La producción de carne de cerdo en Cochabamba enfrenta una grave crisis debido a la insuficiencia de insumos esenciales para la alimentación del ganado. Así lo advirtió Álvaro Layme, presidente de la Asociación Departamental de Porcicultores de Cochabamba (Adepor), quien señaló que la empresa Alicorp, principal proveedora de soya, ha incumplido con la entrega de las cantidades requeridas desde septiembre, afectando severamente al sector.
“La falta de soya durante estos últimos meses nos ha obligado a reducir la producción, lo que a su vez ha encarecido los costos del cerdo vivo y de la carne. Esto impacta tanto a los productores como a los consumidores”, declaró Layme en entrevista con Los Tiempos.
Producción en riesgo
Adepor agrupa a más de 600 porcicultores que generan cerca de 2.500 toneladas de carne de cerdo al mes, cubriendo el 60 por ciento de la demanda en Cochabamba. El restante 40 por ciento se destina a mercados de La Paz, Oruro y Potosí. Sin embargo, la escasez de soya, alimento clave para el ganado, ha comprometido la capacidad productiva de estas granjas, incrementando también los costos operativos.
Layme atribuyó la situación a problemas logísticos de Alicorp, quien ha argumentado falta de capacidad en los almacenes, plazos limitados para recolectar la soya y escasez de diésel para el transporte.
“Estas explicaciones no son suficientes. Hemos reclamado ante el Viceministerio de Industrialización y otras autoridades, pero no hemos obtenido soluciones concretas”, sostuvo el dirigente. Ante esta situación, los porcicultores han recurrido al mercado negro, donde los precios de la soya son hasta un 100 por ciento más altos, una medida que amenaza la sostenibilidad de las granjas.
Los precios y la oferta
El aumento en los costos de producción ya se refleja en un alza de entre 1,50 y 2 bolivianos por kilo de carne de cerdo. Este incremento coincide con la mayor demanda característica de las fiestas de fin de año. Además, la reducción en la disponibilidad de alimento podría generar escasez en los mercados a corto plazo.
“La crisis afecta tanto a las grandes granjas como a las pequeñas unidades productivas familiares, que son las más vulnerables a este tipo de contingencias”, advirtió Layme.
El sector porcícola en Cochabamba involucra a unas 600 unidades productivas que sostienen a cientos de familias. La falta de insumos no sólo pone en peligro su sustento, sino también la seguridad alimentaria de la región.
“Aproximadamente el 60 por ciento de la carne de cerdo que se consume en Cochabamba proviene de nosotros. Si esta situación persiste, podríamos enfrentar una crisis más severa en la oferta y una escalada aún mayor en los precios”, alertó el presidente de Adepor.
Ante la falta de soluciones, los porcicultores cochabambinos no descartan tomar acciones drásticas, como bloqueo de carreteras y protestas callejeras, para exigir al Gobierno nacional que garantice la provisión de insumos.