En un contexto alarmante en el que los accidentes de tránsito han alcanzado cifras preocupantes en Bolivia, surge una iniciativa que merece no solo reconocimiento, sino también apoyo masivo. La campaña de educación vial “PARE”, liderada por el Automóvil Club Boliviano (ACB) Filial Cochabamba, con el respaldo de instituciones como la Alcaldía de Cochabamba, Los Tiempos y la Gobernación, se presenta como un esfuerzo vital para frenar esta tendencia peligrosa. En una sociedad que muchas veces minimiza las normas de seguridad vial, esta campaña busca algo más que solo concienciar: pretende salvar vidas.
Las cifras son elocuentes. Durante el primer semestre de 2024, se registraron más de 7.800 accidentes de tránsito y 700 personas fallecidas en carreteras del país Esto significa un promedio de 42 accidentes diarios. Estas tragedias no son números vacíos, sino reflejos de vidas truncadas, de familias destruidas. Sin embargo, lo que más resuena es la reiteración de los mismos factores como causantes: exceso de velocidad, incumplimiento de las normas viales, consumo de alcohol y conductores imprudentes.
Sólo en la ciudad de Cochabamba, se reportan cuatro accidentes diarios y 893 heridos en lo que va del año.
Es en este desolador panorama donde la campaña PARE encuentra su razón de ser. El Automóvil Club Boliviano, en un esfuerzo desinteresado y sin otro objetivo que el bienestar de la ciudadanía, ha tomado la bandera de la educación vial para frenar este flagelo. La caravana de automóviles y el acto realizado en la plaza de Las Banderas este sábado, en conmemoración del Día Internacional de la Seguridad Vial, son solo el inicio de un plan ambicioso. A través de actividades lúdicas, como el sketch y las danzas presentadas por estudiantes, la campaña busca llegar no solo a los adultos, sino a los niños y jóvenes, quienes son tanto víctimas como futuros conductores.
La campaña PARE busca llevar la capacitación y las charlas preventivas directamente a las escuelas y a los conductores porque si algo hemos aprendido, es que la prevención no puede ser solo una tarea de las autoridades, sino una responsabilidad compartida por todos los actores sociales.
Es por esto que la labor del Automóvil Club Boliviano, junto con sus aliados, es invaluable. No hay interés económico detrás de esta iniciativa, no hay beneficio político, solo una apuesta clara por la vida y la seguridad de todos, en especial de los más vulnerables: los niños. Porque al final del día, el verdadero éxito de una campaña de este tipo se medirá no en los actos públicos ni en las caravanas, sino en la reducción de accidentes y en el cambio de actitud de conductores y peatones.