La producción agrícola del departamento de Santa Cruz, la mayor región económica del país, cayó este 2024 en 17 % con respecto a la gestión anterior, debido a los bloqueos, avasallamientos, la falta de diésel, la falta de dólares, el contrabando y los fenómenos climáticos, informó la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO).
Según los datos, el cultivo de alimentos disminuyó de 17,33 millones de toneladas, en 2023, a 14,37 en 2014, un 17,07%; el área cultivada total fue de 2,76 millones de hectáreas, lo cual significó una disminución de un 10,83%, comparado con el año 2023 donde el área cultivada fue de 3,09 millones de hectáreas.
“No creer en el campo nos ha costado muy caro, años de bloqueo y avasallamiento. Escases de diésel que paraliza nuestra producción, contrabando que destruye el esfuerzo del productor nacional, limitaciones para acceder a la tecnología con la biotecnología que podría triplicar nuestra productividad”, explicó el presidente de la CAO, José Luis Farah.
Advirtió que la crisis actual, marcada por la escasez de diésel, el encarecimiento de insumos, los bloqueos de caminos y el avance del contrabando, amenaza con paralizar al campo productivo y poner en riesgo la seguridad alimentaria del país, según el reporte del portal Visión 360.
"Si el Gobierno hubiera apostado por el poder del campo como nosotros lo hemos hecho, esta crisis se habría contenido. Hoy seríamos una potencia agropecuaria, con ingresos más sostenibles que los hidrocarburos y con un futuro de certezas. En cambio, lo que vemos es lo contrario: la crisis se profundiza y muchos productores dejarán de producir alimentos", dijo Farah.
El presidente de la CAO destacó que, durante más de 20 años, el campo ha enfrentado un modelo económico que no lo ha priorizado, impidiendo que alcance su verdadero potencial. "Esta falta de apoyo nos trajo a la actual coyuntura con amenaza de hambre y lágrimas para las familias bolivianas, porque cuando el campo cae, todo el país sufre", dijo.