Giuliano Simeone y Cristian Medina, este último sobre la campana, en la última acción de un partido que se extendió hasta el minuto 116, permitieron a Argentina evitar el k.o. ante Marruecos (2-2) en su estreno en los Juegos de París, un debut que estuvo a punto de convertirse en una auténtica frustración para la Albiceleste.
Con todo perdido, cuando al inicio del segundo tiempo el campeón africano sub-23 se situó con 0-2, Javier Mascherano, seleccionador argentino, recurrió al delantero del Alavés, que reflotó a la Albiceleste con su ambición y su gol, y en el arreón final y en una prolongación eterna, encontró el premio a su acoso y a su fe con el postrero tanto, tras varios rechaces, incluso de la madera, del mediocampista de Boca Juniors.
La magia de Ilias Akhomach y la pegada de Soufiane Rahimi habían puesto en un absoluto compromiso a la selección argentina, que en un visto y no visto, entre el final del primer periodo y el inicio del segundo, tenía un 0-2 en contra ante un rival muy bien armado que confirmaba su ambicioso proyecto en este torneo.
El talentoso jugador del Villarreal, formado en las categorías inferiores del Barcelona y que fue incluso internacional español en los equipos 'pequeños' pero que finalmente se decidió por jugar con Marruecos, rompió en añicos a la Albiceleste de Javier Mascherano, víctima de su inspiración.
Tras un primer periodo equilibrado, sin apenas llegadas, en la prolongación Ilias Akhomach se inventó un bello gesto técnico, con taconazo incluido, que sirvió a Bilal Al Khannouss para que Rahimi, del Al Ain emiratí, desnivelara la balanza.
Le quedaba todo el segundo tiempo por delante a Argentina para enmendar la situación. Pero nada más reanudarse el partido, un ligero empujón de Julio Soler sobre la espalda del propio Ilias fue castigado con un penalti por el sueco Glenn Nyberg que materializó Rahimi.
Marruecos había encarrilado el choque ante una Argentina que apenas había generado nada. Julián Álvarez, una de las referencias de este equipo junto a Nicolás Otamendi, Gero Rulli o Thiago Almada, no había aparecido. El delantero del Manchester City, sin balones, había pasado desapercibido, al igual que Lucas Beltrán.
Mascherano no tardó en dar entrada a Giuliano Simeone en lugar de Kevin Zenón para dotar de más llegada a su equipo. Decisión más que acertada la del 'Jefecito'. El delantero del Alavés reactivó a sus compañeros y fue el encargado de darle esperanzas al acortar distancias a los 68 minutos.
Tres nuevas sustituciones y la postrera del 'Diablito' Echeverri fueron las apuestas definitivas del seleccionador argentino. La Albiceleste, volcada, tuvo sus opciones, dos muy claras, un remate de cabeza de Bruno Amione y una llegada de Julián Álvarez, pero las abortó Munir El Kajoui. Tuvo que esperar hasta la última acción, una locura de rechaces, para sellar la igualada que le permite salvar un punto cuando tuvo todo perdido.
Mientras los titulares e imágenes de los incendios forestales que devastan grandes extensiones del país ocupan nuestra atención, una crisis igualmente apremiante avanza en silencio en el valle alto de Cochabamba: la sequía. A pesar de su menor visibilidad mediática, la falta de agua está provocando estragos en las comunidades rurales y urbanas de la región, y sus efectos a largo plazo pueden ser tan devastadores como los incendios.
JAVIER VISCARRA VALDIVIA
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a ministra de Relaciones Exteriores de Bolivia, Celinda Sosa Lunda, ha revelado por escrito que el ministerio a su cargo no cuenta con funcionarios diplomáticos de carrera. Esta afirmación, aunque ya conocida en ciertos círculos, seguramente provocará indignación entre quienes comprenden la importancia de las relaciones internacionales para un Estado.
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Todos saben que las denominaciones de izquierda y derecha provienen de la Revolución Francesa en la que en la Asamblea Constitucional se ubicaron al lado derecho los girondinos que buscaban la mantención del absolutismo y al lado izquierdo los jacobinos que perseguían el cambio de ese sistema, tiempo desde el que quedaron dichos apelativos.
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El 29/08/1985 Víctor Paz Estenssoro promulgó el DS 21060 apoyado en el “Pacto por la democracia” suscrito por el MNR y la ADN. Resumió sus motivos afirmando que “Bolivia se nos muere”. A esas alturas el capitalismo de estado consolidado en 1952 había colapsado y la economía agonizaba en el contexto de la hiperinflación.
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Una noche antes de que Eduardo muriera, lo soñé en una silla de ruedas, muy delgado y con un gorro que no sé si alguna vez usó. Me acercaba y le ponía mi mano en su frente y le decía que iba a mejorar. Él respondía que ya no... Dado que no he logrado interpretar ese sueño de otra forma que no fuera una despedida, ocupo mi columna -como lo han hecho otros con el mismo afecto- para decirle a-Dios.
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