Una niña de 13 años admitió este martes su participación en los disturbios de la semana pasada en Inglaterra, al haber amenazado con recurrir a la violencia ante un hotel que albergaba solicitantes de asilo en la localidad de Aldershot.
La adolescente, cuyo nombre no puede ser revelado por razones legales al ser menor de edad, compareció hoy ante la Corte de Magistrados de Basingstoke, sur inglés, informaron fuentes legales.
La niña, cuya condena será impuesta el próximo mes de septiembre, admitió haber hecho las amenazas ante el hotel Potters International en Aldershot el pasado 31 de julio.
El Consejo Nacional de Jefes de Policía (NPCC, en inglés) informó hoy de que la cifra de arrestos por la violencia asciende a 975 y que 546 personas han sido acusadas, entre ellas un niño de tan solo 12 años y otros adolescentes.
El primer ministro británico, Keir Starmer, prometió la semana pasada que la justicia actuaría rápidamente contra los responsables de atacar durante varios días a la policía con botellas, piedras o latas, así como mezquitas y hoteles donde viven solicitantes de asilo.
Las revueltas empezaron después del asesinato con arma blanca el 29 de julio de tres niñas en un centro recreativo de la localidad de Southport, en el noroeste de Inglaterra.
Los grupos de extrema derecha pensaron, a partir de información falsa en las redes sociales, que el autor de los asesinatos era un solicitante de asilo, cuando en realidad se trató de un chico de 18 años nacido en Gales de padres ruandeses.