sean quienes sean. Se integran en una saga de largometrajes anuales sobre la base de la cual Bolivia ocupa el tercer lugar en el mundo en materia de incendios, luciéndose como un hueco en hundimiento sostenido. Imágenes satelitales y fotografías aéreas tiñen de rojo Bolivia en el centro del espacio de Sudamérica.
HUMBERTO VACAFLOR GANAM
Dar de comer a los bomberos voluntarios que tratan de apagar los incendios de los bosques es un pecado que debe castigarse con la muerte, según los incendiarios.
La profesora Marisabel Moirenda Urape, de 28 años, fue asesinada en Guarayos por los sicarios de la transnacional del crimen organizado que maneja estos incendios.
Dar de comer a los bomberos voluntarios que tratan de apagar los incendios de los bosques es un pecado que debe castigarse con la muerte, según los incendiarios.
La profesora Marisabel Moirenda Urape, de 28 años, fue asesinada en Guarayos por los sicarios de la transnacional del crimen organizado que maneja estos incendios.
IGNACIO VERA DE RADA
Como dice el filósofo H.C.F. Mansilla en su libro Filosofía occidental y filosofía andina (2016), “la idea del necesario equilibro entre el Hombre y la Tierra y la consciencia de la violación del medio ambiente por la civilización industrial, trajeron consigo por aquellos años una reevaluación de la ‘sabiduría indígena’, la que se expandió desde las selvas amazónicas hasta la zona montañosa de los Andes, dando una nueva oportunidad a la filosofía andina”.
Como dice el filósofo H.C.F. Mansilla en su libro Filosofía occidental y filosofía andina (2016), “la idea del necesario equilibro entre el Hombre y la Tierra y la consciencia de la violación del medio ambiente por la civilización industrial, trajeron consigo por aquellos años una reevaluación de la ‘sabiduría indígena’, la que se expandió desde las selvas amazónicas hasta la zona montañosa de los Andes, dando una nueva oportunidad a la filosofía andina”.
GABRIELA CANEDO VÁSQUEZ
En este mismo instante en el que usted está leyendo estas líneas, las llamas avanzan y continúan devorando hectáreas y hectáreas de bosque, en los departamentos de Santa Cruz, Beni, Pando y parte de La Paz.
En este mismo instante en el que usted está leyendo estas líneas, las llamas avanzan y continúan devorando hectáreas y hectáreas de bosque, en los departamentos de Santa Cruz, Beni, Pando y parte de La Paz.
Dicen que el presidente Hilarión Daza postergó la difusión de la noticia sobre la invasión chilena a las costas bolivianas para no entorpecer la celebración carnavalera. Otras versiones aseguran que ese dato es un mito tejido por los chilenos y sus oponentes. También aseguran que, aunque hubiese circulado la noticia, igual los bolivianos habrían seguido con la fiesta. Lo cierto es que en 1879 la República de Bolivia perdió su cualidad marítima y el riquísimo territorio del Litoral.
Dicen que el presidente Hilarión Daza postergó la difusión de la noticia sobre la invasión chilena a las costas bolivianas para no entorpecer la celebración carnavalera. Otras versiones aseguran que ese dato es un mito tejido por los chilenos y sus oponentes. También aseguran que, aunque hubiese circulado la noticia, igual los bolivianos habrían seguido con la fiesta. Lo cierto es que en 1879 la República de Bolivia perdió su cualidad marítima y el riquísimo territorio del Litoral.
JUAN JOSÉ TORO MONTOYA
Los bolivianos sabíamos que nuestra clase política sería la que destruiría el país, pero no vislumbramos cómo… hasta ahora.
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La reciente muerte de Eduardo Pérez Iribarne nos invita a reflexionar sobre su vida y el rol que él, como sacerdote jesuita, desempeñó en Bolivia durante los últimos 50 años. Además, nos trae la necesidad de explorar el sentido y el papel que los miembros de la Compañía de Jesús han jugado en la construcción del socialismo y el ascenso del Movimiento al Socialismo (MAS) al poder en Bolivia.
La reciente muerte de Eduardo Pérez Iribarne nos invita a reflexionar sobre su vida y el rol que él, como sacerdote jesuita, desempeñó en Bolivia durante los últimos 50 años. Además, nos trae la necesidad de explorar el sentido y el papel que los miembros de la Compañía de Jesús han jugado en la construcción del socialismo y el ascenso del Movimiento al Socialismo (MAS) al poder en Bolivia.
“Se autoriza el desmonte para actividades agropecuarias en tierras privadas y comunitarias…”. Con esas palabras firmó Evo Morales el decreto que inició el año 2019 este terrible infierno, poco antes de los conflictos que provocaron varias muertes. “Las pequeñas familias, si no chaquean, ¿de qué van a vivir?”, justificó la demagógica e irresponsable medida que buscaba votos, renunciando a sus banderas defensoras de la Pachamama, con las que sedujo años atrás a los bolivianos.
“Se autoriza el desmonte para actividades agropecuarias en tierras privadas y comunitarias…”. Con esas palabras firmó Evo Morales el decreto que inició el año 2019 este terrible infierno, poco antes de los conflictos que provocaron varias muertes. “Las pequeñas familias, si no chaquean, ¿de qué van a vivir?”, justificó la demagógica e irresponsable medida que buscaba votos, renunciando a sus banderas defensoras de la Pachamama, con las que sedujo años atrás a los bolivianos.
GARY ANTONIO RODRÍGUEZ
Qué difícil escribir sobre nuestro país en medio de sucesos que aumentan la conflictividad, como si lo que no necesitáramos fuera paz a fin de que todo mejore…
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