A 10 meses de la inauguración de la ampliación de la planta de Albarrancho, en la zona sur del municipio de Cochabamba, todavía no se realiza el tratamiento adecuado de las aguas residuales que se descargan al río Rocha.
El gerente de Operaciones del Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado Sanitario (Semapa), Víctor Fernández, explicó que la nueva infraestructura aún no funciona plenamente, debido a que la empresa contratista subsana algunas observaciones técnicas antes de la entrega definitiva del proyecto,
“Lo que se realizó el año pasado fue la entrega provisional del proyecto por el contratista, en este momento nos encontramos en la etapa de recepción definitiva”, afirmó.
Fernández aclaró que la planta funciona hidráulicamente, pero no está en operación porque luego de la entrega definitiva sigue un proceso de puesta en marcha, acciones que podrían demorar en concretarse de seis meses a un año.
“En todo caso, no estamos tratando al 100 por ciento como deberíamos las aguas residuales en esta nueva planta. Primero, se tienen que hacer las correcciones de las observaciones, pero en paralelo el municipio ha iniciado las gestiones para el financiamiento de la puesta en marcha que es la calibración biológica de la planta”, sostuvo.
El gerente de Operaciones explicó que a la nueva planta ingresan 600 litros de aguas servidas por segundo (l/s) que retornan a las lagunas para que se dispongan en el riego de forraje al sur de la ciudad. “Todavía no se está evacuando nada porque, como estamos en época de estiaje, normalmente los regantes que están alrededor de la planta captan nuestras aguas y las conducen a sus sembradíos”, puntualizó.
Sin embargo, el funcionario recalcó que, si bien Albarrancho ayudará a reducir la contaminación del río, más adelante la solución pasa porque Sacaba, que es la cabecera de la cuenca, asuma medidas para controlar las descargas de aguas servidas.
Generan 900 l/s de aguas residuales
La ciudad genera 900 litros de aguas residuales por segundo (l/s), de los cuales 600 ingresan a la planta de Albarrancho, mientras otros 300 van al canal de Valverde, según datos proporcionados por Semapa.
Fernández anunció que se concluyó una consultoría para trasladar las aguas del canal a Albarrancho con el objetivo de disminuir la contaminación del río Rocha. Además, se trabaja en la construcción de plantas en áreas periurbanas para mejorar el tratamiento de las aguas residuales.