Los fuertes vientos que azotaron recientemente el trópico de Cochabamba han dejado tras de sí una estela de destrucción en una de las principales zonas productoras de banano del país. Más de 100 hectáreas de cultivos fueron gravemente afectadas, poniendo en riesgo la economía de cientos de familias dedicadas a la producción y exportación de este fruto.
En municipios como Villa Tunari, Shinahota, Chimoré y Puerto Villarroel, las plantaciones sufrieron daños significativos. Según Agustín Conde, presidente de la Organización Comunitaria de Bananeros del Trópico de Cochabamba (Ocobantrop), las áreas más perjudicadas se encuentran en Puerto Villarroel.
Un golpe duro
La situación es crítica. La cosecha de banano estaba prevista para esta semana, pero las pérdidas han alterado completamente el cronograma, afectando el cumplimiento de contratos de exportación, en su mayoría destinados al mercado argentino. “La exportación se verá directamente afectada. No vamos a poder cumplir con los contratos vigentes y eso tendrá un impacto en los ingresos de las familias productoras”, lamentó Conde.
El trópico de Cochabamba, conocido por su alta producción de banano, ahora enfrenta una de las peores crisis. La región, que depende en gran medida de las exportaciones de este fruto, se encuentra en una encrucijada. Los daños en los cultivos no sólo representan una pérdida económica inmediata, sino que también ponen en peligro la sostenibilidad del sector a largo plazo.
Evaluación de daños
Las autoridades locales han comenzado a tomar acciones. La Gobernación, en colaboración con los municipios afectados, ha gestionado la llegada de una comisión para evaluar el alcance de los daños. Este informe preliminar será enviado a Defensa Civil, con el objetivo de gestionar ayuda para los productores que han visto cómo su sustento se reduce a escombros.
“Estamos trabajando con las autoridades municipales, pero aún no podemos adelantar nada con certeza. El huracán ha causado estragos y la evaluación tomará tiempo”, explicó Conde. A medida que las autoridades avanzan en la recopilación de información, las expectativas de los productores se centran en la respuesta del Gobierno para mitigar las pérdidas.
Problemas estructurales
Además de las afectaciones climáticas, los productores del trópico de Cochabamba enfrentan otros problemas que agravan la situación. La sigatoka negra, un hongo que afecta gravemente a los bananeros, se ha vuelto más resistente debido al uso de pesticidas de contrabando, lo que complica aún más el control de la plaga. “Los venenos de contrabando han hecho que la sigatoka negra sea inmune a los tratamientos habituales, y eso nos está afectando gravemente”, señaló Conde.
La escasez de diésel es otro de los problemas que enfrentan los productores, quienes dependen de este combustible para transportar la cosecha hacia los mercados internacionales. “Estamos haciendo malabares para cumplir con los envíos a Buenos Aires. El diésel es escaso y esto nos complica mucho”, añadió el presidente de Ocobantrop.
Aumento de costos
A la situación climática y sanitaria se suman los problemas económicos. La falta de dólares ha disparado el costo de los insumos necesarios para la producción, dijo el dirigente bananero. El precio del cartón, por ejemplo, ha subido de 2,1 a 2,5 dólares por unidad en cuestión de semanas, lo que incrementa los costos de producción en miles de dólares para los pequeños y medianos productores. Además, el costo del flete también ha aumentado considerablemente, empeorando la situación.
“El transporte hasta Buenos Aires nos cuesta 3 mil dólares por furgón, mientras que los productores de Paraguay pagan sólo 800 dólares por el mismo trayecto. Esto nos deja en desventaja frente a ellos”, explicó Conde, destacando cómo la competencia desleal en la región se ha vuelto otro obstáculo difícil de sortear.
Esperanza
Pese al panorama sombrío, los productores del trópico de Cochabamba mantienen la esperanza de que el Gobierno central y las autoridades departamentales tomen medidas efectivas para mitigar los efectos del desastre. “Esperamos que el informe que se entregue a Defensa Civil active un plan de ayuda para los productores. Necesitamos apoyo para reactivar nuestras plantaciones y evitar que la crisis se profundice”, concluyó.
Mientras tanto, la incertidumbre reina entre los productores de banano del trópico, quienes han visto cómo su principal fuente de ingresos se desmorona en cuestión de horas.