Los conflictos por los combustibles y los bloqueos de caminos han dejado opacada una noticia que de repente merecía mayor atención en la población, y es que Cochabamba cuenta aún con 89 mil vacunas contra la influenza, muchas de las cuales caducarán estos días. No se especificó cuándo ni la cantidad de dosis que dejarán de servir.
Sin embargo, el dato debiera llamar la atención a toda la población sobre todo considerando lo que cuesta adquirir estas vacunas y todo el esfuerzo que se invierte en las campañas de inunización, más aún cuando llega la noticia de que dos niños murieron en la última semana por neumonía (asociada a la influenza) y otros nueve se hallan internados.
En lo que va del año, 11 personas fallecieron por neumonía, además de que existe un incremento de 14 por ciento de casos. La cobertura contra la influenza, iniciada el pasado 1 de junio, se estancó en un 73 por ciento cuando lo ideal sería estar en un 100 por ciento.
Probablemente la población se sienta más segura y menos vulnerable una vez que el invierno se va acabando. El problema es que tarde o temprano aparece un caso que provoca pequeños brotes en la población, y es cuando lamentamos el no habernos vacunado.
No debiera ser así, habría que tomar todas las garantías del caso, y más aun sabiendo que las vacunas son completamente gratuitas, sólo hay que acudir al centro de salud más cercano al trabajo o domicilio. Algo parecido ocurrió con la pandemia de covid. Seguramente los lectores recordarán las filas, aglomeraciones y peleas que se producían en el clímax de la pandemia y cuando las vacunas recién comenzaban a llegar. Una vez que pasaron los picos de mortalidad, la población parece aflojar la guardia, ya nadie utiliza barbijos, descuidan la higiene de las manos y muchas vacunas comenzaron a caducar. Después lo lamentamos cuando aparece un caso aislado y justo ese caso somos nosotros.
En cuanto a la influenza, que es lo que todavía nos martiriza, la campaña de vacunación fue ampliada por el Ministerio de Salud hasta el 16 de agosto en todo el territorio nacional, de modo que es una nueva oportunidad que se nos ofrece en materia de inmunidad.
Paralelamente, tras el retorno a clases escolares, se desplegarán nuevamente las brigadas médicas a las unidades educativas, para proteger a la población estudiantil de esta enfermedad.
Después del 16 de agosto, cuando concluya la campaña, la aplicación de las vacunas se priorizará a los grupos de riesgo, como mayores de 60 años, niños de 6 a 18 meses, y de 2 a 12 años; personas con enfermedades crónicas; embarazadas y personal de salud. Así, las cosas, no se deje. Vacúnese. Tome sus previsiones.