Las alertas de deforestación en la Amazonia Legal brasileña cayeron a la mitad en 2023, sumando 5.152 kilómetros cuadrados (km²) hasta el pasado 29 de diciembre, la tasa más baja desde 2018, según datos del sistema Deter divulgados hoy viernes por el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE, siglas en portugués).
En 2022, las alertas habían registrado 10.278 km² de áreas deforestadas, el nivel más alto de toda la serie histórica.
Comprendiendo el 59 por ciento del territorio brasileño, la región de la Amazonia Legal abarca nueve estados: Acre, Amapá, Amazonas, Mato Grosso, Pará, Rondônia, Roraima, Tocantins y parte de Maranhão.
Por otro lado, el Cerrado, el segundo mayor bioma, ubicado en gran parte en la región Centro Oeste de Brasil, registró en 2023 un aumento del 43 por ciento frente a 2022, con 7.828 km², convirtiéndose en la tasa más alta de la serie histórica de la plataforma Deter.
El Cerrado ocupa los estados de Goiás, Tocantins, Mato Grosso, Mato Grosso do Sul, Minas Gerais, Bahia, Maranhao, Piauí, Rondônia, Paraná, Sao Paulo y el Distrito Federal, así como enclaves en Amapá, Roraima y Amazonas.
Aunque el sistema Deter acompaña la pérdida de vegetación en tiempo real, no representa los datos oficiales del Gobierno brasileño, sino que sirve para combatir acciones ilegales.
El cálculo oficial de la devastación es definido por el Proyecto de Monitoreo de la Amazonia Legal (Prodes).
De acuerdo con el último informe del Prodes, entre agosto de 2022 y julio de 2023, 9.000 km² de bosque fueron talados. La tasa de área destruida en el período es la más baja para una temporada de Prodes desde 2019.