El Gobierno nacional aseguró que la escasez de combustibles se debe a los bloqueos impulsados por el expresidente Evo Morales y no a falta de pagos a los proveedores. Aseguró que se cuenta con la liquidez para garantizar el abastecimiento de la gasolina y el diésel.
El ministro de Economía, Marcelo Montenegro, afirmó que las cisternas cargadas con combustibles no pueden llegar al occidente de forma directa por los bloqueos en Cochabamba, por lo que dan vueltas de hasta 35 horas, retrasando así la provisión.
Aseguró que el Gobierno no racionará la venta de carburantes e indicó que desde Chile ingresan más de 230 cisternas para regularizar la venta. “Esto desmitifica que no haya combustibles por falta de pago”, sostuvo.
El presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, consultado sobre una posible racionalización de combustibles, dijo: “Hoy no vamos a hacer una restricción a priori; vamos a sacar más combustible de lo que la demanda nos pide, para que todo el mundo llene el tanque”.
Asimismo, señaló que los bloqueos generan un daño económico diario a YPFB de un millón de dólares al día, tanto por los costos extra de distribución como por los perjuicios en la exportación de urea. Asimismo, destacó el daño de reputación con compradores extranjeros.
El investigador de la Fundación Jubileo Raúl Velásquez afirmó que, si bien los bloqueos dificultan la provisión de combustibles, de fondo existe un problema estructural que explica el desabastecimiento de estos líquidos: caída de la producción y un “subsidio insostenible”.
Velásquez señaló que, si bien los bloqueos generan complicaciones en la distribución de combustibles, el problema estructural es que la producción de líquidos cae en el país y la demanda de gasolina y diésel subvencionados aumenta.
De esta manera, el país debe comprar cada vez combustibles a un costo internacional y venderlo a precio subvencionado en el mercado interno. “A fines de 2023 también hubo problemas de abastecimiento y no había bloqueos, por lo que sería simplista atribuir lo que ocurre sólo a los bloqueos”.
En noviembre de 2023, desde YPFB y el Ministerio de Hidrocarburos se reconoció que hubo dificultades de pagos a proveedores.
En Bolivia escasean los dólares desde el año pasado y las reservas internacionales también están bajas.
La producción de líquidos cae 52%
La producción de combustibles líquidos en el país cayó en 52 por ciento desde el año 2014. Esto generó una mayor importación de gasolina y diésel, que además deben ser distribuidos a precio subvencionado, alrededor de un tercio del costo original.
La producción de líquidos en 2014 llegaba a 63 mil barriles día, y a diciembre de 2023 estaba en 30 mil barriles.
En 2022, el país importó combustibles por un valor de 3.145 millones de dólares. A noviembre de 2023, el monto alcanzó los 2.720 millones.