Desde el balcón del viejo Palacio Quemado, el presidente Luis Arce saludó ayer a la gente que salió a las calles en defensa de la democracia boliviana e hizo retroceder la acción militar encabezada por Juan José Zúñiga, según ABI.
“El pueblo movilizado ha hecho posible retroceder a esta intentona golpista. Gracias, pueblo boliviano”, afirmó ante una multitudinaria concentración que se dio cita en plaza Murillo ni bien la abandonaron los militares armados y en tanquetas blindadas que fueron parte de una intentona golpista.
El vicepresidente David Choquehuanca, ministros de Estado y dirigentes de las organizaciones sociales estuvieron en el balcón del viejo Palacio Quemado, contiguo a la Casa Grande del Pueblo, que fue el centro de operaciones de la resistencia a la acción militar de Zúñiga.
El movimiento de las tanquetas militares empezó pasadas las 14:30 de ayer, las mismas fueron apostadas en alrededores de la plaza Murillo, centro del poder político de Bolivia, donde funcionan los órganos Ejecutivo y Legislativo.
Decenas de personas se apostaron en calles contiguas a la Casa Grande del Pueblo en defensa de la democracia y cuestionando a los militares a voz en cuello su accionar. Los militares, en su intento por contener a la población que se sumaba cada minuto que pasaba, lanzaron gases lacrimógenos, según la agencia ABI.
La ministra de la Presidencia, María Nela Prada, aseguró que era “una facción del Ejército”.
Arce agradeció a los militares que no se sumaron a esta intentona golpista que fue condenada por organismos internaciones.