El líder del partido-milicia chií libanés Hizbolá, Hasán Nasralá, ha acusado a Israel de lanzar “una declaración de guerra” al provocar una “masacre sin precedentes” al hacer estallar en los últimos días cientos de dispositivos de comunicación —que han dejado al menos 37 muertos y casi 3 mil heridos— y ha asegurado que Líbano “se hace más fuerte” tras lo ocurrido y “se prepara para lo peor”.
La máxima autoridad de Hizbolá ha pronunciado ayer un discurso en el que ha insistido en la autoría de Israel en lo ocurrido en los últimos días, a pesar de que las autoridades israelíes no se han pronunciado al respecto, y les ha acusado de “romper todas las reglas” y “superar todas las ‘líneas rojas’”.
Nasralá ha incidido en que los dispositivos de comunicación —tanto “buscas” como “walkie-talkies”— no sólo estaban en posesión de miembros de Hizbolá, sino que se trata de dispositivos “muy extendidos en diferentes capas de la sociedad”. Las explosiones sorprendieron a civiles que estaban en hospitales, mercados o en la vía pública, señaló.
Entre tanto, Cazas israelíes lanzaron ayer más de medio centenar de bombardeos contra varias zonas del sur y sureste del Líbano, en medio de la creciente tensión en el país, informó el canal local de televisión Al Manar, perteneciente al grupo chií libanés Hizbulá.
“El número de bombardeos aéreos realizados por el enemigo sionista aumenta a 52 contra las zonas de Al Hargiya en Al Mahmudeya, el extrarradio de Al Aishiya, los Altos de Rihan y alrededores de Nahr Barhaz”, afirmó la cadena.