El 4 de junio de 2012, la vida de Marcela Martínez cambió drásticamente cuando su hija de 17 años, Zarlet Clavijo, desapareció en La Paz. Desde entonces, Marcela ha dedicado cada día a buscar a Zarlet, quien fue secuestrada por el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en Venezuela. A pesar de los desafíos, en 2019 logró localizar a Zarlet en una red de trata que se extendía hasta España, pero la falta de apoyo político impidió su liberación.
@mar.martinez.sempertegui Hoy se abre una nueva energía de Esperanza para liberar a Zarlet. Agradezco profundamente a las administradoras de la #RedAlertaTempranaZar, Mariela Paredes, Gabriela Barriga, Milka Mora y Angela Murillo, a toda mi familia, a Zarlet y Gabriel a quienes dedico este galardon, a mis papá y a mi mamá, a mis hermanos, sibrinos, a mis abuel@s representados por mi abue Fiby que todavía me acompaña. #ZarletLibre #zarletilumina #2024añodelalibertad #marmartínez #zarletlibre #NinaSonko #actitudpositiva #todoloquenesecitamosesamor #LuzenlaPolítica ♬ sonido original - NinaSonko
Marcela fundó Zarlet Ilumina para ayudar a otras familias en situaciones similares. Su valiente labor le valió el reconocimiento como una de las "Heroínas del Informe sobre la Trata de Personas 2024" por el Departamento de Estado de los Estados Unidos. En una reciente entrevista, Marcela compartió cómo la desaparición de Zarlet transformó su vida y cómo este reconocimiento internacional refuerza su determinación de continuar la lucha por su hija y por otras víctimas de la trata.
En 2022, Marcela Martínez anunció mediante TikTok que logró identificar el paradero de su hija, informó también que solicitaría la reapertura del caso que actualmente se encuentra cerrado.
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En una entrevista con Infobae, Marcela Martínez relató cómo su vida se transformó tras la desaparición de su hija y cómo este reconocimiento le brinda nuevas esperanzas y motivación para continuar su lucha.
-¿Cómo recibió la distinción que le hizo el Gobierno de Estados Unidos y qué implica para usted en su labor como defensora de los derechos humanos?
-Ha sido un premio que me vuelve a comprometer con la lucha no solamente contra la trata sino en la defensa y el empoderamiento de la mujer en general. Es un trabajo de varios años, con muchísimas trabas, estoy prácticamente nueve años dedicada a esto. Este reconocimiento me llenó de nueva energía para continuar con mi labor, que es netamente de voluntariado. Contar con el apoyo del Departamento de Estado de los Estados Unidos y saber que hay países pendientes de estos hechos me llena de seguridad. Las organizaciones criminales son internacionales, por lo tanto la defensa, también debe ser internacional.
-¿Cuándo fundó la organización Zarlet ilumina y en qué consiste el sistema con el que trabajan?
-Ha comenzado el 2015, al darme cuenta de que no era la única mamá, sino que habían muchas familias que estaban en lo mismo. Primero organicé la asociaciones de familiares desaparecidos, éramos alrededor de 20 familias que nos distribuíamos trabajo y logramos recuperar a la mayoría de las víctimas. Sin embargo, como es de esperar, las familias que recuperan a sus seres queridos, solo quieren voltear la página y no quieren volver a vivir esos momentos. Entonces me quedé prácticamente sola. Fue entonces que abrí esta red de alerta temprana, inspirada en la alerta Amber, y formé redes con voluntarios y medios de comunicación. La red consiste en que cuando los familiares de cualquier persona desaparecida nos pide ayuda, especialmente dentro de 24 horas, iniciamos la búsqueda, difundimos por redes sociales y grupos organizados que salen a pegar afiches en aeropuertos, terminales y áreas fronterizas. De esa forma ya no es una mamá, o una familia, sola buscando sino somos miles de ojos.
Marcela Martínez sentada (segunda de derecha a izquierda) junto a los otros galardonados por el Departamento de Estado de Estados Unidos.
-Hace un par de años, usted informó en los medios que su hija estaba en manos del Ejército de Liberación Nacional en la frontera entre Colombia y Venezuela. ¿Cómo logró dar con esa información y qué avances hay en las negociaciones para su liberación?
-En 2019 reuniendo varias pistas y datos, salí de Bolivia a verificar personalmente cada uno de ellos y logré encontrar que mi hija estaba en Barcelona, España, siendo explotada sexualmente. Una vez que tomé contacto con las personas que la tenían, que era una mafia de Europa del Este, me dijeron que la “propiedad”, en esas palabras, la tenía el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional de Venezuela (Sebin) y que ellos se iban a comunicar conmigo para verificar si se trataba de mi hija. Al día siguiente recibí una llamada en la que pedían una foto de su carnet y de su pasaporte, lo hice y a los pocos minutos me dijeron que estabamos hablando de la misma persona y que vuelva de inmediato a mi país a esperar a que trasladen a Zarlet a Sudámerica.
Hice caso, retorné y me indicaron que la negociación en Venezuela la haríamos en la frontera con Colombia. Una vez ahí, se identificaron como intermediarios, me recalcaron que ellos no la secuestraron, que alguien pagó para que la secuestren y la entregaron al Ejército de Liberación Nacional en calidad de custodia. Inicié la negociación pero me pedían que tanto el expresidente Juan Manuel Santos y la entonces presidenta de Bolivia, Jeanine Añez, pidan que se reinicien las negociaciones de paz que estaban suspendidas por el presidente Iván Duque. También me pedían un avión que pudiera trasladar dinero desde Caracas hasta Suiza, lo cual estaba totalmente fuera de mis manos. Intenté tomar contacto con Jeanine Añez y con el expresidente Santos y no lo logré. El Gobierno de Añez se había vendido a la delincuencia a través del exministro de Gobierno Arturo Murillo y él obstaculizó mi acceso, me dijo que no podía meterse en cosas tan complicadas. Luego vino la pandemia y ahí perdí totalmente el contacto.
Zarlet Clavijo, desaparecida hace diez años y presuntamente retenida por el ELN
-¿Qué certezas tiene de que se trate realmente de su hija?
-Sé que estuvo en la selva en Venezuela. Me llevaron tres horas con los ojos vendados y la vi. No pude acercarme ni hablar con ella, era parte del acuerdo. Lo último que sé es que la han vuelto a mover. He logrado hablar con uno de los intermediarios pero nunca más me dieron una prueba de vida.
-¿Cuáles son los próximos pasos que va seguir para dar con el paradero de su hija?
-Nuevamente estoy abriendo el caso en Bolivia porque legalmente está cerrado. Lo abriré con nuevas pruebas y voy a continuar hasta que en Bolivia recuperemos el orden y se pueda hacer una revisión extraordinaria de todas las fallas y complicidad de las autoridades de turno. Este martirio tiene que servir para que esto no siga sucediendo, la forma de hacerlo es transparentar los datos.