El rechazo del Gobierno peruano a la designación de la exdiputada masista Lidia Patty como cónsul de Bolivia en Puno es otra evidencia del deterioro que los gobiernos del Movimiento al Socialismo han provocado en el servicio exterior boliviano.
El extremo de la ineptitud de los funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores boliviano es tal, que la viceministra de Gestión Institucional y Consular cuestionó, mediante Facebook, la decisión soberana de la Cancillería de Perú que solicitó a la embajada de Bolivia en ese país el retiro de la designación de Patty como cónsul de Bolivia en Puno, debido a que ejerció funciones consulares sin la imprescindible admisión peruana de su nombramiento.
“Esto constituye una transgresión a las normas de la Convención de Viena sobre las Relaciones Consulares de 1963”, explicaba en Lima la Canciller de Perú.
Y tiene razón, pues el artículo 12 de esa convención internacional establece que “el jefe de oficina consular será admitido al ejercicio de sus funciones por una autorización del Estado receptor llamada exequátur” y “no podrá iniciar sus funciones antes de haber recibido el exequátur”.
Eso fue precisamente lo que ocurrió. Patty se instaló como cónsul de Bolivia en Puno, designada por el Gobierno de Luis Arce, en reemplazo de la anterior, Felipa Huanca —implicada en el desfalco del Fondo Indígena—, que dejó esas funciones consulares porque Perú le canceló el exequátor en abril de este año.
Igual que hace dos meses, la Cancillería ordenó el repliegue de su funcionaria consular rechazada por Lima.
Algo similar se dio también en noviembre de 2021 con el embajador de Bolivia en Asunción, Mario Cronenbold, destituido por el Ministerio de Relaciones Exteriores menos de dos semanas después de presentar sus cartas credenciales al canciller paraguayo y el mismo día que el pleno de la Cámara de Diputados de ese país lo declaraba persona non grata.
La razón de esa destitución fue un “inconveniente diplomático” que provocó Cronenbold al burlarse, mediante TikTok, de una costumbre paraguaya.
Huanca, Cronenbold y Patty llegaron al servicio exterior por su fidelidad al MAS y sus designaciones no pueden entenderse de otra manera que como premios políticos, pues, lo mismo que muchos de los funcionarios actuales de ese sector, poco o nada conocen de relaciones internacionales ni de las normas convencionales que los enmarcan.
Al contrario, los diplomáticos de carrera fueron excluidos paulatinamente de la Cancillería desde 2006, cuando Morales asumió en poder. Y entre noviembre de 2020 y febrero de 2021, cuatro meses después de la asunción de Luis Arce, se dio el despido masivo de más del 90 por ciento de los profesionales del Servicio de Relaciones Exteriores.