Los rebeldes hutíes del Yemen reivindicaron este viernes el lanzamiento de un misil balísitico y un dron desde el territorio que controlan en dirección hacia las ciudades israelíes de Tel Aviv y Ashkelón, respectivamente, ataques que, según dijeron, "completaron exitosamente sus objetivos".
El reconocimiento de este ataque llega horas después de que el Ejército de Israel informara sobre la intercepción en horas de la madrugada y fuera de territorio israelí de un misil 'tierra-tierra' de largo alcance lanzado desde el Yemen contra el centro del país.
Mientras, las autoridades de la Comandancia General de las Fuerzas Armadas de Jordania anunciaron esta tarde el derribo de un dron en la frontera sur del país.
El misil sería al menos el segundo de ese tipo lanzado contra el centro de Israel esta semana, después de que el pasado día 25 el grupo chií libanés Hizbulá hiciera lo propio, lo que activó las alarmas en Tel Aviv y otras áreas próximas.
Según el Ejército israelí, era la primera vez que la milicia chií libanesa apuntaba a Tel Aviv, lo que desencadenó intensos bombardeos israelíes en represalia.
"Las Fuerzas Armadas yemeníes (hutíes) llevaron a cabo una operación militar en la que atacaron un objetivo militar vinculado al enemigo israelí en el área ocupada de Yafa (Tel Aviv), con un misil balísitico Palestina 2, así como un objetivo vital en el área ocupada de Ashkelón mediante el empleo de un dron", dijeron los rebeldes en un comunicado.
"Ambas operaciones han completado exitosamente sus objetivos", añadieron.
Los rebeldes hutíes del Yemen, respaldados por Irán, constituyen uno de los mayores aliados de Hizbulá en la región, así como del grupo islamista palestino Hamás en la Franja de Gaza y han criticado duramente tanto el asalto israelí contra el enclave como los bombardeos masivos lanzados contra Líbano por el Ejército de Israel.
Los enfrentamientos entre Israel y Hizbulá entraron en una nueva etapa de intensidad desde la semana pasada, cuando explotaron simultáneamente miles de aparatos de comunicación en manos de integrantes de la formación libanesa y varios de sus altos mandos fueron asesinados cerca de Beirut.
Desde entonces han muerto más 700 personas en Líbano, miles han resultado heridas y más de 77.000 han sido desplazadas de sus hogares, unas cifras en una semana sin precedentes desde la guerra civil libanesa (1975-1990), lo que ha provocado un fuerte llamamiento de la comunidad internacional para lograr un alto el fuego, de momento desestimado por Israel.