La jornada 29 del Torneo Clausura puede ser decisiva hoy, siempre y cuando los resultados acompañen a Bolívar, que esta noche (20:30) visitará a Oriente Petrolero en el estadio Tahuichi Aguilera de Santa Cruz y, de manera simultánea, The Strongest sea anfitrión de San Antonio en el Hernando Siles.
A la Academia paceña (61 puntos) le sirven varios escenarios para coronarse campeón una fecha antes del final del Torneo Clausura, pero lo ideal es ganar sin importar lo que haga su escolta The Strongest (57).
Inclusive, la tarea puede resolverse en caso de que empate o pierda ante el Refinero, pero para ello deberá aguarda que el Tigre caiga ante el cuadro cochabambino.
Si Bolívar no suma hoy, pero The Strongest gana, la diferencia se reducirá a un punto, dejando abierta la definición del cetro al viernes, con el Celeste que recibirá a Guabirá en La Paz y el Aurinegro que visitará a Blooming en Santa Cruz, ambos desde las 19:00 por la fecha 30. De ser así, el Tigre puede tener grandes opciones de ser el ganador.
También existe una combinación de resultados que obligan a un partido extra: que Bolívar no sume más de dos unidades y el Tigre gane todo; también que la Academia pierda todo y el Gualdinegro no haga más de cuatro puntos. Sólo así se jugaría un desempate y la Gran Final del año, programada para este domingo en Cochabamba (17:00), sería retrasada para otra fecha.
De cada 100 habitantes que hay en el mundo, casi cuatro son migrantes, de acuerdo con los últimos datos de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) de la ONU, cuya Asamblea General declaró el 18 de diciembre como el Día Internacional del Migrante, el año 2020.
El efectuar críticas casi cotidianas sobre el actuar patológico de la jurisdicción constitucional del país no conduce a nada.
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En aquella tarea, en la mayor parte de los casos un tanto mecánica y dicotómica, de buscar causas y responsables del mayor ecocidio y desastre ecológico producido en Bolivia, hay muchos puntos de vista.
En mi anterior columna, había adjudicado esa ignominiosa responsabilidad al expresidente Morales, al régimen y su partido. Los datos son elocuentes. Con el discurso del “vivir bien” se convirtieron en los más perversos depredadores de la Madre Tierra.
En aquella tarea, en la mayor parte de los casos un tanto mecánica y dicotómica, de buscar causas y responsables del mayor ecocidio y desastre ecológico producido en Bolivia, hay muchos puntos de vista.
En mi anterior columna, había adjudicado esa ignominiosa responsabilidad al expresidente Morales, al régimen y su partido. Los datos son elocuentes. Con el discurso del “vivir bien” se convirtieron en los más perversos depredadores de la Madre Tierra.
Escenas apocalípticas surcan incesantes y veloces por medios y redes sociales imprimiendo horror en las pupilas y en la conciencia de los usuarios, sean quienes sean. Se integran en una saga de largometrajes anuales sobre la base de la cual Bolivia ocupa el tercer lugar en el mundo en materia de incendios, luciéndose como un hueco en hundimiento sostenido. Imágenes satelitales y fotografías aéreas tiñen de rojo Bolivia en el centro del espacio de Sudamérica.
Escenas apocalípticas surcan incesantes y veloces por medios y redes sociales imprimiendo horror en las pupilas y en la conciencia de los usuarios, sean quienes sean. Se integran en una saga de largometrajes anuales sobre la base de la cual Bolivia ocupa el tercer lugar en el mundo en materia de incendios, luciéndose como un hueco en hundimiento sostenido. Imágenes satelitales y fotografías aéreas tiñen de rojo Bolivia en el centro del espacio de Sudamérica.
HUMBERTO VACAFLOR GANAM
Dar de comer a los bomberos voluntarios que tratan de apagar los incendios de los bosques es un pecado que debe castigarse con la muerte, según los incendiarios.
La profesora Marisabel Moirenda Urape, de 28 años, fue asesinada en Guarayos por los sicarios de la transnacional del crimen organizado que maneja estos incendios.
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