La Premier League se dejó la temporada pasada 50 millones de libras (60 millones de euros) en gastos legales, seis veces más de lo que tenía presupuestado.
Estos gastos proceden principalmente de las investigaciones realizadas en torno al Manchester City, al que se acusa de 115 irregularidades financieras, al Everton, al que se sancionó con diez puntos, luego reducidos a seis, al Nottingham Forest, al que se le sustrajeron cuatro unidades, y al Leicester City, que aprovechando un agujero en la legislación, al haber jugado una temporada en el Championship, evitó una sanción por pérdidas económicas.
En el caso del Everton, la Premier perdió una apelación por la que pretendía que los 'Toffees' se encargaran de todos los gastos del litigio, alrededor de 6 millones de libras, pero finalmente el club solo pagó 1,7.
Esta cifra monetaria será discutida este jueves en la reunión entre los representantes de la Premier League que se realiza en Londres cada cierto tiempo y en la que también se conversará sobre un posible veredicto del litigio existente entre la Premier y el Manchester City por las operaciones entre compañías asociadas, es decir, empresas que pertenecen al mismo dueño.
Estas reglas, que tratan de impedir que los clubes saquen beneficio en temas comerciales a través de empresas que pertenecen a sus propios dueños, fueron introducidas en 2021 y endurecidas el año pasado. El City entiende que esto va en contra del libre mercado y que es una ley discriminatoria que trata de entorpecer su éxito en el campo.
La reunión de este jueves, además, será la primera que se produzca tras el inicio del juicio contra el City y los 115 cargos, que comenzó la semana pasada y del que aún se estima que restan ocho semanas, con un veredicto en el horizonte en la primera mitad de 2025.