Real Madrid acabó ayer con el sueño de Pachuca y se alzó con el título de la Copa Intercontinental, luego de imponerse 3-0 en duelo correspondiente a la final y que se jugó en el estadio Lusail de Catar.
El Merengue sumó así otro trofeo a su extensa vitrina, agrandando su imagen tras la gran cantidad de títulos consolidados este año: La Liga, Supercopa de España, Liga de Campeones y la Supercopa de Europa.
Real Madrid parece no tener un techo y lo demostró en un partido de intenso trámite en el que los Tuzos aguantaron 37 minutos.
Fue precisamente en ese minuto que Vinicius Júnior, recientemente galardonado con el premio The Best, asistió desde la banda izquierda para la definición del francés Kylian Mbappé.
El 2-0 fue cuestión de tiempo y el galo se vistió esta vez de asistidor, tras entregar el esférico para la definición de Rodrygo.
Finalmente, a instancias del VAR, Real Madrid selló el 3-0 con el lanzamiento penal ejecutado por Vinicius, que cerró una media temporada con éxito (39’ ST).
De esta manera, Real Madrid se consagró como el primer campeón de la Copa Intercontinental de FIFA (no confundir con la antigua Copa Interncontinental UEFA-Conmebol).
En cuanto a Pachuca, el saldo para el cuadro mexicano no fue tan negativo: se alzó con el título de las copas Derbi de las Américas (3-0 ante Botafogo) y Challenger (0-0, 6-5 en penales ante Al Ahly de Egipto).
El once egipcio tampoco se fue con manos vacías, tras alcanzar la corona de la Copa Asia-África-Pacífico (3-0 ante el emiratí Al-Ain).
Las temperaturas máximas de los últimos días en la ciudad de Cochabamba superaron los 25 grados Celsius (°C) y ayer fue de 30. No es un dato extraordinario si consideramos que en enero de 2023 se registraron entre 33 y 36°C, y a principios de octubre de ese año alcanzó los 37,8.
La presidencia no es una responsabilidad para aprender en el cargo. Es decir, para conducir un país se requiere de formación y experiencia. Caso contrario corremos el riesgo de improvisar y equivocarnos.
Más aun, los candidatos no deben presentar solo lo que prometen hacer en el futuro, sino lo que han hecho antes: qué formación profesional, qué experiencia de gobierno, qué pruebas de integridad moral, qué apego a la democracia y qué apego a la institucionalidad han defendido.
La presidencia no es una responsabilidad para aprender en el cargo. Es decir, para conducir un país se requiere de formación y experiencia. Caso contrario corremos el riesgo de improvisar y equivocarnos.
Más aun, los candidatos no deben presentar solo lo que prometen hacer en el futuro, sino lo que han hecho antes: qué formación profesional, qué experiencia de gobierno, qué pruebas de integridad moral, qué apego a la democracia y qué apego a la institucionalidad han defendido.
CARLOS DERPIC SALAZAR
El título de esta columna no hace alusión a los hermosos bailecitos del folklore boliviano, sino a la espantosa y demagógica práctica en que el MAS sumió a Bolivia con la engañifa de “democratizar la justicia” que, tuvo, el pasado domingo 15 de diciembre, su tercera versión.
El título de esta columna no hace alusión a los hermosos bailecitos del folklore boliviano, sino a la espantosa y demagógica práctica en que el MAS sumió a Bolivia con la engañifa de “democratizar la justicia” que, tuvo, el pasado domingo 15 de diciembre, su tercera versión.
Hace algunos días, los bolivianos asistimos a elegir una vez más a las máximas autoridades de las cuatro instituciones del Órgano Judicial, que ejercerán sus cargos por seis años. Y lo hicimos obligados por el mandato de la Constitución, bajo amenaza de sanciones pecuniarias y ante el riesgo de vernos impedidos de ejercer derechos ciudadanos que nada tienen que ver con este proceso.
Hace algunos días, los bolivianos asistimos a elegir una vez más a las máximas autoridades de las cuatro instituciones del Órgano Judicial, que ejercerán sus cargos por seis años. Y lo hicimos obligados por el mandato de la Constitución, bajo amenaza de sanciones pecuniarias y ante el riesgo de vernos impedidos de ejercer derechos ciudadanos que nada tienen que ver con este proceso.
CARLOS DERPIC SALAZAR
El título de esta columna no hace alusión a los hermosos bailecitos del folklore boliviano, sino a la espantosa y demagógica práctica en que el MAS sumió a Bolivia con la engañifa de “democratizar la justicia” que, tuvo, el pasado domingo 15 de diciembre, su tercera versión.
El título de esta columna no hace alusión a los hermosos bailecitos del folklore boliviano, sino a la espantosa y demagógica práctica en que el MAS sumió a Bolivia con la engañifa de “democratizar la justicia” que, tuvo, el pasado domingo 15 de diciembre, su tercera versión.