La Oficialía Mayor de la Cámara de Senadores, Raúl Salina Ayaviri, pide, a través de una carta, a su par de la Cámara de Diputados, Hernán Meruvia Quiñones, “reconsidere, rectifique y deje sin efecto el comunicado 007/2023-2024” que instruye que “los días 6 y 7 de junio (hoy y mañana) a partir de las 11:00 se procederá al fumigado del hemiciclo y ambientes de la Cámara de Diputados”.
El comunicado de Diputados obliga también a todo el personal del hemiciclo parlamentario y a los asambleístas a desalojar los ambientes hoy y mañana y reponer los horarios de trabajo del 10 al 14 de junio.
El Oficial Mayor del Senado advierte a su par de Diputados con aplicar el Código Penal que dice “El que impidiere o estorbare a un funcionario público el ejercicio de sus funciones incurrirá en (delito con pena de) reclusión de un mes a un año”. Además de enviar antecedentes al Ministerio Público.
La misiva argumenta que el Comunicado que instruye la fumigación “fue emitido en manera dolosa y premeditada con el objetivo de impedir el desarrollo de la Séptima Sesión Ordinaria convocada para el día jueves 6 de junio a hora 12:30”.
El justificativo de la fumigación, según el comunicado, es “prevenir enfermedades estacionales respiratorias y precautelar la salud y bienestar” de los funcionarios por la temporada de temperaturas bajas.
Las amenazas e intercambio de comunicados surgen cuando hoy a las 12:30 tendría que sesionar la Asamblea. Sin embargo, los seguidores del presidente Luis Arca han expresado su rechazo por considerar el acto ilegal y el presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, defendió su convocatoria a sesión de Asamblea y que le ha generado advertencias desde el ala "arcista".
Para los asambleístas de Comunidad Ciudadana (CC) se trata de una “acción desesperada del Gobierno de Arce para impedir la sesión de Asamblea Legislativa”, Denunciaron que les cortaron la luz y no hay condiciones para sesionar en el hemiciclo.
El jefe de CC, Carlos Mesa, se sumó a las críticas y escribió en su cuenta de X, “Denunciamos el intento del arcismo que, al más puro estilo dictatorial, pretende impedir la sesión parlamentaria, apelando al sabotaje, el encierro de los asambleístas y el amedrentamiento. Su afán por proteger a los autoprorrogados e impedir la aprobación de sus propias propuestas de Ley muestra el irrespeto por la institucionalidad y la falsedad de su discurso. La democracia nuevamente en peligro por la acción de quienes anteponen sus intereses por encima de la voluntad del pueblo”.