Este 3 de noviembre se celebra el Día Internacional de las Reservas de la Biosfera. Bolivia cuenta con 23 áreas protegidas de carácter nacional, de este número tres fueron reconocidas como reservas biosfera por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) debido a su gran importancia biológica.
Las reservas de Biosfera en Bolivia son: Apolobamba, Pilón-Lajas y Estación Biológica del Beni. A pesar de su reconocimiento internacional y de su importancia estas áreas protegidas son afectadas por la explotación minería, incendios forestales, deforestación, explotación maderera, avasallamientos y ampliación de la frontera agrícola, según expertos.
El biólogo investigador Vicent Vos, señala que estas reservas están fuertemente amenazadas por incendios, deforestación, avance agrícola y actividad minera.
“En los últimos años se ha hecho poco o nada para el cuidado de las áreas protegidas, se ha visto un debilitamiento constante de protección y hasta se entrega permisos de explotación minera en áreas protegidas, a esos extremos se ha llegado”, lamenta.
El investigador señala que la declaratoria de reserva de biosfera destaca internacionalmente el valor científico, biológico y cultural de las áreas protegidas. “Son patrimonio de la humanidad y guardan diversidad biológica y cultural”, dijo.
Las Reservas de la Biosfera son lugares naturales que conservan los ecosistemas y la biodiversidad, promoviendo la investigación, el desarrollo sostenible y la toma de decisiones sobre el cuidado del medio ambiente.
Apolobamba
Está ubicado al oeste de La Paz, tiene 4.837 kilómetros y fue creado como reserva nacional el 7 de enero de 1972 y en 1977 fue reconocida como Reserva de la Biosfera por la Unesco.
En la reserva se puede encontrar glaciares, puna, valles secos y mesotérmicos y selva húmeda. Entre su fauna es posible hallar desde cóndores, peces, vicuñas, jukumaris y jaguares.
La reserva también acoge a pequeñas poblaciones de kallawayas y tiene diversos sitios arqueológicos.
En este sitio la explotación de oro es la principal amenaza porque causa contaminación, destrucción, erosión de tierras y otros problemas.
Hasta principios de este siglo en Apolobamba sólo trabajaban 15 cooperativas auríferas familiares, pero hasta 2019 ya existían 362 cooperativas.
Estación Biológica del Beni
Está ubicada al sudoeste de Beni, con una superficie de 135.000 hectáreas, fue creada el 5 de octubre de 1982. La vegetación del área está representada por varios tipos de bosques de inundación, bosques pantanosos, sabanas de inundación estacional y pantanos.
El sitio alberga a 852 especies de fauna, alrededor de 80 especies de mamíferos, 412 especies de aves y 55 especies de reptiles; de todas estas especies, existen algunas potencialmente amenazadas como: el pejichi, marimono, manechi, jaguar, ciervo de los pantanos, águila harpía, pato negro, peta de río, lagarto y el caimán negro.
Entre las especies más relevantes están mamíferos: el delfín de agua dulce, el tigre, puma, tigrecillo, margaí, yaguaroundi, garzas, tucanes, pájaros hormigueros, loros, parabas, picaflores tiránidos, lagarto y el caimán negro, la peta de agua y de monte.
El cambio climático, la deforestación, los chaqueos y otras actividades productivas realizadas en la parte alta de la cuenca del río Maniqui ponen en alto riesgo el equilibrio de la reserva, que es la única área protegida que conserva la sabana beniana.
La plataforma en línea Global Forest Whatch (GFW), de monitoreo y alerta sobre los bosques del planeta, señala que de 2001 a 2023 la Estación Biológica del Beni, perdió 14.700 hectáreas de cobertura arbórea, de las cuales 5.810 fue por incendios forestales y el resto fue por deforestación. Sólo en 2023 se perdieron 1.940 hectáreas por incendios.
Esta reserva es el único sitio en el mundo que alberga a los monos lucachi endémicos de Bolivia y que se encuentran en peligro de extinción.
Reserva Pilón Lajas
La reserva fue declarada Parque Nacional en 1975 y en 1977 la Unesco otorga la categoría de Reserva de Biosfera, está ubicado entre los departamentos de La Paz y Beni, donde finaliza la Cordillera de los Andes y comienzan las llanuras amazónicas.
Esta área protegida alberga hace siglos a los pueblos indígenas T’simane y Mosetenes. Tiene una superficie de 396.264 hectáreas y se considera una de las regiones de mayor diversidad biológica en Bolivia y el mundo.
Según GFW, desde 2001 hasta 2023 la reserva perdió 14.600 hectáreas, lo que representa el 3,9 por ciento de su superficie de bosques primarios. Unas 3.990 hectáreas se perdieron por incendios y el resto por la deforestación.
En la reserva existen 152 especies de mamíferos, 876 de aves, 303 de peces, 158 de reptiles y 96 especies de anfibios. Tiene importantes especies como: el jaguar y el marimono.
Se trató de contactar a Johnson Jiménez, director del Servicio Nacional de Áreas Protegidas, pero este aseguró que estaba de viaje.