Plantear medidas de sentido común en el manejo económico suena hoy a utopía, en medio del caos que generan las idas y venidas en torno al Censo y el referéndum, maniobras en las que se mezclan la torpeza burocrática y los planes para “inclinar la cancha” en las elecciones del próximo año.
Lo más probable es que la escasez de dólares y combustibles en Bolivia continúe por un buen tiempo, mientras no se revisen ciertas condiciones estructurales, relacionadas con la expansión del Estado en la economía, con empresas públicas deficitarias y trabas al comercio internacional de los privados (que bien podrían lograr una importación más eficiente de carburantes).
En todo caso, si el proceso de referéndum finalmente se lleva a cabo, cabría inquirir algo más en qué consiste el “poco a poco” planteado para el levantamiento del subsidio a los combustibles: ¿precios diferenciales según sectores (que traerían complicaciones de corrupción), simple gradualidad en el precio, fondos de compensación para la logística de los alimentos, subsidio sólo para la producción nacional de hidrocarburos?
El sinceramiento del precio del dólar, que cotiza en el mercado paralelo en un 60% más que el oficial, es otra de las asignaturas pendientes, así como un acuerdo gobierno-empresarios que sea estratégico y no solamente táctico, algo que se dificulta por la insistencia dirigista de la actual administración, que llega a plantear un “control de divisas” que nos llevaría directo al modelo venezolano.
Ese acuerdo estratégico, hoy de probabilidad borrosa, debería incluir una adopción amplia de las biotecnologías, no sólo para el biodiésel, lo que podría elevar exponencialmente la productividad agropecuaria y agroindustrial; además de una liberación real de las exportaciones. Igualmente, una nueva ley de hidrocarburos para atraer inversiones exploratorias y una norma que garantice la libre circulación por las carreteras, con fuertes sanciones económicas, pero no penales a los bloqueadores (no se trata de criminalizar la protesta).
El filósofo francés Henri Bergson definió al sentido común como “la facultad para orientarse en la vida práctica”, mientras que el académico ecuatoriano Eduardo Mora-Anda dice que el sentido común nos ahorra tonterías, se atiene a lo que puede funcionar y descarta lo absurdo, prefiriendo lo razonable a lo perfecto. Esta cualidad sería una buena guía para navegar en el presente caos y el liderazgo político que la asuma puede tener, para 2025, medio camino andado.
En una esquina X de la ciudad, de pronto mi marido exclama “buena pregunta” mirando a un papá en moto cuyo hijito de unos siete años le acababa de preguntar “¿por qué ese auto se pasó de frente si el semáforo estaba en rojo?”.
Esa pregunta nos la han hecho muchas veces nuestros propios hijos y estoy segura de que sus hijos a ustedes también.
En una esquina X de la ciudad, de pronto mi marido exclama “buena pregunta” mirando a un papá en moto cuyo hijito de unos siete años le acababa de preguntar “¿por qué ese auto se pasó de frente si el semáforo estaba en rojo?”.
Esa pregunta nos la han hecho muchas veces nuestros propios hijos y estoy segura de que sus hijos a ustedes también.
CARLOS DERPIC SALAZAR
El domingo pasado comenzó a circular en redes sociales un video que mostraba la manera en que un grupo de personas, todas con barbijo, ubicadas en el aeropuerto Jorge Wilstermann de Cochabamba, abuchean, empujan y golpean al exministro Carlos Romero Bonifaz, hombre poderoso si los habrá habido, durante los gobiernos de Evo Morales.
El domingo pasado comenzó a circular en redes sociales un video que mostraba la manera en que un grupo de personas, todas con barbijo, ubicadas en el aeropuerto Jorge Wilstermann de Cochabamba, abuchean, empujan y golpean al exministro Carlos Romero Bonifaz, hombre poderoso si los habrá habido, durante los gobiernos de Evo Morales.
Una pregunta que se repite incontables veces en la sociedad boliviana tiene que ver con quién podría sustituir a los caudillos masistas, o lo que es lo mismo, qué líder cumple las condiciones necesarias para ganar las elecciones de 2025; la respuesta es siempre la misma, “no hay”. En este momento no se perfila ningún líder de oposición que concentre la fuerza política necesaria como para ganarle al MAS.
Una pregunta que se repite incontables veces en la sociedad boliviana tiene que ver con quién podría sustituir a los caudillos masistas, o lo que es lo mismo, qué líder cumple las condiciones necesarias para ganar las elecciones de 2025; la respuesta es siempre la misma, “no hay”. En este momento no se perfila ningún líder de oposición que concentre la fuerza política necesaria como para ganarle al MAS.
A estas alturas todos deben tener claro que no tendremos nuevos jueces hasta que al Gobierno le dé la gana. La anulación de las elecciones judiciales no es ningún accidente, evidentemente. Antes bien, responde a un plan tan terrible como eficaz y que debería angustiar a los demócratas de este pobre país.
A estas alturas todos deben tener claro que no tendremos nuevos jueces hasta que al Gobierno le dé la gana. La anulación de las elecciones judiciales no es ningún accidente, evidentemente. Antes bien, responde a un plan tan terrible como eficaz y que debería angustiar a los demócratas de este pobre país.
EMILIO MARTÍNEZ CARDONA
El populismo de izquierda latinoamericano, junto a sus socios transatlánticos de España, parecen estar pasando por un periodo de fricciones y desarticulación, aunque una interpretación alternativa sería más bien la de una diferencia de estilos o “velocidades”.
Esto último, recordando lo que le dijo Lula da Silva a Hugo Chávez hace ya muchos años: “vamos a velocidades distintas, pero vamos al mismo lugar”.
El populismo de izquierda latinoamericano, junto a sus socios transatlánticos de España, parecen estar pasando por un periodo de fricciones y desarticulación, aunque una interpretación alternativa sería más bien la de una diferencia de estilos o “velocidades”.
Esto último, recordando lo que le dijo Lula da Silva a Hugo Chávez hace ya muchos años: “vamos a velocidades distintas, pero vamos al mismo lugar”.
En 2017, durante mi gestión como presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), presentamos una demanda ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) por el incumplimiento por parte del Estado boliviano del Convenio 131, una norma supranacional, ratificada por Bolivia en 1977,que instruye a los países que antes de fijar el salario mínimo se consulte exhaustiva e igualitariamente con las organizaciones representativas de empleadores y de trabajadores, y que dispone ademá
En 2017, durante mi gestión como presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), presentamos una demanda ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) por el incumplimiento por parte del Estado boliviano del Convenio 131, una norma supranacional, ratificada por Bolivia en 1977,que instruye a los países que antes de fijar el salario mínimo se consulte exhaustiva e igualitariamente con las organizaciones representativas de empleadores y de trabajadores, y que dispone ademá
Los pasos acelerados que da la tecnología crean cada vez más medios de pagos que tienen el objetivo de reemplazar el uso del dinero físico por el electrónico; esto, para hacer más fácil la vida de las personas mientras realizan transacciones financieras. Sin embargo, ese camino a la practicidad puede estar plagado de una serie de peligros y riesgos de estafa, a los que muchos hemos estado expuestos en algún momento.
Los pasos acelerados que da la tecnología crean cada vez más medios de pagos que tienen el objetivo de reemplazar el uso del dinero físico por el electrónico; esto, para hacer más fácil la vida de las personas mientras realizan transacciones financieras. Sin embargo, ese camino a la practicidad puede estar plagado de una serie de peligros y riesgos de estafa, a los que muchos hemos estado expuestos en algún momento.
JAVIER VISCARRA VALDIVIA
Hace unos años, el presidente Luis Arce Catacora intentó popularizar un eslogan político que proclamaba que “estábamos saliendo adelante”. Sin embargo, este mantra ha desaparecido en gran medida, dejando tras de sí una estela de decepción y desengaño. Lo que una vez fue presentado como un horizonte prometedor, ahora se revela como una mentira flagrante, una ilusión vacía que se desvanece ante la inocultable situación.
Hace unos años, el presidente Luis Arce Catacora intentó popularizar un eslogan político que proclamaba que “estábamos saliendo adelante”. Sin embargo, este mantra ha desaparecido en gran medida, dejando tras de sí una estela de decepción y desengaño. Lo que una vez fue presentado como un horizonte prometedor, ahora se revela como una mentira flagrante, una ilusión vacía que se desvanece ante la inocultable situación.
El movimiento sindical en América Latina ha sido históricamente un bastión de lucha por los derechos laborales y la justicia social, estrechamente vinculado a ideales socialistas y democráticos. Desde sus inicios, los sindicatos han sido la voz de los trabajadores, defendiendo sus derechos frente a la explotación y la injusticia.
El movimiento sindical en América Latina ha sido históricamente un bastión de lucha por los derechos laborales y la justicia social, estrechamente vinculado a ideales socialistas y democráticos. Desde sus inicios, los sindicatos han sido la voz de los trabajadores, defendiendo sus derechos frente a la explotación y la injusticia.
Los jóvenes desde los otrora jóvenes de mayo 68 en París, buscan formas auténticas en cuestiones decisivas como el valor de la política en la propia vida y en la colectividad; un amor renovado por el conocimiento y la creatividad; cambios rotundos en los sentidos de amor y la libertad sin etiquetas ni clichés, en un mundo condicionado por presagios y visiones de otros. “La imaginación al poder” en el centro de la vida personal y pública.
Los jóvenes desde los otrora jóvenes de mayo 68 en París, buscan formas auténticas en cuestiones decisivas como el valor de la política en la propia vida y en la colectividad; un amor renovado por el conocimiento y la creatividad; cambios rotundos en los sentidos de amor y la libertad sin etiquetas ni clichés, en un mundo condicionado por presagios y visiones de otros. “La imaginación al poder” en el centro de la vida personal y pública.