El Gobierno de Javier Milei resolvió ayer que el cine producido en Argentina para plataformas digitales sólo recibirá subsidios estatales si logra tener al menos 10 mil espectadores.
Mediante un decreto de la Presidencia argentina, publicado ayer en el Boletín Oficial, el Ejecutivo prohibió que el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) otorgue subsidios por adelantado y sin contraprestación a productores de películas no exhibidas en salas, sino a través de plataformas digitales de “streaming”.
A partir de ahora, en vez de ayudas anticipadas, el Incaa dará a los productores créditos y, si una vez estrenada, la película logra un mínimo de espectadores, obtendrán un subsidio estatal con el que podrán cancelar parte del préstamo.
En el caso de películas emitidas por “streaming”, deberán acreditar al menos 10 mil reproducciones en las plataformas para acceder a un subsidio. En lo que va de año se estrenaron 40 películas financiadas por el Incaa que tuvieron menos de 1.000 espectadores.
Los perjuicios ocasionados en estas más de tres semanas de bloqueos de carreteras y actos de violencia ejecutados por organizaciones afines al ala evista del Movimiento al Socialismo (MAS) no solo agravan la situación económica que atravesamos.
MARCELO GONZALES YAKSIC
A los bolivianos decentes ya nos queda claro que la reelección presidencial ha dejado de ser un debate democrático para convertirse en un instrumento de manipulación política. El presidente Arce Catacora ha convocado a un referendo que a simple vista parece una consulta popular, pero en realidad esconde un intento descarado para posteriormente reformar la Constitución y facilitar la perpetuación del régimen azul que se niega a ceder el poder en que se ha enquistado hace 18 años.
A los bolivianos decentes ya nos queda claro que la reelección presidencial ha dejado de ser un debate democrático para convertirse en un instrumento de manipulación política. El presidente Arce Catacora ha convocado a un referendo que a simple vista parece una consulta popular, pero en realidad esconde un intento descarado para posteriormente reformar la Constitución y facilitar la perpetuación del régimen azul que se niega a ceder el poder en que se ha enquistado hace 18 años.
DANIELA MURIALDO LÓPEZ
Cuando las dedicadas propietarias de la librería Lectura me preguntaron si me animaba a tener una conversación con Eduardo Sacheri —quien llegaba a la FIL de La Paz gracias a sus gestiones—, respondí inmediatamente que sí. Había leído un par de novelas del autor, uno que otro cuento, y me constaba que era un magnífico guionista. Luego vino la consigna: Robert Brockmann (con quien compartiríamos mesa), hablaría de historia y literatura con el escritor, yo de cine y fútbol...
Cuando las dedicadas propietarias de la librería Lectura me preguntaron si me animaba a tener una conversación con Eduardo Sacheri —quien llegaba a la FIL de La Paz gracias a sus gestiones—, respondí inmediatamente que sí. Había leído un par de novelas del autor, uno que otro cuento, y me constaba que era un magnífico guionista. Luego vino la consigna: Robert Brockmann (con quien compartiríamos mesa), hablaría de historia y literatura con el escritor, yo de cine y fútbol...
HUMBERTO VACAFLOR GANAM
El Gobierno, elegido supuestamente por 55% de los votos, no quiere tomar las decisiones que le corresponden como Poder Ejecutivo y ha decidido hacer un referéndum sobre temas dudosos.
Esto equivale a una renuncia al cargo de presidente por parte de Luis Arce, o por lo menos a una admisión de su incapacidad para gobernar, ha dicho quien lo puso en el cargo.
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Esto equivale a una renuncia al cargo de presidente por parte de Luis Arce, o por lo menos a una admisión de su incapacidad para gobernar, ha dicho quien lo puso en el cargo.
El anuncio sobre la fecha de las próximas elecciones presidenciales —17 de agosto 2025—, levanta la bandera de la carrera electoral, en un contexto no sólo de grave crisis económica, sino también de aguda crisis democrática, institucional, ética y moral. El panorama, respecto a un cambio sustancial en la política que recupere la ilusión de los bolivianos, es sombrío.
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