Actualidad Mundo
El número de fallecidos por las catastróficas inundaciones en la región sur de Brasil superó el centenar, en una de la mayores tragedias climáticas del país, según el último balance divulgado este miércoles por la Defensa Civil.
Los temporales, que comenzaron hace más de una semana, ya han causado 100 muertes en Río Grande do Sul y otro fallecimiento en el vecino estado de Santa Catarina, también afectado por el fenómeno aunque con una intensidad menor.
Durante el paro frenarán las principales actividades económicas a lo largo y ancho del territorio argentino durante 24 horas, aunque sin una gran movilización, como la del pasado 24 de enero, bajo el lema "La patria no se vende" ante el "ajuste brutal" que, denuncian los sindicatos, pretende la Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, proyecto estrella
Al menos 16 personas fallecieron el pasado domingo sepultadas entre los escombros por las graves inundaciones causadas por las lluvias torrenciales en una aldea del este de la República Democrática del Congo (RDC), informaron este miércoles a EFE fuentes de la sociedad civil.
El nivel del río Guaíba, que ha inundado barrios enteros de la ciudad brasileña de Porto Alegre, comenzó a bajar después de varios días en máximos históricos por el fuerte temporal que ha causado al menos 96 muertos y 130 desaparecidos en el sur del país.
Las inundaciones causadas por las fuertes lluvias en el sur de Brasil ya dejan 96 muertos y 1,5 millones de damnificados, en vísperas de nuevos temporales que van a afectar aún más a la región, informaron las autoridades regionales.
Deportes
Acompañado de su compañero y amigo Daniel Evans, que no podía evitar las lágrimas de emoción, aplaudido por sus rivales, los estadoundenses Taylor Fritz y Tommy Paul, y ovacionado por la grada que coreó una y otra vez su nombre, Andy Murray puso fin a su carrera como jugador, derrotado en los cuartos de final de dobles por 6-2 y 6-4.
La italiana Ángela Carin se retiró de su combate de octavos de final de los Juegos Olímpicos de París 2024 a los 46 segundos, tras recibir dos fuertes golpes de la púgil argelina Imane Khelif, quien fue descalificada de los Mundiales de Boxeo en 2023 tras no superar un test de género, que determinó que tenía “ventajas competitivas sobre otras competidoras femeninas”.
La calidad del agua del río Sena era "muy buena" este pasado miércoles, cuando se disputaron en él los tramos de natación del triatlón masculino y femenino, de acuerdo a las mediciones bacteriológicas realizadas por la organización de París 2024.
Con dos certeros tiros libres de Axel Veizaga, a 13 segundos del final, Pichincha derrotó a Tarija Básquetbol por 78-77, la noche de este miércoles, en la Villa Imperial, dejando esta llave igualada a dos triunfos y con un quinto partido en el horizonte para conocer al finalista de la Liga Boliviana de Básquetbol (Libobásquet).
Los Juegos Olímpicos son el evento deportivo del año, un magnífico escaparate de tendencias de ídolos en los que la generación Z ve un referente a imitar, protagonistas de una estética que crea tendencia en moda y belleza.
Sin la venezolana Yulimar Rojas, cuatro veces campeona del mundo y medallista de oro en Tokio 2020, el triple salto busca en París nueva reina entre la ucraniana Maryna Bekh-Romanchuk, la jamaicana Shanieka Ricketts, la española Ana Peleteiro, la cubana Leyanis Pérez y la dominica Thea Lafond, las cinco principales candidatas al trono.
Opinión

Más de 7.334.000 bolivianos estamos habilitados para votar hoy en las terceras elecciones judiciales de nuestra historia. Son comicios en los que, como lo admite el presidente del Órgano Electoral Plurinacional, “a los ciudadanos y ciudadanas, no les gusta este sistema de elección de jueces”.

Ese disgusto permite pensar que, igual que en 2011 y 2017, una mayoría de los sufragios —más del 50%— no serán válidos.

Puntos de Vista

Por suerte no vivimos en Suiza. Porque si viviéramos allí, las mujeres recién hubiéramos obtenido el voto en 1971, dieciocho años después de que mi madre lo obtuvo en Bolivia, en 1953.

Por suerte no vivimos en Suiza. Porque si viviéramos allí, las mujeres recién hubiéramos obtenido el voto en 1971, dieciocho años después de que mi madre lo obtuvo en Bolivia, en 1953.

Un nuevo 8 de marzo. Seguramente escucharemos discursos, loas a las mujeres, muchas quejas: violencia, abusos, obstáculos. Prohibido enviar flores. Ni asuetos ni tarde libre. Mujeres de espíritu libre, mujeres felices, mujeres con autoestima, abstenerse de aparecer.

Un nuevo 8 de marzo. Seguramente escucharemos discursos, loas a las mujeres, muchas quejas: violencia, abusos, obstáculos. Prohibido enviar flores. Ni asuetos ni tarde libre. Mujeres de espíritu libre, mujeres felices, mujeres con autoestima, abstenerse de aparecer.

Las elecciones primarias en Bolivia se realizaron por primera vez de forma oficial (antes hubo consultas internas informales) el 27 de enero de 2019. 

De los más de 7 millones de electores potenciales, participaron sólo 1.700.000 personas. La ley establece que la elección estaba restringida a los militantes de los partidos, no a la gente en general. 

Para todos, salvo para el binomio del MAS, aquel ejercicio fue un despilfarro de tiempo y dinero. 

Las elecciones primarias en Bolivia se realizaron por primera vez de forma oficial (antes hubo consultas internas informales) el 27 de enero de 2019. 

De los más de 7 millones de electores potenciales, participaron sólo 1.700.000 personas. La ley establece que la elección estaba restringida a los militantes de los partidos, no a la gente en general. 

Para todos, salvo para el binomio del MAS, aquel ejercicio fue un despilfarro de tiempo y dinero. 

Es 8 de marzo y el telón se alza para revelar una escena vivida cada año: cientos de mujeres defensoras acérrimas del feminismo desempolvan el pañuelo verde y morado y se despliegan por las calles. Algunas adoptan una postura pacífica, otras sostienen carteles cargados de frases prefabricadas: “mi cuerpo, mi decisión”, “no somos hijas de Dios, somos hijas de las mochas”, “el violador eres tú”, “legalización del aborto”, o “el feminismo es revolución”.

Es 8 de marzo y el telón se alza para revelar una escena vivida cada año: cientos de mujeres defensoras acérrimas del feminismo desempolvan el pañuelo verde y morado y se despliegan por las calles. Algunas adoptan una postura pacífica, otras sostienen carteles cargados de frases prefabricadas: “mi cuerpo, mi decisión”, “no somos hijas de Dios, somos hijas de las mochas”, “el violador eres tú”, “legalización del aborto”, o “el feminismo es revolución”.