Actualidad País
Tras reunirse con los alcaldes de los municipios de Beni, este sábado, el presidente Luis Arce se comprometió a reponer las viviendas, el ganado y la capacidad productiva de las familias de esa región afectadas por los incendios forestales.
El Ministerio de Hidrocarburos y Energías (MHE) entregó 23 toneladas de alimentos, agua y medicamentos, además de una ambulancia y cisternas para coadyuvar a los bomberos y voluntarios en la lucha contra los incendios forestales en Santa Cruz.
El presidente Luis Arce llegó la mañana de este sábado al aeropuerto de Trinidad Teniente Jorge Henrich Arauz donde se reúne con los alcaldes de los municipios de Beni afectados por los incendios forestales.
Tras el bombardeo de nubes en el oriente boliviano, la madrugada de este sábado, Santa Cruz amaneció con precipitaciones fluviales que traen esperanzas para sofocar los incendios forestales y disminuir la intensa humareda.
Este sábado San Antonio recibirá a The Strongest en el marco de la décimo cuarta fecha del torneo clausura boliviano. El encuentro, se llevará a cabo a las 15:00 horas en el estadio Dr. Carlos Villegas de Entre Ríos y lo vas a poder escuchar en El Derribador de la Red Erbol desde las 14:00. 
Un frente frío ingresó en las últimas horas a Bolivia y la lluvia comenzó la madrugada de este sábado en el departamento de Santa Cruz, según un reporte del Senamhi la precipitación ayuda a que se disipe la humareda y se espera que la lluvia llegue en las próximas horas a la zona norte del departamento, donde se registran los incendios.
Deportes
Acompañado de su compañero y amigo Daniel Evans, que no podía evitar las lágrimas de emoción, aplaudido por sus rivales, los estadoundenses Taylor Fritz y Tommy Paul, y ovacionado por la grada que coreó una y otra vez su nombre, Andy Murray puso fin a su carrera como jugador, derrotado en los cuartos de final de dobles por 6-2 y 6-4.
La italiana Ángela Carin se retiró de su combate de octavos de final de los Juegos Olímpicos de París 2024 a los 46 segundos, tras recibir dos fuertes golpes de la púgil argelina Imane Khelif, quien fue descalificada de los Mundiales de Boxeo en 2023 tras no superar un test de género, que determinó que tenía “ventajas competitivas sobre otras competidoras femeninas”.
La calidad del agua del río Sena era "muy buena" este pasado miércoles, cuando se disputaron en él los tramos de natación del triatlón masculino y femenino, de acuerdo a las mediciones bacteriológicas realizadas por la organización de París 2024.
Con dos certeros tiros libres de Axel Veizaga, a 13 segundos del final, Pichincha derrotó a Tarija Básquetbol por 78-77, la noche de este miércoles, en la Villa Imperial, dejando esta llave igualada a dos triunfos y con un quinto partido en el horizonte para conocer al finalista de la Liga Boliviana de Básquetbol (Libobásquet).
Los Juegos Olímpicos son el evento deportivo del año, un magnífico escaparate de tendencias de ídolos en los que la generación Z ve un referente a imitar, protagonistas de una estética que crea tendencia en moda y belleza.
Sin la venezolana Yulimar Rojas, cuatro veces campeona del mundo y medallista de oro en Tokio 2020, el triple salto busca en París nueva reina entre la ucraniana Maryna Bekh-Romanchuk, la jamaicana Shanieka Ricketts, la española Ana Peleteiro, la cubana Leyanis Pérez y la dominica Thea Lafond, las cinco principales candidatas al trono.
Opinión

Más de 7.334.000 bolivianos estamos habilitados para votar hoy en las terceras elecciones judiciales de nuestra historia. Son comicios en los que, como lo admite el presidente del Órgano Electoral Plurinacional, “a los ciudadanos y ciudadanas, no les gusta este sistema de elección de jueces”.

Ese disgusto permite pensar que, igual que en 2011 y 2017, una mayoría de los sufragios —más del 50%— no serán válidos.

Puntos de Vista

Por suerte no vivimos en Suiza. Porque si viviéramos allí, las mujeres recién hubiéramos obtenido el voto en 1971, dieciocho años después de que mi madre lo obtuvo en Bolivia, en 1953.

Por suerte no vivimos en Suiza. Porque si viviéramos allí, las mujeres recién hubiéramos obtenido el voto en 1971, dieciocho años después de que mi madre lo obtuvo en Bolivia, en 1953.

Un nuevo 8 de marzo. Seguramente escucharemos discursos, loas a las mujeres, muchas quejas: violencia, abusos, obstáculos. Prohibido enviar flores. Ni asuetos ni tarde libre. Mujeres de espíritu libre, mujeres felices, mujeres con autoestima, abstenerse de aparecer.

Un nuevo 8 de marzo. Seguramente escucharemos discursos, loas a las mujeres, muchas quejas: violencia, abusos, obstáculos. Prohibido enviar flores. Ni asuetos ni tarde libre. Mujeres de espíritu libre, mujeres felices, mujeres con autoestima, abstenerse de aparecer.

Las elecciones primarias en Bolivia se realizaron por primera vez de forma oficial (antes hubo consultas internas informales) el 27 de enero de 2019. 

De los más de 7 millones de electores potenciales, participaron sólo 1.700.000 personas. La ley establece que la elección estaba restringida a los militantes de los partidos, no a la gente en general. 

Para todos, salvo para el binomio del MAS, aquel ejercicio fue un despilfarro de tiempo y dinero. 

Las elecciones primarias en Bolivia se realizaron por primera vez de forma oficial (antes hubo consultas internas informales) el 27 de enero de 2019. 

De los más de 7 millones de electores potenciales, participaron sólo 1.700.000 personas. La ley establece que la elección estaba restringida a los militantes de los partidos, no a la gente en general. 

Para todos, salvo para el binomio del MAS, aquel ejercicio fue un despilfarro de tiempo y dinero. 

Es 8 de marzo y el telón se alza para revelar una escena vivida cada año: cientos de mujeres defensoras acérrimas del feminismo desempolvan el pañuelo verde y morado y se despliegan por las calles. Algunas adoptan una postura pacífica, otras sostienen carteles cargados de frases prefabricadas: “mi cuerpo, mi decisión”, “no somos hijas de Dios, somos hijas de las mochas”, “el violador eres tú”, “legalización del aborto”, o “el feminismo es revolución”.

Es 8 de marzo y el telón se alza para revelar una escena vivida cada año: cientos de mujeres defensoras acérrimas del feminismo desempolvan el pañuelo verde y morado y se despliegan por las calles. Algunas adoptan una postura pacífica, otras sostienen carteles cargados de frases prefabricadas: “mi cuerpo, mi decisión”, “no somos hijas de Dios, somos hijas de las mochas”, “el violador eres tú”, “legalización del aborto”, o “el feminismo es revolución”.