Quincy Jones, uno de los músicos más polifacéticos de las últimas décadas, con contribuciones importantes a géneros como el jazz, el pop, el funk o el soul y productor de algunas de las más destacadas estrellas de la música, falleció en California a los 91 años.
El ganador de 27 premios Grammy (de un récord de 79 nominaciones) y miembro del Salón de la Fama del Rock & Roll murió en la noche del domingo en su casa en el barrio Bel Air de Los Ángeles, rodeado de su familia, que no ha concretado las causas del fallecimiento.
Su figura en el mundo de la música, con una carrera de más de 60 años, era tan respetada que el artista era conocido sólo con el apelativo de “Q”.
Jones rompió barreras creativas: músico, compositor, productor, director, arreglista, artista, propietario y ejecutivo de un sello discográfico, productor de cine y televisión, editor de revistas e incluso filántropo, recordaron revistas especializadas.
De la amplia gama de actividades realizadas por Quincy Jones destaca la composición sinfónica titulada “Black Requiem”, estrenada por la Orquesta Sinfónica de Houston con un coro de 80 voces, con Ray Charles como solista, así como la producción de los discos “Thriller”, en 1987, y “Bad”, dos de los últimos y más premiados trabajos de Michael Jackson.
Quincy Delight Jones nació en Chicago, el 14 de marzo de 1933. Su madre trabajaba en un banco antes de ser ingresada en una institución mental por esquizofrenia; su padre era un carpintero que jugaba béisbol semiprofesional.
Los perjuicios ocasionados en estas más de tres semanas de bloqueos de carreteras y actos de violencia ejecutados por organizaciones afines al ala evista del Movimiento al Socialismo (MAS) no solo agravan la situación económica que atravesamos.
EDWIN CACHO HERRERA SALINAS
“¡Todos a San Francisco!”. Fue la consigna política previa al 10 de octubre de 1982. Convocaba a asistir a la materialización del retorno de la democracia a Bolivia, después de una sacrificada lucha contra las dictaduras militares.
“¡Todos a San Francisco!”. Fue la consigna política previa al 10 de octubre de 1982. Convocaba a asistir a la materialización del retorno de la democracia a Bolivia, después de una sacrificada lucha contra las dictaduras militares.
JUAN JOSÉ TORO MONTOYA
El obvio manejo político/partidario del escándalo por la hija que tuvo Evo Morales con una mujer que, al momento de dar a luz, era menor de edad, ha dado lugar a un cúmulo de desinformaciones y una de ellas es la desconfiguración del delito de estupro.
El obvio manejo político/partidario del escándalo por la hija que tuvo Evo Morales con una mujer que, al momento de dar a luz, era menor de edad, ha dado lugar a un cúmulo de desinformaciones y una de ellas es la desconfiguración del delito de estupro.
Perdón por el anglicismo en el título, pero a veces hay expresiones que no tienen una traducción adecuada al español. Es el caso de “A blessing in disguise”, cuyo equivalente es: “No hay mal que por bien no venga”. Pero yo me rehúso a usar este refrán en español porque habla del “mal” y no refleja del todo el matiz positivo de “una bendición disfrazada”.
Perdón por el anglicismo en el título, pero a veces hay expresiones que no tienen una traducción adecuada al español. Es el caso de “A blessing in disguise”, cuyo equivalente es: “No hay mal que por bien no venga”. Pero yo me rehúso a usar este refrán en español porque habla del “mal” y no refleja del todo el matiz positivo de “una bendición disfrazada”.
RUDDY ORELLANA V.
Toda gran causa comienza como un movimiento, se convierte en un negocio y termina siendo un fraude.
Todo comenzó en 2006 y terminó, tras 14 años, en 2019.
Este 26 de octubre cumples 65 años, no sé si de vida, quizá de un paulatino deterioro personal, ético, moral y de integridad: sólo, abatido y con un rictus de miseria que hasta el final de tus días denotaran un profundo vacío.
Toda gran causa comienza como un movimiento, se convierte en un negocio y termina siendo un fraude.
Todo comenzó en 2006 y terminó, tras 14 años, en 2019.
Este 26 de octubre cumples 65 años, no sé si de vida, quizá de un paulatino deterioro personal, ético, moral y de integridad: sólo, abatido y con un rictus de miseria que hasta el final de tus días denotaran un profundo vacío.