La actividad minera en el departamento de Cochabamba ha registrado un notable crecimiento, superando a Oruro en producción a nivel nacional. Este avance, liderado por el aumento en la extracción de oro, marca un cambio significativo en el panorama minero del país, informó Marcelo Ballesteros, viceministro de Política Minera, Regulación y Fiscalización.
El impulso principal en Cochabamba proviene del sector aurífero, cuya producción ha pasado de entre una y una tonelada y media anual a más de 4 toneladas en 2023. Este incremento ha generado un aumento del 300% en las regalías mineras del departamento en comparación con 2022, beneficiando de manera considerable las arcas públicas. Actualmente, el 85% de estas regalías se destinan a la Gobernación y el 15% a los municipios productores, siendo Cocapata uno de los mayores contribuyentes, detalló Ballesteros a Los Tiempos.
A pesar de este crecimiento, Eleuterio Galindo, secretario departamental de Minería e Hidrocarburos, señaló que los ingresos totales por regalías se han visto reducidos debido a una nueva normativa del Banco Central de Bolivia. Esta medida exime a los operadores que venden su oro al banco del pago del 40% de las regalías. Como consecuencia, la Gobernación recaudó aproximadamente 30 millones de bolivianos en 2023, una cifra inferior a los 45 millones obtenidos el año anterior, pese a los altos precios internacionales del oro.
Minería moderna
Cochabamba está apostando por una minería más moderna y sostenible, aseguró Ballesteros. Actualmente, se están desarrollando proyectos de prospección en minerales críticos y tierras raras, como el uranio y el niobio, en municipios como Independencia. Estos proyectos podrían diversificar la base productiva del departamento y aumentar el valor agregado de sus exportaciones.
Diversificación
Si bien el oro ha sido el motor principal del reciente auge minero en Cochabamba, otros minerales, como el zinc y el wólfram, también forman parte de su cartera productiva. Aunque el departamento ocupa el cuarto lugar a nivel nacional en producción de zinc, su contribución es relevante en el proceso de diversificación minera, destacó Galindo a Los Tiempos.
En cuanto a los minerales no metálicos, Cochabamba lidera la producción de caliza y yeso en el ámbito nacional. Aunque estos productos no tienen el mismo valor económico que los metales preciosos, son fundamentales para el sector no metálico, donde el departamento se posiciona como el principal productor.
Retos y oportunidades
La minería en Cochabamba enfrenta desafíos importantes. Uno de ellos es el control y regulación de las regalías, aunque la Gobernación ha implementado mecanismos que han mejorado la recaudación, particularmente en el sector de minerales no metálicos, donde se ha logrado captar casi el 90% de las regalías, frente al 40% que se recaudaba anteriormente.
El futuro de la minería cochabambina dependerá de su capacidad para seguir explorando y explotando minerales críticos y tierras raras, lo que podría posicionar al departamento como un actor clave en la nueva era de minería moderna en Bolivia.