Ees la tercera vez en 16 años vez que Augusto Guzmán dirige un programa de la Orquesta Filarmónica de Cochabamba (OFC) dedicado a la cantata Carmina Burana, del compositor alemán Carl Orff.
La primera fue en 2008, menos de 12 meses después de fundar la OFC y la segunda hace12 años,en 2016. ¿Cómo hace el director para repetir una cosa que ya hizo? ¿Cómo se vive eso?
“Creo que la diferencia la hace el entendimiento de la obra, o por lo menos el acercamiento que se tiene, y eso viene a definir mi interpretación: encuentro pasajes que me hacen decir: ‘ah, esto hay que resaltar un poco más’, pero no estoy cambiando la partitura. Y tampoco estoy diciendo que se toque más fuerte porque sí”, dice el maestro.
“Pero sí, estos últimos años estoy pidiendo aún más expresividad. Eso me doy cuenta. Obviamente antes hacíamos lo que consideraba necesario, tampoco hemos tocado sin relieve, nunca. Pero sí, ahora las cosas son como que más vívidas. Y eso es lo que estoy pidiendo a los músicos”, agrega.
Intensidad
Serán dos centenares de músicos que interpreterán la célebre cantata el domingo 29 y el lunes 30 de septiembre, desde las 20 horas en el centro de convenciones y eventos El Portal.
Más de 100 personas conforman el coro de adultos, en el de niños son 30, y en la orquesta —con más músicos en la sección de percusión y dos pianistas— son 70, además de tres cantantes solistas y el director.
“Es una obra que exige eso. El coro siempre es masivo. Es mucho mejor para ese impacto, justamente, ¿no? Y no es cuestión de volumen. Es cuestión de intensidad”, explica Guzmán.
Obra célebre
La cantata Carmina Burana es la obra más conocida de Carl Orff que la compuso a partir de “una antología de poesía medieval en latín y lenguas vernáculas compilada en Austria alrededor de 1230.
Según la leyenda, los poemas eran obra de los goliardos, bandas de estudiantes irreverentes que se entregaban a las mujeres, la bebida, el juego y la poesía satírica mientras vagaban de universidad en universidad”, refiere la páginas web de la Sinfónica de Houston .
Conocida especialmente por su primer movimiento, O Fortuna, la obra de Orff “ha servido de inspiración a artistas musicales de diversos géneros para crear sus propias versiones. Tanto las adaptaciones como las interpretaciones de la pieza original han sido incluidas en multitud de bandas sonoras de películas, programas de televisión, videojuegos, etc.” señala la wikipedia.
Es como un cuadro en 24 partes que muestran paisajes musicales diferentes, euforizantes, y, también, tranquilizadores.
“De los que invitan a meditar, y también de los que asustan. El texto habla de cosas muy humanas. El manuscrito tiene mil años de antigüedad y transmite las mismas preocupaciones de a los hombres actuales”, complementa el maestro.
Este es el tercer concierto de la OFC este año, las entradas están a la venta con QR mediante el móvil 78333855, y desde mañana, lunes, en El Portal, de 9 a 19 horas.