La Casa de la Libertad, situada en la plaza 25 de Mayo, en el corazón de “la ciudad de los cuatro nombre” y capital del Estado Plurinacional de Bolivia, Sucre, es un sitio de gran relevancia histórica. Esta icónica edificación, considerada el templo cívico de la nación, es un destino obligatorio para todo boliviano, porque es donde se proclamó la independencia del país, el 6 de agosto de 1825, marcando el nacimiento de Bolivia.
Sus históricas paredes resguardan documentos invaluables, como el Acta de nacimiento de la República, firmada por los próceres nacionales.
Con Bolivia en la recta final de la celebración de su bicentenario, las actividades se intensificaron, con la creación de un Consejo Nacional del Bicentenario, institución que se encarga de organizar las actividades rumbo a los 200 años del país. La Casa de la Libertad es una de las infraestructuras que estará en el centro de la agenda.
HISTORIA
La Compañía de Jesús llegó a Chuquisaca en 1591 y lo primero que hizo fue adquirir terrenos para construir una capilla, en lo que hoy es el Salón de Independencia, en la Casa de la Libertad.
Este salón es el sector más importante de la Casa de la Libertad. En la época del auge jesuítico, era la capilla doméstica de la Compañía de Jesús. A través del tiempo cumplió diversas funciones, como ser el aula magna de la Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca, donde los estudiantes debían rendir su examen final para obtener su título de “Doctor”.
Los próceres de la Patria, tras el fin de la Guerra de la Independencia, decidieron que el 6 de agosto de 1825 debía celebrarse, en algún lugar de Charcas, del entonces Alto Perú, una asamblea que determinara el destino de este nuevo Estado. La primera idea fue hacerlo en Oruro, pero se la descartó porque aún se registraban escaramuzas entre los realistas y los patriotas.
El mariscal Antonio José de Sucre pidió que la asamblea sea en la ciudad de Sucre. Así se hizo y, desde entonces hasta 1898, en ese recinto se reunió el Congreso boliviano. Allí se sancionó la primera Constitución de Bolivia, así como las leyes fundamentales del nuevo Estado, y ahí mismo juró como primer presidente de la República el mariscal Antonio José de Sucre, como lo hicieron después otros mandatarios hasta el presente.
Pero ahí no se quedó todo, una vez que se estableció la nueva república se debieron crear los poderes del Estado. El Poder Ejecutivo estuvo trabajando en lo que ahora es la Gobernación. El Poder Judicial empezó en lo que hoy en día es colegio Junín y el Poder Legislativo en el lugar donde nació Bolivia: tanto senadores y diputados trabajaron en la Casa de la Libertad y el Salón de la Independencia era el lugar de sesiones de este poder del Estado.
A finales del siglo XIX, el auge de la minería se movió hacia el norte del país: el estaño, producido en Potosí, decayó y la plata, salida de los socavones orureños, ganó fuerza, por lo que el balance de poder regional se inclinó hacia La Paz. La Guerra Federal de 1899 cambió no solo la estructura política del país, sino que también hizo mover la sede de la capitalía política a La Paz.
Resultado del enfrentamiento entre Sucre y La Paz fue el inmediato traslado del Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo a la ciudad del Illimani. La casa Jesuita nuevamente fue abandonada y, por el abandono de la misma, se perdieron documentos.
RECUPERACIÓN
La Sociedad Geográfica y de Historia de Sucre se encargó de recolectar objetos históricos, entre ellos el Acta de la Independencia, algunos cuadros y demás, y se decidió que la casa de los jesuitas sea un pequeño museo por 1920 y 1930. Luego, entre 1940 y 1950, el presidente Enrique Peñaranda decidió que ese espacio se convierta en un museo nacional.
En 1975, se consolidó como museo Casa de la Libertad y pasó a la dependencia del Estado y, en la década de 1980, dependió del Banco Central de Bolivia. Por los años 90, esta entidad financiera creó la Fundación Cultural, que se hace cargo y actualmente gestiona este espacio histórico con un presupuesto anual.
La Casa de la Libertad tiene diversos espacios. Los principales son la Sala Virreinal, el Salón de la Independencia, la Sala de Guerrilleros, la sala Bandera de Macha, la Sala de Firmantes, la Galería de los Presidentes, la Sala del Mariscal Sucre y la Sala de Honor. También alberga la Biblioteca “Joaquín Gantier”, que atesora más de 12.000 ejemplares, muchos de ellos de antiquísima data.
Los salones tienen ahora novedosos sistemas interactivos, traductores y otros servicios que mejoran la experiencia de los visitantes.
RUMBO AL BICENTENARIO
La Casa de la Libertad será el epicentro de varias actividades importantes. Se prevé que ahí se realice la Sesión de Honor y la entrega del Acta de Independencia. Además, está previsto que cada mes se organicen actividades relacionadas con el Bicentenario. A principios de mes, se llevó a cabo la presentación de la Ruta de los museos rumbo al Bicentenario. También se prevén exposiciones fotográficas, documentales, de tejidos y conversatorios en sus diversos salones.
HORARIOS DE ATENCIÓN
Las visitas al museo son de lunes a viernes, de 8:30 a 12:30 y de 14:30 a 18:30. Los sábados y domingos, de 9:00 a 13:00. No hay atención en feriados. Los recorridos guiados se realizan cada hora y el ingreso cuesta 20 bolivianos para nacionales y 30 bolivianos para extranjeros.