El Gobierno de Argentina se comprometió pagar hasta abril la deuda que tiene con Bolivia por la venta de gas natural, y que se acumuló desde 2023 por temas electorales internos, reveló el ministro de Economía, Marcelo Montenegro.
"Argentina nos debía 201 millones de dólares, y ha ido regularizando desde enero, yo hablé con el ministro (de Economía, Luis) Caputo, para que podamos ponernos al día, y lo va a regularizar hasta abril los pagos retrasados", explicó en una entrevista con el programa No Mentirás.
Este pago se hará a "un ritmo de 57 millones de dólares de lo retrasado, o de lo que se debía, y de lo que va entregando gas normalmente YPFB a Enarsa son 37 (millones de dólares) adicionales, o sea, que sumando tenemos un monto que supera los 100 millones de dólares mensuales", explicó.
De acuerdo con Montenegro, este "rezago de los pagos de Argentina", junto con los bloqueos de caminos y el estancamiento en la aprobación de créditos en la Asamblea Legislativa, por más de $us 825 millones, fueron las principales razones para no tener una entrega normal de dólares en el mercado nacional.
Para normalizar esta situación, el sistema financiero tiene fuera del país $us 201 millones y $us 320 millones (en el país) que pueden servir como un "espacio" para la entrega de dólares al mercado interno y "poder aliviar" la demanda "mientras Argentina nos va regularizando los pagos".
Además de Argentina, Brasil compra a Bolivia gas natural.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2023 el país exportó gas natural por un valor de $us 2.046,9 millones, un 31,2% menos que en 2022, cuando se llegó a $us 2.973,4 millones.
El reciente caso de violación sufrido por una niña de 10 años, a manos de su hermano de 15, sumado a otros en los que es patente la soledad de las involucradas propicia una reflexión acerca de las circunstancias intrafamiliares que suscitan esos dramas.
RONNIE PIÉROLA GÓMEZ
Aquel lunes de marzo la sorprendió con la agria noticia de que el cantante de sus suspiros de antaño y las ilusiones del ayer no llegaba para el que iba a ser el concierto de su vida.
Frustrada, engañada y enloquecida, Tránsito Cardenal se estrelló contra sus hijos que no entendían el valor de aquel hombre, contra su marido que no comprendía el mérito del artista de la sonrisa perfecta y contra los organizadores que incumplían lo pactado.
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Por suerte no vivimos en Suiza. Porque si viviéramos allí, las mujeres recién hubiéramos obtenido el voto en 1971, dieciocho años después de que mi madre lo obtuvo en Bolivia, en 1953.
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Un nuevo 8 de marzo. Seguramente escucharemos discursos, loas a las mujeres, muchas quejas: violencia, abusos, obstáculos. Prohibido enviar flores. Ni asuetos ni tarde libre. Mujeres de espíritu libre, mujeres felices, mujeres con autoestima, abstenerse de aparecer.
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Las elecciones primarias en Bolivia se realizaron por primera vez de forma oficial (antes hubo consultas internas informales) el 27 de enero de 2019.
De los más de 7 millones de electores potenciales, participaron sólo 1.700.000 personas. La ley establece que la elección estaba restringida a los militantes de los partidos, no a la gente en general.
Para todos, salvo para el binomio del MAS, aquel ejercicio fue un despilfarro de tiempo y dinero.
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