Al igual que con el Día de la Mujer (8 de marzo), cada año (19 de noviembre) se celebra también el Día del Hombre, aunque suele pasar desapercibido entre el género masculino por el poco conocimiento que se tiene sobre ello.
No tiene la misma repercusión que el Día de la Mujer y se podría decir que es relativamente nuevo en cuanto a efemérides de esta índole se refiere.
Instituido en 1992 por Thomas Oaster, director del Centro de Estudios Masculinos de la Universidad de Misuri-Kansas (Estados Unidos), su celebración se expandió globalmente a partir de 1999, motivada por la necesidad de destacar los aspectos positivos del papel masculino en la sociedad.
Este día no sólo busca reconocer los aportes de los hombres a la comunidad y sus familias, sino también abordar cuestiones complejas relacionadas con su salud, bienestar, y los estereotipos que enfrentan.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) se ha sumado a estas iniciativas, subrayando la importancia de atender las necesidades específicas de salud de hombres y niños. La Organización Mundial de la Salud (OMS), por su parte, ha enfatizado que la menor esperanza de vida de los varones es un tema que debe incluirse en las agendas de equidad en salud.
Diversos estudios indican que los hombres tienden a evitar las consultas médicas y, cuando las realizan, suelen omitir detalles importantes sobre sus síntomas. Este comportamiento, influenciado por estereotipos de masculinidad, contribuye a un deterioro en sus resultados de salud.
La implementación temporal de la bimodalidad: un tramo en bus y otro en tren, en los servicios de la línea Verde del Tren Metropolitano de Cochabamba podría tener una utilidad que trascienda su propósito específico y servir como experiencia para estudiar las posibilidades de conectar zonas del municipio de Cercado que están alejadas de las estaciones, y paradas, del ferrocarril urbano.
La primera vez que supe de Michael Moore fue en 2001, cuando publicó su ensayo que da título a esta columna, “Estúpidos hombres blancos”. Una crítica profunda al sistema político estadounidense, donde los ricos se vuelven más ricos, mientras la sociedad de clase media vive en constante temor a los resultados económicos. Moore, mete el dedo en la llaga de la hipocresía de una sociedad descarnada.
La primera vez que supe de Michael Moore fue en 2001, cuando publicó su ensayo que da título a esta columna, “Estúpidos hombres blancos”. Una crítica profunda al sistema político estadounidense, donde los ricos se vuelven más ricos, mientras la sociedad de clase media vive en constante temor a los resultados económicos. Moore, mete el dedo en la llaga de la hipocresía de una sociedad descarnada.
Donald Trump es el epítome de la imagen descrita en el libro The Ugly American (El estadounidense feo), escrito en 1958 por Eugene Burdick y William Lederer, una de las novelas políticas norteamericanas más influyentes y que describe los fracasos del cuerpo diplomático de EEUU en el sudeste asiático.
Donald Trump es el epítome de la imagen descrita en el libro The Ugly American (El estadounidense feo), escrito en 1958 por Eugene Burdick y William Lederer, una de las novelas políticas norteamericanas más influyentes y que describe los fracasos del cuerpo diplomático de EEUU en el sudeste asiático.
CARLOS DERPIC SALAZAR
El 11 de noviembre de 1924, durante el pontificado de Pio XI, mediante la bula Praedecessoribus Nostris, se erigió la diócesis de Potosí, obteniendo su territorio de la arquidiócesis de La Plata, que a su vez asumió el nombre de arquidiócesis de Sucre.
El 11 de noviembre de 1924, durante el pontificado de Pio XI, mediante la bula Praedecessoribus Nostris, se erigió la diócesis de Potosí, obteniendo su territorio de la arquidiócesis de La Plata, que a su vez asumió el nombre de arquidiócesis de Sucre.
Muy poca gente cree hoy que el mentado “proceso de cambio” del que se ufana Evo Morales y al que apela desesperadamente Arce Catacora mostrará visos de ser un proyecto exitoso.
La percepción generalizada es que fue un intento frustrado que bien pudo ser el verdadero punto de inflexión entre dos momentos de la historia nacional: el del Estado nacionalista que inauguró el MNR en 1952 y el que intentó construir el MAS.
Muy poca gente cree hoy que el mentado “proceso de cambio” del que se ufana Evo Morales y al que apela desesperadamente Arce Catacora mostrará visos de ser un proyecto exitoso.
La percepción generalizada es que fue un intento frustrado que bien pudo ser el verdadero punto de inflexión entre dos momentos de la historia nacional: el del Estado nacionalista que inauguró el MNR en 1952 y el que intentó construir el MAS.